Educación II: ¿Aprender para la empresa?

Según el  informe «Política Educativa en Perspectiva 2015: hacer posibles las reformas», elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), «cerca de uno de cada cinco estudiantes de 15 años no adquiere las competencias mínimas necesarias para participar de forma plena en la sociedad actual». Existe un debate acerca de si las materias que se enseñan en las escuelas son o no los apropiados para que los estudiantes encuentren trabajo en las empresas. Manuel de León (ICMAT) reflexiona al respecto.

Se ha señalado recientemente que las materias que se enseñan en nuestras escuelas y los métodos usados no son los apropiados para que los egresados encuentren trabajo en las empresas. Esto al menos es lo que se dice en el informe Política Educativa en Perspectiva 2015: hacer posibles las reformas, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Este informe analiza una gran cantidad de reformas educativas que en los últimos años han puesto en marcha los países más desarrollados económicamente (en nuestro país, quizás demasiados porque cada partido político ha querido poner en marcha el suyo y esto solo funciona si hay consenso).

Me gustaría reproducir, por su importancia, el resumen ejecutivo de este informe:

SUMARIO EJECUTIVO

En los países de la OCDE, más del 12 % del gasto público se destina a la educación. No obstante, estudios internacionales como el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) muestran que existe una considerable variación en cómo se gasta ese dinero y en los resultados que produce. Esta primera edición de Política educativa en perspectiva 2015: Hacer posibles las reformas se propone ayudar a los responsables políticos y a otros agentes implicados en la educación a conocer cómo sus colegas de otros países responden a retos comunes, desde la enseñanza a diferentes poblaciones de estudiantes hasta establecer medidas para que los centros escolares sean responsables de la calidad de la educación que imparten. Este informe presenta una detallada visión de unas 450 reformas educativas que han sido adoptadas en los países de la OCDE entre 2008 y 2014. Aunque estas reformas fueron desarrolladas en contextos específicos, pueden servir de inspiración a los responsables políticos que buscan vías eficaces para mejorar sus propios sistemas educativos.

Tendencias en las políticas educativas

Cerca de uno de cada cinco estudiantes de 15 años no adquiere las competencias mínimas necesarias para participar de forma plena en la sociedad actual. Aproximadamente un 16 % de las reformas recientes se centran en asegurar calidad y equidad en la educación. Muchos países han priorizado políticas para ayudar a estudiantes desfavorecidos o a centros escolares con poblaciones diversas de alumnos. Estas políticas incluyen en Nueva Zelanda apoyo a sus poblaciones maorí y pasifika, en Inglaterra el programa Prima al Alumno y en Chile la Ley de Subvención Escolar Preferencial. Por su parte, Australia y Polonia han dedicado especial atención a aumentar la matriculación y mejorar la calidad de la educación y cuidado de la primera infancia.

Aproximadamente un 29 % de las reformas consideradas en este informe tiene como objetivo mejorar la preparación de los estudiantes para el futuro. Con este fin, muchos países se han centrado en mejorar la calidad y la relevancia de sus programas de educación y formación profesional (FP) o en ampliar la formación basada en el trabajo y las prácticas de aprendices. Así, Portugal introdujo una estrategia global en la FP, mientras que Dinamarca y Suecia reformaron sus programas de FP. Muchos países han puesto en marcha políticas para asegurar que los estudiantes encuentren un trabajo o acceso a niveles ulteriores de educación. Se han revisado los marcos de cualificación, a menudo en colaboración con la Unión Europea, para aumentar la transparencia de todo el sistema educativo. Los países han puesto también el enfoque en la mejora escolar (un 24 % de las reformas analizadas en este informe afrontan este reto), con el fin de desarrollar ambientes positivos de aprendizaje y atraer y retener a personal de calidad. Las políticas dirigidas a los profesores han sido prioritarias: Australia creó el Instituto Australiano para el Liderazgo en la Enseñanza y en la Escuela, y Países Bajos desarrolló un Programa para Profesores. Francia y Estados Unidos se centraron en mejorar la formación docente inicial, mientras que Finlandia adoptó medidas para crear un sistema de desarrollo profesional destinado a equipos docentes.

Para guiar sus esfuerzos de reforma, los sistemas escolares se apoyan en la evaluación. Un 12 % de las políticas examinadas en este informe están dirigidas a esta faceta de la educación. Chile y México, por ejemplo, reforzaron sus instituciones de evaluación. Con el proyecto VALES, Italia ha implantado políticas encaminadas a desarrollar instrumentos y procesos para apoyar las evaluaciones internas y externas de los centros escolares. Dado que la gobernanza de los sistemas educativos se ha vuelto cada vez más compleja (un 9 % de las reformas consideradas en este informe se enfrentan a problemas de gobernanza), algunos países han elaborado una visión abarcadora de sus sistemas educativos (la reforma de la Folkeskole de Dinamarca y los acuerdos nacionales sobre estrategias y prioridades de Canadá), o han redefinido los roles y las responsabilidades, creando nuevas instituciones o reorganizando la gobernanza local. Las reformas de la financiación (un 11 % de las medidas revisadas en este informe) han sido amplias en los sistemas («Carrera a lo más alto» en Estados Unidos e «Invirtiendo en el Futuro» en Alemania), en las instituciones (los programas «Escuelas Dignas» de México y las reformas de la financiación de los centros escolares de Bélgica) y en los estudiantes individuales (Nueva Zelanda).

Implementación efectiva de las políticas de educación

Las reformas en educación solo pueden ser efectivas si las políticas son bien implementadas. Esto significa que, para apoyar las reformas en la evaluación, debe haber un marco coherente con suficiente capacidad para llevar a cabo e interpretar evaluaciones en todos los niveles del sistema educativo. Para introducir con éxito innovaciones en los ambientes de aprendizaje, estas deben abordar aspectos específicos de la enseñanza y del aprendizaje. Y para mejorar la calidad de la educación que prestan los centros escolares, las políticas deben centrarse en cambiar las prácticas del aula, en equilibrar la presión y el apoyo externos, y en desarrollar y perseguir objetivos a largo plazo.

De forma general, el análisis de reformas seleccionadas muestra que las políticas más efectivas se centran en los alumnos y en el aprendizaje, en crear y aumentar las capacidades de los profesores, y en involucrar a todos los agentes implicados en la educación. En la mayoría de los países de la OCDE, las asociaciones de profesores y las organizaciones empresariales, en particular, se están implicando cada vez más en la implementación de las políticas educativas de los gobiernos. Las asociaciones de profesores demandan más diálogo estructurado entre los gobiernos y las asociaciones, mientras que el sector empresarial busca como máxima prioridad vínculos más estrechos entre los sistemas educativos y el trabajo.

De igual importancia, este análisis muestra que, una vez que se han adoptado nuevas políticas, existe poco seguimiento de las mismas. Solo en un 10 % de las medidas consideradas en este informe se ha evaluado su impacto. Medir más rigurosa y consistentemente el impacto de las políticas puestas en marcha no solo supondrá un ahorro de costes a largo plazo, sino que es esencial para desarrollar las opciones más provechosas, practicables y exitosas en política educativa.

Hasta aquí el resumen ejecutivo (el texto completo se puede descargar en http://www.fundaciontelefonica.cl/arte-y-cultura-digital/publicaciones-listado/pagina-item-publicaciones/itempubli/456/ ).

Por cierto, no me resisto a rescatar este artículo de Andreas Schleicher, Director en la OCDE para temas educativos, publicado el pasado 22 de septiembre y que lleva este sugerente título: Spain’s future prosperity depends on skills  http://oecdeducationtoday.blogspot.fr/2015/09/spains-future-prosperity-depends-on.html Es de esperar que los gobernantes tomen buena nota cuando se acometen recortes educativos tal y como ha ocurrido en nuestro país en estos últimos años, y que están comprometiendo muy seriamente nuestro futuro. El estudio OECD Skills Strategy Diagnostic Report: Spain

http://skills.oecd.org/developskills/documents/Spain_Diagnostic_Report.pdf

es de obligada lectura (para políticos con dificultades idiomáticas aquí está la versión en español http://skills.oecd.org/developskills/documents/Spain_Diagnostic_Report_Espagnol.pdf ).

Como se puede ver, nos encontramos con un debate de gran transcendencia. ¿Cuál es el objetivo del aprendizaje? ¿Formar ciudadanos con espíritu crítico, capaces de entender el mundo en el que viven, dotados de capacidades que les permitan analizar en cada momento que opciones tomar? ¿O queremos trabajadores preparados para dar servicio al mundo empresarial? Quizás una mezcla de ambas cosas sería lo necesario. Me explico: personas con conocimiento y que a la vez hayan aprendido las competencias que les permitan encontrar un puesto de trabajo que les permita vivir de una manera confortable y creciendo como personas. Me viene a la memoria el libro de Nuccio Ordine, La utilidad de lo inútil, que reseñamos hace un tiempo en este blog. Y quizás compense seguir enseñando “cosas inútiles”.

Nota bene: A propósito, a mi me gusta usar la palabra escuela cuando me refiero a la enseñanza, así como la de maestros cuando me refiero a sus profesores; no hay conceptos mas apropiados para describir la tarea de los que enseñan y los lugares en donde enseñan.

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Manuel de León (CSIC, Real Academia de Ciencias, Academia Canaria de Ciencias) es Profesor de Investigación en el ICMAT y miembro del Comité Ejecutivo de ICSU.

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Un comentario

  1. ¡Hola!
    Gracias a la formación online, muchas personas pueden apuntarse a tantos cursos a distancia como quieran y combinarlos con sus quehaceres diarios, como el trabajo. No hace falta tener únicamente personas que sepan hacer su trabajo y no aprendan otras cosas. Con las nuevas tecnologías, se puede cualificar a los trabajadores mientras siguen formándose en sus estudios.
    Un saludo.

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