¡Feliz 2009: El año de la fundación del santoral ateo!
Ya llegan la Navidad y el Año Nuevo que, como siempre, recibiremos con los mejores propósitos.
Este año más si cabe, porque es el año de Darwin.
Los darwinistas, además de entonar sus villancicos y comer el turrón más selecto ganado en dura competición, preparan este año ceremonias para honrar a su profeta, para quien ya vienen reclamando un lugar en el calendario, día que algún periodista, dio en llamar hace ya años el de San Charles Darwin, y que, traduciéndolo como se hace en estos casos, debería ser llamado en español el día de San Carlos Darwin.
Entre las abundantes anécdotas, ocurrencias y chascarrillos que, los que vivimos estos momentos históricos, podremos relatar a la posteridad, nos encontramos ahora con la inauguración del santoral ateo, algo bien curioso, a la par que justo y razonable si tenemos presente que todo en la vida es competición. Siendo así las cosas, y una vez ya admitida la competición como base y fundamento de la vida, una vez demostrada la teoría darwinista que, como bien resume JAL desde una reciente entrada de su blog bio (ciencia+tecnología), consiste en que el pez gordo se come al chico, ……entonces….¿quién más apropiado para el estreno del santoral ateo que el propio Darwin? El autor que interpretó la vida como economía y substituyó en la ciencia el método inductivo por una lucha con la supervivencia (temporal) de los más aptos.
Este proselitismo papal hacia San Darwin mártir de los «Azarosos»…me resulta un tanto sospechoso por su misticismo cientifista, su ascetismo tecnócrata y por su ingenuidad angelical de confundir teoría con hecho científico llevándolo al viacrucis del dogma (Anónimo, desde un foro de El Pais)
Buena parte de la educación moderna y, por extensión, también algunas de sus faltas, se basan, más que en una pretendida objetividad de la ciencia, en estos sus fundamentos. Los darwinistas, dueños absolutos e indiscutibles de wikipedia, de multitud de editoriales, diarios, blogs auto-proclamados de evolución, biología, filosofía e incluso de religión (el ateismo y el darwinismo son las dos caras de una misma religión que presume de no serlo), reclaman ahora al parecer, que el calendario sea visto con nuevos ojos. Los señores de wikipedia anuncian cambios para la santopedia.
Y así, si seguimos sus consejos, puede que muy pronto sea reconocido el doce de Febrero como el día de Darwin, o como a otros malintencionados seguramente les gusta decir, de San Darwin, o más propiamente de San Carlos Darwin. ¡Ábrase un espacio!, ¡Hágase un hueco entre los santos de la fecha!. Santa Eulalia, San Antonio Cauleas, la Beata Humbelina, San Lúdano, San Melecio de Antioquia,…. dejen paso este año al nuevo héroe del calendario, que viene a ocupar la fecha con el fundamento de una dudosa aportación, porque como decía un comentarista anónimo en los foros de “El Pais”:
Este proselitismo papal hacia San Darwin mártir de los «Azarosos»…me resulta un tanto sospechoso por su misticismo cientifista, su ascetismo tecnócrata y por su ingenuidad angelical de confundir teoría con hecho científico llevándolo al viacrucis del dogma…Prefiero el creacionismo del Génesis, es un cuento más entretenido. Demasiado rezo formulista, mucho incienso en esta sala, aire denso, hay que abrir ventanas. Aire Nuevo
Y es que toda esta celebración darwinista viene ignorando su principal y más difícil tarea: la de demostrarnos a los paganos cuál es la aportación de Darwin a la ciencia. ¿Cabe, acaso, que todo haya sido fruto de un error? Desde aquí vamos a ayudarles un poco……..