Dormir, soñar, … tal vez demostrar un teorema
La apasionante lectura de la obra del neurocientífico Matthew Walker, “¿Por qué dormimos?”, publicada en Capitán Swing, me ha llevado a una reflexión de la importancia que el sueño y los sueños pueden tener para las personas que nos dedicamos a la investigación en matemáticas.
Dormimos por media un tercio de nuestras vidas, y hemos aprendido que dormir mal reduce nuestra capacidad de concentración y de razonamiento. Tras una mala jornada de descanso nocturno nos encontramos irritables y con dificultades para el trabajo ordinario. Es más, se ha comprobado exprimentalmente que la ausencia de sueño puede conducir a la muerte
Sabemos que el sueño pasa por diferentes fases: una fase llamada de no REM, y otra llamada REM, que viene de la expresión inglesa de Rapid Eye Movement, pues durante esta etapa del sueño se producen movimientos muy rápidos de los globos oculares.
Pero, ¿por qué dormimos?. Como el autor afirma:
“Dentro del cerebro, el sueño enriquece una diversidad de funciones, como nuestra capacidad para aprender, memorizar y tomar decisiones lógicas. Recalibra nuestras emociones, reafirma nuestro sistema inmunológico, afina nuestro metabolismo y regula nuestro apetito. Soñar crea un espacio de realidad virtual en el que el cerebro combina el conocimiento pasado y presente con gran creatividad.»
Pero también explica como explica “cómo podemos aprovechar el sueño para mejorar el aprendizaje, el estado de ánimo y los niveles de energía, regular las hormonas, prevenir el cáncer, el alzhéimer y la diabetes, reducir los efectos del envejecimiento y aumentar la longevidad.”
Walker también examina las funciones de los sueños. Digamos que ste no es un libro de opiniones, y sus afirmaciones se basan en experimentos precisos que gracias a los electroencefalogramas y a la Resonancia Magnética podemos ahora realizar. Lejos quedan esas interpretaciones de Sigmund Freud.
Una de las consecuencias má sinteresantes del sueño es la posibilidad de usarlo adecuadamente en fomento de la creatividad. En la fase NREM profunda se fortalecen los recuerdos individuales, pero es en la fase REM en la que se mezclan todos los ingredientes. De esa mezcla saldrán reglas generales, la esencia y la solución de problemas que no sabíamos resolvr antes de dormirnos. El autor recuerda el caso de Dmitry Mendeléyev, quién después de pasar tres días sin dormir prácticamente intentando colocar los elementos químicos de una manera raznable, se echó a dormir y amaneció con la sideas claras de la tabla de los elementos. En sus propias palabras:
“Vi en un sueño una tabla en la que todos los elementos encajaban como era debido. Al despertar, lo anoté inmediatamente en un papel, y sólo en un lugar me pareció necesaria una corrección posterior.”
Uno de los matemáticos más admirados es el indio Srinivasa Ramanujan. Genio autodidacta, atribuía sus resultados matemáticos a la inspiración divina. Ramanujan era un creyente hindú, ascético y vegetariano. El decía que sus teoremas matemáticos eran inspirados directamente por la diosa Namagiri, durante sus sueños. Que esos resultados venían a él. Namagiri, Sri Namagiri Lakshmi, la diosa hinduista venerada como la esposa de Narashima, un avatar del dios Vishnu, era la diosa familiar de la familia de Ramanujan.
Es verdad que cuando estás trabajando en un resultado complejo, lo llevas continuamente en tu cabeza, y a veces, durante un sueño o, milagrosamente, en la mañana siguiente, el resultado vien a ti con claridad meridiana. Estos hechos cuadran muy bien con las teorías expuestas por Matthew Walker. Como explica en su libro:
“Más que simplemente fusionar información de foma creativa, los sueños de la fase REM pueden llevar las cosas un paso más allá. El sueño REM rs capaz de crear conocimiento abstracto general y conceptos de orden superior a partir de conjuntos de información.”
¿Seremos capaces de poder manejar el sueño de manera que podamos aprovecharlo para resolver nuestros teoremas? De momento, aprendamos a dormir bien.
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Manuel de León (CSIC, Fundador del ICMAT, Real Academia de Ciencias, Real Academia Canaria de Ciencias, Real Academia Galega de Ciencias).