El creacionismo, invento darwinista
El asunto que concierne a la filosofía es el de preservar el poder de las palabras más elementales a través de las cuales el ser humano se expresa
Martin Heidegger(en la imagen)
Doctrina que, en contraposición a la teoría de la evolución, defiende que cada una de las especies es el resultado de un acto particular de creación.
Siguiendo una línea de razonamiento detectivesca basada en datos estadísticos que indican que es frecuente encontrar entre los principales sospechosos de un crimen a los beneficiarios del mismo, es lícito preguntar: ¿Quién es beneficiario principal del uso y extensión de la palabreja Creacionismo? La respuesta surge inmediata: El darwinismo. Al inventarse un enemigo numeroso, bien disciplinado y sin argumentos científicos, los verdaderos enemigos, científicos bien preparados, se esfuman. Sus únicos oponentes visibles carecen de criterio científico. Mediante el desarrollo de un hipotético pensamiento basado en modelos “creacionistas” y, por tanto a-científicos, el darwinismo navega libre en el mar de la ciencia que ha quedado plenamente a su disposición. En la bodega de su trasatlántico viaja secuestrada la biología. Esto, como decía al principio no es nuevo. Que yo sepa, el propio Darwin fue el primero si no en utilizar la palabreja Creacionista, si en introducirla y darle la bienvenida en el entorno académico. En cartas a sus amigos Huxley y Lyell, decía:
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CHARLES DARWIN TO T.H. HUXLEY.
Ilkley, November 25th [1859].
My dear Huxley,
Your letter has been forwarded to me from Down.Like a good Catholic who has received extreme unction, I can now sing «nunc dimittis.»I should have been more than contented with one quarter of what you have said.
Exactly fifteen months ago, when I put pen to paper for this volume, I had awful misgivings; and thought perhaps I had deluded myself, like so many have done, and I then fixed in my mind three judges, on whose decision I determined mentally to abide.The judges were Lyell, Hooker, and yourself.
It was this which made me so excessively anxious for your verdict.I am now contented, and can sing my nunc dimittis.What a joke it would be if I pat you on the back when you attack some immovable creationist!
CHARLES DARWIN TO C. LYELL.
15 Marine Parade, Eastbourne,
October 8th [1860].
My dear Lyell,
I send the [English] translation of Bronn (A MS. translation of Bronn’s chapter of objections at the end of his German translation of the ‘Origin of Species.’), the first part of the chapter with generalities and praise is not translated.There are some good hits.He makes an apparently, and in part truly, telling case against me, says that I cannot explain why one rat has a longer tail and another longer ears, etc.But he seems to muddle in assuming that these parts did not all vary together, or one part so insensibly before the other, as to be in fact contemporaneous.I might ask the creationist whether he thinks these differences in the two rats of any use, or as standing in some relation from laws of growth; and if he admits this, selection might come into play.He who thinks that God created animals unlike for mere sport or variety, as man fashions his clothes, will not admit any force in my argumentum ad hominem.
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Como queriendo marcar una clara diferencia entre si mismo y ese “immobable creationist” del primero o “creationist” del segundo. Pero él mismo, en El Origen del hombre” había escrito:
The question is of course wholly distinct from that higher one, whether there exists a Creator and Ruler of the universe; and this has been answered in the affirmative by some of the highest intellects that have ever existed
Y al final de su obra magna:
Hay grandeza en esta concepción de que la vida, con sus diferentes facultades, fue originalmente alentada por el creador en unas cuantas formas o en una sola, y que, mientras este planeta ha ido girando según la constante ley de la gravitación, se han desarrollado y se están desarrollando, a partir de un comienzo tan sencillo, infinidad de formas cada vez más bellas y maravillosas.
Y es que puede que la disputa entre evolucionismo y creacionismo sea una construcción artificial elaborada y mantenida por los darwinistas desde los tiempos y el entorno del propio Darwin. Si creacionismo significa presentar argumentos religiosos para rebatir tesis científicas, esto no puede tener ningún futuro a no ser que los científicos admitan tal discurso erróneo. Finalmente si creacionismo significa aportar datos que revelan la existencia de mecanismos complejos en la naturaleza que el darwinismo no explica, entonces esto no es creacionismo sino pura ciencia, pero seguro que hay quien espera poder incorporar un día dichos datos bajo la hipótesis darwinista. Mientras tanto, conviene etiquetarlos como “creacionismo”.