La investigación de hoy ayudará a proteger mejor el mañana
En el número 10 del ICMAT Newsletter invitamos a Jean-Paul Rignault, CEO de AXA España y presidente de la Fundación AXA, a escribir un artículo de opinión sobre la financiación privada de la ciencia. Este fue el resultado.
Según las estimaciones que hemos hecho en AXA, la esperanza de vida al nacer en España aumenta a un ritmo de 4,8 horas al día. No cabe duda de que se trata de uno de los indicadores que mejor muestra el nivel de desarrollo de una sociedad. No en vano, la esperanza de vida al nacer es uno de los factores que forman parte del Índice de Desarrollo Humano (IDH) del PNUD (Plan de Naciones Unidas para el Desarrollo). La longevidad, al menos en España, está aumentando a un ritmo sin precedentes como consecuencia del aumento del bienestar que venimos experimentados en las últimas décadas. Y la última responsable de esa mejora de las condiciones de vida que nos hacen vivir más años no es otra que la ciencia, y en todas sus disciplinas.
Aunque quisiera, ninguna sociedad puede vivir de espaldas a la ciencia porque, en mi opinión al menos, el interés por comprender el mundo que nos rodea es inherente a la condición humana. Además, los Estados y sus gobiernos, como garantes del bienestar de los ciudadanos a los que sirven, tienen la responsabilidad de fomentar, formar y aplicar el conocimiento científico en beneficio de todos. Son el principal motor. Pero no el único.
Las empresas, como agentes sociales que son, e independientemente de la actividad económica a la que se dediquen, también tienen la responsabilidad de contribuir a mejorar la vida de las personas a través de su apoyo a la ciencia. De hecho, muchas de ellas lo hacen por absoluta necesidad. En muchos casos, lo que diferencia el bien o el servicio que comercializan frente al de sus competidores (lo que les reporta la ventaja competitiva) es el resultado de la investigación científica. Por eso, en los países desarrollados, las empresas y la comunidad científica son dos agentes “condenados” a entenderse.
Por ejemplo, el aumento de la esperanza de vida que conllevan los avances científicos está ligado al envejecimiento de la población, que es el principal reto al que vamos a tener que enfrentarnos en el futuro, según la Unión Europea (UE). Y en este sentido, el sector asegurador en general, y AXA en particular, puede aportar su experiencia a las implicaciones sociodemográficas que va a suponer un desafío tan grande como este.
Como compañía de seguros, consideramos que es parte de nuestra responsabilidad corporativa contribuir a la investigación sobre los riesgos a los que se enfrentan las sociedades, con el fin de mejorar su prevención y, si se producen, de proteger a las personas de sus consecuencias. Aunque el conocimiento puede basarse en un primer momento en el análisis de los datos de campo, en un mundo cada vez más cambiante, nuestras sociedades no pueden concentrarse únicamente en el pasado para explicar el futuro, ni podemos simplemente adaptar los modelos existentes a lo que está por venir. Este fue el motivo por el que hace unos años el Grupo AXA creo AXA Research Fund, un ente académicamente independiente de apoyo a la investigación científica de los riesgos en tres áreas principales: el medio ambiente (desde el cambio climático a los riesgos volcánicos, pasando por la biodiversidad), la vida (longevidad, enfermedades, políticas de salud, etc.) y la sociedad (desde las finanzas a los riesgos sociopolíticos). Desde su creación en 2007, esta iniciativa filantrópica ha destinado un total de 131 millones de euros con los que ha financiado 449 proyectos en todo el mundo.
En AXA tenemos una forma de ver el mecenazgo científico muy particular. Además de apoyar la investigación académica en todo el mundo, alentando a explorar nuevas vías de conocimiento, consideramos de vital importancia contribuir a la difusión de los descubrimientos científicos abriendo el debate más allá de la propia comunidad científica. Queremos acercar el mundo científico a la sociedad y que no lo considere como algo ajeno a sus vidas. En este sentido, AXA utiliza sus redes corporativas y recursos de comunicación de todo el mundo, para ayudar a los científicos a los que apoya a compartir sus conocimientos con un público menos especializado ayudando así a nutrir el debate público sobre los riesgos que amenazan a nuestras sociedades.
Cabe señalar la importancia de la colaboración público/privada en el desarrollo de la ciencia de un país, ya que uno de los principales obstáculos a los que se enfrenta la investigación en España es la falta de financiación. La mayor parte de los proyectos no pueden abordarse en un horizonte temporal a corto o medio plazo, que es lo que suelen garantizar los fondos públicos. Muchos de ellos requieren varios años para dar sus primeros frutos. Así que estar a expensas de saber si el próximo año habrá financiación para seguir trabajando, no hace otra cosa que distraer a los científicos de lo realmente importante. Por ello, la principal figura de financiación del AXA Research Fund es el endowment o fondos perpetuos. Se trata de un montante que se invierte en fondos o productos financieros, de tal forma que los intereses que generan estos ingresos son el capital que se destina a sustentar de manera continuada las investigaciones. Esta fórmula de financiación está muy extendida en el mundo anglosajón, pero es muy poco conocida en España. El fomento y un trato fiscal adecuado por parte de las instituciones públicas sería determinante para la ciencia española.
Por otro lado, AXA ha reforzado su acción de mecenazgo científico en España de la mano del grupo de comunicación Atresmedia, con la creación de “Constantes y Vitales”: una plataforma cuyo objetivo es apoyar y fortalecer la investigación médica de calidad y la prevención en salud, a través de la puesta en marcha de iniciativas de sensibilización que contribuyan a poner en valor la figura del investigador, a evitar la fuga de talento y a difundir consejos que sirvan como herramientas eficaces de prevención en salud para la sociedad.
Y con apenas unos meses de vida, ya podemos decir que hemos logrado nuestro primer gran objetivo: la creación de la Agencia Estatal de Investigación. Después de que cerca de 72.000 personas hubieran sumado su apoyo a la petición de AXA y la Sexta, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, anunciaba la puesta en marcha de este organismo autónomo para la gestión y el desarrollo de la investigación científica española.
La ciencia no vive sus mejores momentos en España. Como tantos otros sectores se ha visto seriamente afectada por la crisis económica. Por eso, ahora más que nunca, debemos preservarla. No puede marchitarse. Porque si se debilita, nos debilitaremos también nosotros.
Jean-Paul Rignault, CEO de AXA España y presidente de la Fundación AXA
Boletín ICMAT
El Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT) lanza este boletín con el que quiere mostrar a la comunidad científica y a todos aquellos interesados en el avance de esta disciplina la actividad investigadora de excelencia que se lleva a cabo en el centro. El boletín quiere ser un reflejo de lo que ocurre en el ICMAT y, de manera más amplia, en un centro de excelencia de investigación matemática. Se presentan temas de interés relacionados con la investigación matemática actual, la actividad científica del centro y algunos de los perfiles desatacados de la comunidad científica, presentados para público general con interés por la ciencia. Los autores de estos artículos son los propios investigadores del Instituto u otros matemáticos que colaboren con el ICMAT, además de un equipo especial dedicado a la comunicación de las matemáticas.
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