El impacto económico de las matemáticas españolas

El pasado 10 de abril tuvo lugar en Madrid la presentación del estudio Impacto socioeconómico de la investigación matemática y de la tecnología matemática en España, con la presencia de la Ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto.

Reyes Maroto, ministra de Industria

El estudio fue realizado por Afi (Analistas Financieros Internacionales) y promovido por la Red Estratégica de Matemáticas (REM), en nombre de toda la comunidad matemática española. Este estudio es un complemento perfecto del Libro Blanco sobre las Matemáticas que está desarrollando la Real Sociedad Matemática Española (RSME) con financiación de la Fundación Areces.

Como se comenta en el Prefacio del estudio:

“Las matemáticas están ayudando silenciosamente a dar forma al mundo tecnológico actual. Las matemáticas no solo proporcionan una visión profunda de procesos y sistemas, y ayudan a mejorar el conocimiento científico, sino que también contribuyen a generar valor añadido en prácticamente todos los sectores económicos. Además, se ha producido un cambio de paradigma en las aplicaciones de las matemáticas en los últimos años, ya que también proporcionan un valor añadido directo a sectores emergentes relacionados con el análisis de datos. Sin investigación, formación y transferencia matemáticas, no existirían la ingeniería o la economía en la forma que las conocemos actualmente, no existiría la informática, no habría teléfonos inteligentes, ni ordenadores, ni cuentas bancarias online, ni números pin…”

 

La ministra de Industria se refirió precisamente en su discurso a esa importancia de las matemáticas por su contribución al bienestar social y al desarrollo, tanto por su relevancia en los aspectos educativos como por ser la base de cualquier desarrollo científico y tecnológico.

Este estudio se centra en el año 2016, y sigue la senda de estudios previos realizados en Reino Unido, Holanda, Francia y Australia. Debe considerarse como una primera aproximación, porque no nos cabe duda que será crucial ir viendo la evolución de los datos en los años venideros, aparte de que ayudará a pulir la metodología utilizada.

Una de las primeras cuestiones a determinar es como desarrollar esa metodología, que descansa en la definición de las matemáticas como un bien. No es un bien como otros en los que podemos medir de manera directa su valor económico, sino lo que se puede definir muy acertadamente como un bien de club. El conocimiento matemático está al alcance de todos, los teoremas y los algoritmos los pueden utilizar cualquiera, pero para hacer un uso adecuado y eficiente, es necesario un entrenamiento y una formación previas. A mayor formación, más eficacia en su uso. Por otra parte, el carácter transversal de las matemáticas es una dificultad añadida a la medición de su impacto económico, y por eso los resultados se deben considerar como aproximaciones, aunque el rigor no se puede poner en duda en absoluto. Como señalaba en un artículo reciente el periodista Javier Sampedro, El valor del entendimiento,

“Los economistas podrán discutir la metodología del trabajo —ojalá lo hagan—, aunque deberán sopesar antes la estatura de los científicos que tienen enfrente: algunos de los mejores matemáticos del país. Los críticos deberán revisar muy bien sus cálculos antes de hacerlos públicos con gran ridículo personal y profesional.”

Un primer comentario sobre las matemáticas como un bien público es que debe matizarse que en el caso de la transferencia matemática no siempre los resultados son públicos; al contrario, permanecen bajo el secreto empresarial y en muchos casos no se permite la publicación. Otra matización es que el conocimiento matemático más básico no está tampoco de manera inmediata a disposición de todos pues las editoriales no lo permiten, con la excepción del Open Access. No parece que estos matices variarían mucho el resultado, pero sería bueno tenerlos en cuenta en futuros estudios.

La manera de calcular el impacto, tanto en empleo como en la contribución al Producto Interior Bruto, se ha basado en las estadísticas de la Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora periódicamente el Instituto Nacional de Estadistica (INE). Se han identificado aquellos empleos que usan de manera intensiva las matemáticas, ayudándose tanto de la clasificación que Deloitte hizo en el Reino Unido, como en las aportaciones de los expertos consultados. Se ha añadido a esto una estimación de las aportaciones de los productos que dependen de manera intensiva de las matemáticas. Esta aproximación combinada es la que ha arrojado las cifras finales.

Este estudio nos sirve para comparar los resultados con los previos que ya mencionamos. En la entrada El valor económico de las matemáticas, publicado hace casi 6 años, nos hacíamos eco del estudio inglés, «Mathematical Sciences Research: Leading the way to UK economic growth”, realizado en este caso por Deloitte. Desde ese estudio, se han hecho otros tres más, aunque vamos a limitarnos a los tres países europeos para que esa comparativa sea más adecuada a la hora de extraer conclusiones.

Esta es la tabla en lo que corresponde a empleos directos:

Empleo Porcentaje % Número (millones)
Reino Unido 9,8 2,8
Francia 9,0 2,4
Holanda 10,7 0,9
España 6,0 1,0

y esta en lo que toca a Producto Interior Bruto:

PIB Porcentaje % Millones de euros
Reino Unido 16,0 208
Francia 15,0 285
Holanda 13,2 71
España 10,1 103

Se constata que estamos por debajo tanto en empleo como en PIB de nuestros socios europeos, lo que la observación cualitativa nos indicaba antes del estudio. Analizar las causas e identificar medidas para superar esta brecha será el contenido de una próxima entrada.

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Manuel de León (CSIC, Fundador del ICMAT, Real Academia de Ciencias, Real Academia Canaria de Ciencias).

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