Censura darwinista en la revista de la Asociación para El Avance de la Ciencia y la Tecnología en España: la AACTE se convierte al darwinismo
Entorpecer el discurso del lenguaje con circunloquios, ambigüedades, metáforas insulsas y otros laberintos es algo más extendido en el lenguaje inglés que en el español, porque, como reconoció Henry James, que los conocia muy bien, los ingleses se caracterizan por su incapacidad para aceptar las situaciones netas.
El español, por su parte, es más de llamar al pan, pan y al vino, vino y, por eso, el empeño por traducir algunos de aquellos laberintos del inglés, puede resultar en situaciones grotescas. Un ejemplo es el concepto de selección natural. Los darvinistas, que ya van teniendo serias dificultades para defenderlo en inglés, se ponen en evidencia cuando emprenden su defensa en español.
La Revista de la AACTE nos ha proporcionado un buen ejemplo que comentaré a continuación.
La Asociación para El Avance de la Ciencia y la Tecnología en España se nos ha convertido abierta y manifiestamente al darwinismo. Su revista, Apuntes de Ciencia y Tecnología ha cambiado de comité editorial y el nuevo comité presenta los toscos modales del darwinismo más rancio. El texto que sigue aporta las pruebas, pero antes de entrar en materia una breve introducción para quien no conozca y desee conocer cómo es el funcionamiento normal del proceso de publicación en las revistas científicas. Quien lo conozca (o no desee conocerlo) puede pasar directamente al siguiente párrafo. Habitualmente el proceso de selección de los artículos que se incorporarán en el contenido de una revista científica corre a cargo del comité editorial, principalmente del editor-jefe. Así cuando un artículo es enviado para su publicación, el editor-jefe suele elegir a dos o tres evaluadores que leen el artículo e informan acerca de su contenido y de la conveniencia o no de su publicación. La revista de la ACCTE sigue este esquema general que, como podemos imaginar da bastante libertad y capacidad de decisión al comité editorial y sobre todo al editor-jefe.
El año pasado publiqué en dicha revista un comentario del libro de Máximo Sandín, titulado “Pensando la evolución, pensando la vida” (eds. Crimentales). Máximo había publicado por fin sus artículos de muchos años de reflexión y crítica en un libro y para mí había sido una satisfacción el asistir a su presentación, leerlo y escribir un comentario acerca del mismo que titulé “Remedios para la frustración” y que se publicó en la revista de la ACCTE, aunque lamentablemente sin el título. Su versión completa con el título está ahora en prensa en Asclepio.
Cuando me enteré de que la revista de la ACCTE preparaba un ejemplar dedicado a conmemorar el centenario de Darwin, les envié un artículo titulado “El traje nuevo de Darwin”, que está en prensa en el Boletín de la Sociedad Española de Historia Natural y cuyo contenido (pre-print) puede verse aquí.
Me sorprendió una larga respuesta de la nueva editora de la revista, pero sobre todo me sorprendieron los comentarios de los evaluadores que ella había elegido. Eran éstos (los he escrito íntegramente en cursiva para que quien no desee leerlos y quiera ir directamente a mi respuesta pueda hacerlo con facilidad):
Revisor 1
Pocas veces he tenido la oportunidad de leer un batiburrillo de ideas mal digeridas y peor presentadas comparable al artículo del Dr. Cervantes. A juzgar por lo que escribe el autor no es totalmente un indocumentado, pero si que parece tener graves problemas para entender algunas de las obras que cita. A título de ejemplo, me limitaré a mencionar su total confusión respecto a la intestabilidad de las ciencias históricas. Hay tres elementos que destacar en cuanto a la «intestabilidad» y por tanto a la «falta de adecuación al método científico de la teoría de la evolución»
En primer lugar, en cuanto a la definición de los elementos de una teoría científica. La definición de estrella ha cambiado enormemente desde los tiempos de Galileo, quien no podía siquiera sospechar las causas de su calor ni de su brillo porque ignoraba las fuerzas de la naturaleza implicadas en producirlos. Eso no quiere decir que Galileo no fuera un científico ni que la astronomía no sea una ciencia. Del mismo modo y hasta el momento, las posibles ambigüedades y polémicas sobre el concepto de especie no han herido fatalmente a la teoría de la evolución. Bien el contrario, han contribuido a fortalecerla.
En segundo lugar, cuando el Dr. Cervantes afirma «Es imposible someter a experimentación la evolución» parece ignorar la amplísima literatura que demuestra que no hace falta diseñar experimentos de laboratorio para testar determinadas teorías científicas. Ramas de la ciencia como la cosmología, la arqueología, la economía, la astronomía, la paleontología y -por supuesto- la evolución, testan (¡y refutan!) hipótesis e incluso teorías constantemente sin experimentos de laboratorio. A este respecto, cabe recomendar al autor que lea obras posteriores de Popper, en las que se retracta de sus afirmaciones sobre el darwinismo. No solo le permitirán darse cuenta de que los propios autores de algunas de sus citas se percataron eventualmente de sus errores, si no que es posible que sus argumentos le sean de algún provecho.
En tercer lugar, abundando en la cuestión de la testabilidad, si el autor repasara la literatura reciente sobre evolución molecular, podría observar como las ideas de Darwin son puestas a prueba. Existen predicciones claras sobre los patrones de diversidad genética que deberían observarse en una muestra concreta de individuos (de una o de distintas especies) si es que la selección natural ha actuó sobre sus ancestros. Estas predicciones dan lugar a tests estadísticos tan rigurosos y precisos como los que se utilizan en, por ejemplo, la física y la química. Algunas veces la hipótesis de la selección natural es refutada y se concluye que son otras fuerzas las que han configurado determinadas características de, por ejemplo, un gen. Otras veces no sólo se acepta (provisionalmente) la idea de selección natural, sino que se infiere gran cantidad de información sobre el tiempo y el modo de actuación de esos procesos selectivos.
Finalmente, destacar que el darwinismo es ciencia y buena ciencia. No solamente por la enorme cantidad de evidencias convergentes que apoyan la teoría de la evolución por selección natural, sino porque es una teoría fructífera. Gracias al darwinismo entendemos desde porqué se nos pone la piel de gallina a las causas de la creciente resistencia de las bacterias a ciertos antibióticos. El darwinismo explica el mundo y nos permite actuar sobre el. El darwinismo salva vidas.
Revisor 2
El artículo del Dr. Cervantes no me parece un artículo científico, sino de opinión y, en general, plantea puntos de vista bastante criticables. Repasaré sólo algunos destacados.
Marx y Engels admiraban a Darwin. La propia cita de Engels no es una crítica a Darwin sino a la sociedad capitalista, especialmente la inglesa. Y la cita de Marx es una crítica que demuestra lo poco que sabía Marx de ciencia. En general, Marx y los marxistas han apoyado la teoría de la evolución, pero han sostenido que no se aplica al hombre (algo que hace unos años se le escapó también a Ginés Morata en una entrevista). En mi opinión el hombre no escapa de las leyes naturales (ni siquiera de la ley de la gravedad, a pesar de los aviones). La opinión de Nietzsche (y, en general, todas esas opiniones filosóficas o religiosas, incluso las de los científicos que no argumentan como tales) no aporta nada a la cuestión científica.
Según la opinión del autor de este escrito, el 80% de la astronomía, la mineralogía, la paleontología, la cosmología, no es ciencia. Y la teoría del big bang no es una teoría científica. Su planteamiento parece ser que, puesto que no podemos extrapolar a tiempos geológicos, debemos olvidarnos del asunto…. El autor parece ser, por tanto, una especie de «agnóstico de la evolución» (ni se sabe ni se sabrá nunca, es todo demasiado complicado). Es parecido a uno de los argumentos de los defensores del diseño inteligente: demasiado complejo para no haber sido diseñado.
Que yo sepa en evolución sí se experimenta. Por ejemplo, en especies que se reproducen muy rápido o con tasas muy altas de mutación. Y también se hacen experimentos virtuales que en mi opinión son válidos: qué sucedería en un sistema (virtual) formado por seres que proceden de otros similares, de los que heredan sus características con una cierta probabilidad de modificación, y que están sometidos a una cierta presión, de manera que no todos pueden generar nuevos seres (por ejemplo, palabras que generan otras palabras, etc).
En fin, no siempre la palabra clave es experimento (siempre se puede decir además que cualquier experimento es criticable: se hace en condiciones controladas y buscando algo concreto, por lo que hay un cierto prejuicio, y se mide y por tanto se interacciona con el sistema…). La otra palabra clave es la observación (clave también en astronomía, sobre todo hasta que se empezaron a lanzar objetos al espacio, pero también hoy día; y clave en paleontología y mineralogía y cosmología). Observamos fenómenos que queremos explicar y las teorías nos valen mientras no se contradigan con las observaciones. En estudios sobre la evolución, esas observaciones contradicen, apoyan, o son neutras frente al neodarwinismo. Por ejemplo, Margulis plantea su hipótesis simbiótica… ¿la tenemos que tirar a la basura porque no estábamos allí para ver cómo nacieron las primeras células eucariotas, en periodos también geológicos?
Por último, no aporta lo esencial: si el autor quiere acabar con el (neo)darwinismo, que diga qué observación contradice la teoría, o que proponga una teoría alternativa que explique mejor el conjunto de observaciones. Así es como se acaba en ciencia con una teoría, no con cuentos de emperadores ni con citas de filósofos o científicos religiosos. El principio de autoridad no vale, así que no tiene ninguna importancia si a Nietszche le disgustaba el darwinismo.
Como nota anecdótica, el autor ni siquiera cuenta bien el cuento del emperador. ¿Por qué va desnudo el emperador? Porque ha encargado el traje más soberbio y le han vendido eso, haciéndole creer que es un traje espléndido pero que hay que ser puro de corazón para apreciarlo. Nadie quiere reconocer, menos delante del emperador y mucho menos él mismo, que no tiene la cualidad necesaria para darse cuenta de lo espléndido del traje.
Ante semejante avalancha mi respuesta fue (en cursiva, el texto de los evaluadores):
Estimada ……….,
Le debo una respuesta a sus comentarios. En primer lugar a los comentarios de los evaluadores que usted ha seleccionado para juzgar mi artículo. En segundo lugar, un comentario final para los tres, sus dos evaluadores y usted.
Comienzo por los relativos a los revisores encargados de la evaluación de mi artículo:
Primer revisor
El primer evaluador es demasiado ofensivo. En mi carrera, hasta este momento, jamás me había sentido insultado personalmente como ahora al recibir los comentarios de un evaluador. Creo que es un grave defecto que deberán corregir en su revista si no quiere que la AACTE sufra por ello un grave descrédito. Parece que algo le ha afectado personalmente en el escrito y, créame, no hay ninguna intención de ofensa personal en mi escrito y menos dirigido a su evaluador. Fíjese cómo empieza su evaluación:
Pocas veces he tenido la oportunidad de leer un batiburrillo de ideas mal digeridas y peor presentadas comparable al artículo del Dr. Cervantes. A juzgar por lo que escribe el autor no es totalmente un indocumentado, pero si que parece tener graves problemas para entender algunas de las obras que cita.
Francamente, ……., parece que este evaluador está evaluando otro artículo. Yo en ningún momento he tratado de «inestabilidad de las Ciencias Históricas».
Yo tampoco he discutido la «Teoría de Evolución» sino la teoría darwinista de evolución por selección natural. Parecen ustedes confundir ambos conceptos y son bien diferentes.
En cuanto a: afirma «Es imposible someter a experimentación la evolución», el evaluador debería citar la frase completa y discutirla en su totalidad. Esto es lo que digo y lo mantengo. En el laboratorio se pueden hacer aproximaciones, pero la evolución no se puede someter a experimentación. Esta es la sentencia completa que el evaluador debería haber discutido:
Es imposible someter a experimentación la evolución. Cualesquiera que sean los resultados de laboratorio no son extrapolables a los tiempos geológicos.
Pero, si bien este evaluador es muy agresivo al principio, al final es dos cosas bien diferentes: primero confuso y luego muy paternalista. Extraña combinación en un mismo texto. Así cuando dice:
Algunas veces la hipótesis de la selección natural es refutada y se concluye que son otras fuerzas las que han configurado determinadas características de, por ejemplo, un gen. Otras veces no sólo se acepta (provisionalmente) la idea de selección natural, sino que se infiere gran cantidad de información sobre el tiempo y el modo de actuación de esos procesos selectivos.
Finalmente, destacar que el darwinismo es ciencia y buena ciencia. No solamente por la enorme cantidad de evidencias convergentes que apoyan la teoría de la evolución por selección natural, sino porque es una teoría fructífera. Gracias al darwinismo entendemos desde porqué se nos pone la piel de gallina a las causas de la creciente resistencia de las bacterias a ciertos antibióticos. El darwinismo explica el mundo y nos permite actuar sobre el. El darwinismo salva vidas.
El primer párrafo es confuso, porque,…. entonces la selección natural qué es: ¿Una hipótesis?, ¿una idea?, ¿una teoría fructífera?. ¿Qué es la selección natural que ustedes confunden con tantas cosas? . Yo se lo respondo: Una tautología.
Y el último párrafo de sus comentarios es ñoño, blando y paternalista. Se lo podía haber ahorrado. Ya se que no les gusta mi crítica. A mi tampoco la suya.
Ustedes los darwinistas deberán tener mucho cuidado con lo que dicen. Su afirmación El darwinismo salva vidas indica claramente que, sea lo que sea, el darwinismo no es una teoría científica. Ninguna teoría científica salva vidas.
Segundo revisor:
El segundo evaluador parece mejor persona pero también está un poco despistado. Pongo en cursiva sus comentarios y luego los refuto:
Marx y Engels admiraban a Darwin.
No señor. Ambos utilizaron a Darwin y luego lo despreciaron.
Marx y los marxistas han apoyado la teoría de la evolución.
Falso. Se han servido de ella.
En mi opinión el hombre no escapa de las leyes naturales.
¿En dónde he dicho yo que el hombre escape de las leyes naturales?
En fin, no siempre la palabra clave es experimento.
En biología sí.
Por último, no aporta lo esencial: si el autor quiere acabar con el (neo)darwinismo, que diga qué observación contradice la teoría.
La teoría se contradice a si misma por ser una tautología.
Como nota anecdótica, el autor ni siquiera cuenta bien el cuento del emperador.
Los cuentos cada uno los cuenta como le conviene. Y en eso son ustedes expertos.
Los cuentos cada uno los cuenta como le conviene. Y en eso son ustedes expertos
Comentario final
Los tres. Usted, ……….., y sus dos evaluadores, han confundido teoría de evolución con teoría de evolución por selección natural. Yo no he criticado en mi escrito la Teoria de Evolución, ni he criticado ninguna de sus aproximaciones experimentales al estudio de la evolución. He mirado sus páginas web y en lo que he visto no he encontrado la «selección natural» por ningún lado. Se pueden hacer aproximaciones experimentales muy válidas al estudio de la evolución y yo eso no lo discuto en mi artículo ni en ningún lado. No se puede experimentar con la evolución. Es distinto «aproximación experimental» a «experimentar con…» («someter la evolución a experimentación»). En cuanto a la Teoría de Evolución por selección natural, el primer evaluador nos ha demostrado lo que es: Un batiburrillo. Una tautología de nulo valor científico.
Un cordial saludo,
Hemos de ir preparándonos para lo que se nos viene encima con la conmemoración del centenario de Darwin. Por mi parte insisto en lo que dije: Aquellos que lo celebran dedíquense a demostrar la contribución real de Darwin a la ciencia. ¿Se trata como yo pienso de la teoría de evolución de las especies por selección natural o hay más?. ¿En qué consiste dicha teoría?. ¿Es el darwinismo algo más que la pertinaz defensa de dicha teoría o como indicaba el evaluador número 1 es una verdadera religión cuya finalidad es salvar vidas? (¿quiso decir almas?). Tienen todo un año para explicarse, pero por favor no sean tan agresivos que no por ello les daremos la razón.