Fallecimiento del geómetra gallego Luis Ángel Cordero

Ayer noche me llegó la triste noticia del fallecimiento de Luis Ángel Cordero Rego, Catedrático de Geometría y Topología de la Universidad de Santiago de Compostela. Vayan estas líneas para recordar su vida y trabajo, la de un profesor e investigador comprometido con las tres universidades en las que desempeñó su trabajo.

Diré en primer lugar que lo conocí primero como profesor en mis estudios de licenciatura de Matemáticas, donde impartió un excelente curso de topología (1974-75) hasta que se trasladó como Profesor Agregado a la Universidad de Valladolid. Desde allí pasó como Catedrático a la Universidad de La Laguna en 1976, y en La Laguna lo volví a encontrar en febrero de 1978. Cordero (así le hemos llamado siempre, casi nunca por su nombre, Luis Ángel) seguía muy conectado a Santiago, y cuando estaba atascado con mi tesis doctoral, nuestro jefe común, Don Enrique Vidal Abascal, le pidió que me echara una mano. En un par de semanas habíamos salvado el escollo y la tesis estaba ya encaminada.

Eran tiempos en los que la ULL comenzaba sus andanzas en matemáticas, y recuerdo que Cordero se lanzó a comprar libros para el departamento y a dar cursos de doctorado; algunas veces recorríamos las viejas instalaciones de matemáticas hasta dar con un aula vacía.

De La Laguna volvió de nuevo a Santiago, donde le recibimos con alborozo, ya se había jubilado Vidal Abascal y Cordero se convirtió en el director del Departamento. A principios de los 80, comenzamos a trabajar juntos. Cordero me pasó un artículo que él veía interesante, lo leí y nos abrió una fructífera vía de trabajo sobre la geometría de los espacios fibrados de referencias. Esto dio lugar después a un libro conjuntamente con Kit Dodson, de la Universidad de Lancaster.

Poco más tarde, y en colaboración con nuestra compañera Marisa Fernández, iniciamos una línea de trabajo en geometría simpléctica y kähleriana, encontrando ejemplos de variedades simplécticas que no admitían estructuras Kähler, generalizando una construcción de William Thurston y Kunihiko Kodaira (dos medallistas Fields, por cierto). Cordero siguió trabajando muchos años más en esta temática.

Quizás la gran pasión de Cordero fuera la teoría de foliaciones, en la que hizo importantes contribuciones, especialmente con su estancia postdoctoral en la Universidad de Harvard bajo la supervisión de Raoul Bott (Premio Wolf), aunque ya había conseguido excelentes resultados previamente.

Como hemos visto, ha sido un excelente investigador, pero no debemos olvidar su faceta docente. Era un profesor extremadamente ordenado, muy profesional, puntual en sus horarios, y atento siempre con los alumnos. Era también un gran experto en LaTex y en Mathematica, y lo demuestra en el texto que escribió con Alfred Gray y Marisa Fernández, Geometría diferencial de curvas y superficies con Mathematica. Con Mathematica hacía maravillas como esta foliación de Reeb que reproducimos abajo:

 

En general, era así en su vida privada, tranquila y disfrutando los momentos. Y generoso. Inició la geometría diferencial en la Universidad de La Laguna, y cuando volvió a Santiago, allí se fueron varios de los ahora catedráticos a desarrollar entonces su tesis doctoral. E hizo algo similar con la Universidad del País Vasco.

Quizás cometo el error de hablar de mí y no de él, pero es una persona que influyó mucho en mi vida profesional. En 1985, yo entonces Profesor Titular en Santiago, iba a opositar a una cátedra en la Universidad del País Vasco. Por entonces, se convocaron plazas de investigadores en el CSIC (tras una sequía de años), y Cordero me animó a presentarme. Y fue él mismo, cuando yo estaba en Bilbao en una estancia, quién me comunicó la buena nueva de que, a mis 31 años, me había convertido en el primer matemático que obtenía una plaza de Investigador Científico del CSIC. Yo me trasladé al CSIC en enero de 1986, pero siempre que volvía a Santiago, mi primera visita en el Departamento era al despacho de Luis Ángel, y nos bajábamos luego a tomar un café a la cafetería de la Facultad. Desde que se jubiló, comencé a echar de menos esas charlas.

Obtuvo algunos premios, como el Premio de Investigación “Deputación de Pontevedra” en 1987, y el Premio de Investigación “Academia Canaria de Ciencias” 1993, como reconocimiento de su trabajo. Era académico de número de la Real Academia Galega de Ciencias y correspondiente de la Real Academia Canaria de Ciencias.

Luis Ángel Cordero había nacido el 6 de septiembre de 1946, en Guitiriz, provincia de Lugo. Le envío a sus esposa Luisa y a sus hijos, Luis y Santiago, mis condolencias.

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Manuel de León (CSIC, Fundador del ICMAT, Real Academia de Ciencias, Real Academia Canaria de Ciencias, Real Academia Galega de Ciencias).

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3 comentarios

  1. Aprovecho esta oportunidad para expresar mi más sentido pésame a la familia y seres queridos de Luis Ángel fnf Cordero Rego. Su partida deja un vacío irreparable en la comunidad educativa, pero su legado continuará inspirando y guiando a futuras generaciones de estudiantes y académicos.

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