Shanghai de nuevo

El ranking de Shanghai ataca de nuevo en estas fechas, y de nuevo, llegan las reacciones de los responsables de nuestras universidades. El ranking no cambia mucho en lo que respecta a España (somos foto fija) pero tampoco lo hacen las reacciones de rectores y vicerrectores. Vaya aquí una reflexión sobre los resultados globales del ranking, especialmente en lo que se refiere a las matemáticas.

 

La situación de nuestras universidades no es la que nos gustaría, y no vale ya el discurso de que estos rankings están siempre sesgados por las universidades anglosajonas, especialmente las norteamericanas. Estas siguen copando los lugares de excelencia, pero atmbién lo es que universidades como Paris-Saclay (Francia), el ETH Zurich (Suiza), Universidad de Tokyo (Japón), Tsinghua (China), Copenhague (Dinamarca), Melbourne (Australia), Pekín (China), Sorbona (Francia), Münich (Alemania), entre otras, se han instalado en esos lugares de priviligio. Recordemos que la primera universidad española es la Universidad de Barcelona (a partir del puesto 151), y el resto están en los puestos a partir del 201 al 300, y más allá del 301.

Si vamos a las Matemáticas específicamente, sorprende relativamente ver encajada en el segundo puesto a la Universidad de Princeton, entre la número uno, París-Saclay, y la tercera, la Sorbona. Y encontramos a los grandes actores británicos en matemáticas, como Cambridge, Oxford (y también Imperial College, Warwick) acompañados de Bonn (Alemania), la Universidad Hebrea de Jerusalem y Tel-Aviv (Israel), Fudam, Pekín y Thinghua (China), entre otras. De nuevo España no aparece hasta los puestos del 76 al 100 con la Universidad Politécnica de Cataluña y Granada, y desde el 101 al 150 la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad Complutense, etc., y el resto mucho más atrás.

El argumentario rectoral se ha enfocado desde hace unos años a decir que lo importante es estar entre las 500 primeras. Parece un argumento muy pobre, y no indica que haya intenciones de salir de esta situación. De hecho, estos rankings llevan ya muchos años funcionando, este de Shanghai desde 2003. Algunos científicos critican la realización de estos rankings. Se basa este fundamentalmente en el impacto de la investigación que desarrolla cada universidad, medido en artículos de investigación y en logros individuales. En cualquier caso, es una fotografía de la realidad, y lo que tocaría es tomar medidas para poder salir mejor en esa foto, poniendo en marcha los cambios que sean necesarios.

Una y otra vez he repetido que el primer problema de nuestras universidades es la gobernanza. Una universidad no se puede gestionar de manera eficiente mediante un claustro elegido por sufragio universal . El equipo de gobierno debe poseer la capacidad de tomar las medidas que estime oportunas y no esperar a una aquiescencia universal, tipo asambleario. Me he encontardo con muchos rectores que en su despacho te dicen que si, que habría que hacer este o aquel cambio, pero que lo que venga de los deparatmentos no se puede tocar.

Una vez resuelta la gobernanza (y hay muchos modelos a copiar y adaptar en muchos países), hay que mirar la financiación. Es verdad que están infrafinanciadas, pero también que no siempre se buscan los mejores profesores y los concursos de selección de profesorado son meros trámites. Hay un escalafón, y una vez que te van acreditando en la ANECA y similares (y lo que se pide no es la excelencia sino un cumplimiento de mínimos), hay que ponerse a la cola y conseguir entonces el puesto fijo.

El Ministerio de Universidades ha convocado recientemente un nuevo programa de ayudas para fomentar la recualificación y la movilidad internacional en las universidades, con tres modalidades: para jóvenes doctores (Ayudas Margarita Salas), para la atracción de talento internacional (Ayudas María Zambrano) y para la Recualificación del Personal Docente e Investigador. Son 387,15 millones de euros a usar en el período 2021-2023. Y son la suniversidades las encargadas directamente de gestionarlo. Ahí tienen una oportunidad de mostrar sus modos de selección. No es una gran cantidad, pero se añade a los programas habituales de Juan de la Cierva, Ramón y Cajal y Torres Quevedo. Esperemos los resultados, y sobre todo, que den cuenta pública de cómo han utilizado esos nuevos recursos.

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Manuel de León (CSIC, Fundador del ICMAT, Real Academia de Ciencias, Real Academia Canaria de Ciencias, Real Academia Galega de Ciencias).

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5 comentarios

  1. Soy profesora de Física y Química en un Instituto de Educación Secundaria que forma parte de la red de centros STEMadrid. Desde siempre he estado muy concienciada con el impulso de la enseñanza de las Ciencias en las aulas y su valoración en nuestra sociedad. También con el hecho comprobado de que cada vez menos alumnas, al terminar el Bachillerato, eligen grados de Ingeniería o Ciencias Puras.

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