La Unión Matemática Internacional, las medallas Fields y las mujeres

El Congreso Internacional de Matemáticos de Río de Janeiro nos dejó un sabor agridulce, que ya empezamos a temer en la Asamblea General de la Unión Matemática Internacional (IMU) celebrada unos días antes en Sao Paulo. El Comité Ejecutivo de IMU consta de 10 miembros: Presidente, dos Vicepresidentes, Secretario General y seis Vocales. Además, como consejero, el Presidente cesante (ningún presidente puede repetir mandato).

Comité Ejecutivo de IMU 2011-2014

Hasta 2002, no se incorporó ninguna mujer a este Comité Ejecutivo, desde la reconstrucción de IMU tras la Segunda Guerra Mundial, en 1950, en un primer Comité Ejecutivo interino que funcionó solo dos años. Así que pasaron 52 años hasta que una mujer fue elegida vocal, la noruega Ragni Piene, que fue vocal en el período 2003-2006 y reelegida para el período 2007-2010. En ese término, se incorporó también la australiana Cheryl Praeger. En el comité Ejecutivo de 2011 a 2014, la presencia de las mujeres llegó a su punto más alto, con una Presidenta, la belga-norteamericana Ingrid Daubechies; una Vicepresidenta, la canadiense Christiane Rousseau; y una vocal, de nuevo Cheryl Praeger.

Y cuando esperábamos que, por fin, las mujeres matemáticas habían llegado para quedarse, volvemos de nuevo a tener una sola en el Comité Ejecutivo que comenzará en 2019, la australiana Nalini Joshi.

No puede decirse que IMU no tenga en cuenta a las mujeres, serví 8 años (dos mandatos) como vocal en el Comité Ejecutivo, y puedo asegurar la preocupación por incorporar a más y más mujeres. De hecho, IMU está sirviendo como paraguas a las organizaciones internacionales de mujeres matemáticas, se organiza un workshop de mujeres matemáticas antes del propio ICM, y se ha incluido a la Conferencia Noether al nivel de las conferencias plenarias.

¿Cuál es por lo tanto el problema? Mi conclusión es que el problema tiene su origen en la propia comunidad matemática, no en IMU. Allí no hay ningún mandatoq ue prevenga de las mujeres, al contrario, pero los países no presentan candidatas (mejor dicho, presentan a muy pocas candidatas). Y para rematar la faena, luego no se las vota. El techo de cristal se hace cada vez más evidente.

Tampoco se puede decir que la presencia de mujeres entre los conferenciantes plenarios (4 mujeres de un total de 21) e invitados haya sido para echar cohetes, pero vamos a esperar a las estadísticas finales.

Vayamos ahora a los premios, y emepecemos con las medalals Fields. Se han concedido 60 medallas Fields desde su instauración en 1936. Solo una mujer ha conseguido una, la tan admirada y llorada Maryam Mirzakhani, en el Congreso Internacional de Matemáticos de Seúl, Corea. El 1 de agosto esperábamos una buena noticia, se habían hecho quinielas con dos potenciales candidatas, Maryna Viazovska y Sophie Morel pero nuestro gozo en un pozo, ninguna mujer entre los cuatro premiados, así que volvemos a estar en la proporción 1 de 60.

Si vamos a los otros premios, por ejemplo, la medalla Rolf Nevanlinna, que se concede desde 1982, ninguna mujer entre los diez ganadores. Y exactamante el mismo panorama desolador entre los ganadores del Premio Gauss y la medalla Chern.

Como la Oficina de IMU está en Alemania (provisional hasta la Asamblea General de Sao Paulo, y ya aprobada como definitiva, esa sí es una buena noticia), podemos decir: “Berlín, tenemos un problema”. Habrá que trabajar mucho para que este panorama cambie, pero como digo siempre, depende mucho de la actitud nuestra, la de los hombres, y por lo que veo a mi alrededor, la indiferencia es grande.

___

Manuel de León (CSIC, Fundador del ICMAT, Real Academia de Ciencias, Real Academia Canaria de Ciencias).

Compartir:

2 comentarios

  1. Soy profesor universitario y padre de dos hijas (una de ellas haciendo la tesis en álgebra). Después de leer este post, me ha venido a la cabeza una situación que viví hace unos meses que puede ayudar a entender la discriminación que sufren las mujeres en la universidad. Como en muchos centros, mi departamento está desbordado con los trabajos fin de grado (TFG). Tenemos que dirigir muchos TFGs y formar parte de infinidad tribunales evaluadores. En una junta de facultad hice la siguiente sugerencia: ¿por qué no hay paridad entre hombres y mujeres en los tribunales de los TFGs? Sorprendentemente, TODOS (incluidas las mujeres) pensaron que era una chorrada y se desestimó inmediatamente. Seguidamente pregunté: ¿por qué en estos tribunales no se aplica la paridad y en los de las plazas universitarias sí? Nadie me contestó…

  2. Gracias por el comentario! Sí, creo que el problema de fondo está en la propia comunidad matemática. Cuando digo estas cosas en el ICMAT, no quieren saber nada del tema. Hay que insistir una y otra vez, las mujeres son tan buenas matemáticas como los hombres, ojalá en un instituto del CSIC como el ICMAT, en unos años, la mitad de los investigadores de plantilla fueran mujeres

Deja un comentario