Historias de la IA: la rebelión de los robots

Los robots son otra fascinante rama de la IA. Aunque la palabra robot pueda ser para la RAE sinónimo de autómata, un robot nos causa más inquietud que un autómata pues lo consideramos capaz de acciones propias.

La película italiana El hombre mecánico (1921), la primera en mostrar una batalla entre robots

La palabra robot fue usada por el escritor checo Karel Čapek en su obra teatral R.U.R. (Rossum’s Universal Robots), publicada en 1920. En esta obra, los robots se fabrican con una apariencia humana, como si fueran replicantes de Blade Runner, aunque en este caso sin emociones. Pero algunos adquieren conciencia e incitan a una revolución contra la humanidad. El origen de la palabra es curioso. Cuenta Karel Čapek que originalmente había querido llamar a las criaturas laboři (por labor, trabajo), pero que no le gustó la palabra y pidió consejo a su hermano Josef, que sugirió roboti (siervo).

Una escena de R.U.R.

Hoy en día, se fabrican robots en casi todos los países del mundo, y la Robótica es una pujante rama de la ingeniería, pero el temor a la rebelión de los robots está presente en la sociedad a través de numerosas obras de ficción tanto en la literatura (como es el caso de R.U.R) y en el cine. Veamos algunos ejemplos (en otra entrada hablaremos de la IA como singularidad y veremos muchos más ejemplos de robot amenazantes).

Un primer ejemplo lo vemos en Saturno 3, una película británica de ciencia ficción de 1980 producida y dirigida por Stanley Donen, y protagonizada por Farrah Fawcett, Kirk Douglas y Harvey Keitel. El guión fue escrito por Martin Amis, a partir de una historia de John Barry. El argumento es como sigue. En un futuro lejano, una Tierra superpoblada depende de la investigación realizada por científicos en estaciones remotas de todo el Sistema Solar. El capitán Benson (que ha asesinado al capitán encargado de esa misión) parte hacia una pequeña y remota estación experimental de investigación hidropónica en la tercera luna de Saturno, dirigida por Adam y su Alex. Benson ensambla un nuevo robot, Héctor, con un cerebro hecho de material cerebral y que está conectado con un enlace neural implantado en su columna vertebral a Benson. El desequilibrio mental de Benson se transfiere a Héctor, así como su interés en la joven Alex, lo que provoca la rebelión del robot y la tragedia final.

Estas palabras de Héctor son esclarecedoras: “Comprende mi problema, yo soy tú, yo soy Adam, soy el robot, soy todos. La conversación es un arte, yo lo hago a la perfección.”

Otro robot inquietante es el de la película Ultimátum a la Tierra (The Day the Earth Stood Still), dirigida por Robert Wise, basado en una historia de Harry Bates (El amo ha muerto, Farewell to the Master en el original inglés, 1940). El argumento gira en torno a un visitante extraterrestre humanoide (Klaatu) que llega a la Tierra, acompañado de un poderoso robot (Gort), para entregar un importante mensaje que afectará a toda la raza humana. Tras una serie de peripecias, consiguen reunir a una serie de científicos a los que Klaatu cuenta que una organización interplanetaria ha creado una fuerza policial de robots invencibles como Gort. «En cuestiones de agresión, les hemos dado poder absoluto sobre nosotros». Klaatu concluye: «Vuestra elección es sencilla: uniros a nosotros y vivir en paz, o seguir vuestro curso actual y enfrentaros a la destrucción. Estaremos esperando vuestra respuesta». Klaatu y Gort parten en la nave especial.

La obra es especialmente interesante para los matemáticos. Klaatu pregunta: «¿Quién es la persona viva más grande?», y la sugerencia es el matemático profesor Jacob Barnhardt. Cuando visitan su casa, pero éste no está, Klaatu ve que la pizarra de Barnhardt está cubierta de ecuaciones (un intento de resolver el problema de los tres cuerpos). Klaatu corrije sus cálculos.

El relato de Harry Bates es más inquietante. En él, Klaatu es tiroteado y muerto nada más salir de la nave tras decir: “Soy Klaatu y éste es Gnut” (Gnut es aquí el nombre del robot). La revelación está en la frase final que pronuncia Gnut: «No lo entiendes, yo soy el amo». https://www.youtube.com/watch?v=K6iF5sINVns

En la próxima entrada hablaremos de los robots buenos y de las leyes de la Robótica que proclamó el gran Isaac Asimov.

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Manuel de León (CSIC, Fundador del ICMAT, Real Academia de Ciencias, Real Academia Canaria de Ciencias, Real Academia Galega de Ciencias).

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