¿Por qué hablar hoy de Goethe?
A partir de la segunda mitad del siglo XIX el materialismo se impuso en el mundo. La revolución industrial, la tecnificación y la especialización científica marcaron un modo casi único de ver las cosas que, junto con el auge del colonialismo resultó en una situación que es claro antecedente de la actual (tecnificación, globalización, deshumanización,……).
El historiador de la Ciencia José Manuel Sánchez Ron ha llamado al siglo XIX el de la institucionalización de la Ciencia. De acuerdo, mediante la vinculación con los medios de gestión política y social, la Ciencia adquiere recursos que le permitirán un desarrollo sin precedentes, pero,….. conviene no olvidarlo,…. dichos desarrollo e institucionalización no están exentos del pago de unas cuotas. Hoy, cuando la industrialización y la tecnificación han empezado ya a mostrar graves inconvenientes en lo que conllevan de degradación del medio ambiente y de las condiciones de vida, es cuando la visión histórica permite ver al colonialismo como una grave epidemia de la que no por ser irreversible, debamos estar obligados a ocultar sus graves inconvenientes y los problemas generados. Los grandes avances de la Ciencia han surgido en un entorno positivista y en una compleja asociación con el materialismo y con el capital que no está exenta de dificultades y problemas.
Por todo ello conviene hoy recordar cómo era la situación antes de la llamada “institucionalización de la ciencia”, antes de la excesiva especialización y antes de la decidida vinculación entre el conocimiento y una manera de ver el mundo materialista (que es la que ha dado lugar a la ciencia actual), porque es posible que si en dicha situación hubo quien encontró resultados interesantes e ideas que iluminaron el futuro, hoy sea posible también e incluso conveniente buscar los medios de llevar a cabo, al menos en ocasiones, una ciencia independiente.
Goethe (1749-1842) fue poeta, escritor y dramaturgo, pero también tuvo cargos importantes en política (en la imagen de arriba está representado en una entrevista con Napoleón), y sus intereses no tuvieron límites. Se le considera tanto precursor como representante del romanticismo alemán. Publicó tratados científicos sobre la teoría de los colores y la metamorfosis de las plantas y descubrió el hueso intermaxilar en humanos. Hoy, en plena época de especialización científica, caben dos posibilidades: pensar que en ciencia nada se puede hacer fuera de la especialización o bien que la ciencia puede avanzar también mediante la comunicación con otras áreas de actividad humana como el arte, la literatura y la filosofía. Sospecho que los que creemos que el avance de la ciencia será siempre algo relativo nos inclinamos a defender la segunda posición, mientras que aquellos que opinan que el avance de la ciencia es absoluto, podrían ser más partidarios de que la especialización continúe. Los primeros encontraremos cierto interés en las ideas y en los poemas de Goethe que ocupaban las entradas anteriores, los segundos creerán que todo esto es inútil. Cada uno haga sus reflexiones,….