Como Darwin es utilizado por Engels II
Sigamos leyendo en la misma obra de Engels que habíamos leido en la entrada anterior (“Del socialismo utópico al socialismo científico”, publicada en Inglaterra en 1875):
Pero al extenderse la producción de mercancías, y, sobre todo, al aparecer el modo capitalista de producción, las leyes de producción de mercancías, que hasta aquí apenas habían dado señales de vida, entran en funciones de una manera franca y potente. Las antiguas asociaciones empiezan a perder fuerza, las antiguas fronteras locales se vienen a tierra, los productores se convierten más y más en productores de mercancías independientes y aislados. La anarquía de la producción social sale a la luz y se agudiza cada vez más……..Hasta que por fin, la gran industria y la implantación del mercado mundial dan carácter universal a la lucha, a la par que le imprimen una inaudita violencia. Lo mismo entre los capitalistas individuales que entre industrias y países enteros, la posesión de las condiciones-naturales o artificialmente creadas-de la producción, decide la lucha por la existencia. El que sucumbe es arrollado sin piedad. Es la lucha darvinista por la existencia individual, transplantada con redoblada furia de la naturaleza a la sociedad. La condiciones naturales de vida de la bestia se convierten en el punto culminante del desarrollo humano.
Como vemos, Darwin había visto en
Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo en la historia humana.
Y, más adelante:
Diríase de todos estos testimonios que Engels efectivamente ha reconocido y que admira la labor de un gran científico, lo cual no deja de ser sorprendente porque en sus escritos apenas menciona argumentos científicos, sino más bien sociales y económicos, es decir, coyunturales, buscando apoyo en los escritos de Darwin para sus propios propósitos. Pero todo se aclara si, para acabar, salimos de estas tinieblas en las que el gran manipulador nos ha metido a lo largo y ancho de páginas de sus escritos y nos vamos a leer detenidamente su correspondencia privada. Por ejemplo, en una carta a Piotr Lavrovich Lavrov fechada en Londres en Noviembre de 1875 se nos aclara:
De la doctrina darwinista yo acepto la teoría de evolución, pero no tomo el método de demostración de Darwin (struggle for life, natural selection) más que como una primera expresión, una expresión temporal e imperfecta, de un hecho que acaba de descubrirse. Antes de Darwin, precisamente los hombres que hoy sólo ven la lucha por la existencia (Vogt, Büchner, Moleschott, etc..), hacían hincapié en la acción coordinada en la naturaleza orgánica; subrayaban como el Reino Vegetal suministraba el oxígeno y los alimentos al Reino Animal y cómo, a la inversa, este último suministraba a aquel el ácido carbónico y los abonos, como lo recababa con especial fuerza Liebig…..Si por consiguiente, un pretendido naturalista se permite resumir toda la riqueza, toda la diversidad de la evolución histórica en una fórmula estrecha y unilateral, en la de la “lucha por la existencia”, fórmula que sólo puede admitirse hasta el dominio de la naturaleza “cum grano salis”, semejante método contiene de por sí ya su propia condena.
O más claro todavía:
Bibliografía
F. Engels. obras Escogidas III. Editorial progreso. Moscú 1976.