Disparate y verbosidad en el párrafo cuadrigentésimo octogésimo de El Origen de las Especies
El párrafo comienza con un disparate mayúsculo:
Las leyes y hechos anteriores, por el contrario, me parece que indican claramente que la esterilidad, tanto de los primeros cruzamientos como de los híbridos, es simplemente incidental o dependiente de diferencias desconocidas en su aparato reproductor, siendo las diferencias de naturaleza tan particular y limitada, que, en cruzamientos recíprocos entre las dos mismas especies, el elemento sexual masculino de una actuará muchas veces sin dificultad sobre el elemento sexual femenino de la otra, pero no en sentido inverso.
La esterilidad entre distintas especies no es incidental. Incidental no es equivalente de dependiente de diferencias desconocidas en su aparato reproductor.
Al leer lo siguiente he sospechado que iría seguido de algún disparate:
Será conveniente explicar un poco más, mediante un ejemplo, lo que entiendo por ser la esterilidad dependiente de otras diferencias, y no una cualidad especialmente concedida.
Lean ustedes el resto y díganme si me equivocaba o no.
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The foregoing rules and facts, on the other hand, appear to me clearly to indicate that the sterility, both of first crosses and of hybrids, is simply incidental or dependent on unknown differences in their reproductive systems; the differences being of so peculiar and limited a nature, that, in reciprocal crosses between the same two species, the male sexual element of the one will often freely act on the female sexual element of the other, but not in a reversed direction. It will be advisable to explain a little more fully, by an example, what I mean by sterility being incidental on other differences, and not a specially endowed quality. As the capacity of one plant to be grafted or budded on another is unimportant for their welfare in a state of nature, I presume that no one will suppose that this capacity is a SPECIALLY endowed quality, but will admit that it is incidental on differences in the laws of growth of the two plants. We can sometimes see the reason why one tree will not take on another from differences in their rate of growth, in the hardness of their wood, in the period of the flow or nature of their sap, etc.; but in a multitude of cases we can assign no reason whatever. Great diversity in the size of two plants, one being woody and the other herbaceous, one being evergreen and the other deciduous, and adaptation to widely different climates, does not always prevent the two grafting together. As in hybridisation, so with grafting, the capacity is limited by systematic affinity, for no one has been able to graft together trees belonging to quite distinct families; and, on the other hand, closely allied species and varieties of the same species, can usually, but not invariably, be grafted with ease. But this capacity, as in hybridisation, is by no means absolutely governed by systematic affinity. Although many distinct genera within the same family have been grafted together, in other cases species of the same genus will not take on each other. The pear can be grafted far more readily on the quince, which is ranked as a distinct genus, than on the apple, which is a member of the same genus. Even different varieties of the pear take with different degrees of facility on the quince; so do different varieties of the apricot and peach on certain varieties of the plum.
Las leyes y hechos anteriores, por el contrario, me parece que indican claramente que la esterilidad, tanto de los primeros cruzamientos como de los híbridos, es simplemente incidental o dependiente de diferencias desconocidas en su aparato reproductor, siendo las diferencias de naturaleza tan particular y limitada, que, en cruzamientos recíprocos entre las dos mismas especies, el elemento sexual masculino de una actuará muchas veces sin dificultad sobre el elemento sexual femenino de la otra, pero no en sentido inverso. Será conveniente explicar un poco más, mediante un ejemplo, lo que entiendo por ser la esterilidad dependiente de otras diferencias, y no una cualidad especialmente concedida. Como la capacidad de una planta para ser injertada en otras es sin importancia para su prosperidad en estado natural, presumo que nadie supondrá que esta capacidad es una cualidad especialmente concedida, sino que admitirá que es dependiente de diferencias en las leyes de crecimiento de las dos plantas. A veces podemos ver la causa por la que un árbol no prende en otro por diferencias en su velocidad de crecimiento, en la dureza de su madera, en el período de la subida de la savia o en la naturaleza de ésta, etc.; pero en una multitud de casos no podemos asignar causa alguna. Una gran diferencia de tamaño en las plantas, el ser una leñosa y otra herbácea, el ser una de hoja persistente y la otra de hoja caduca, y la adaptación de climas muy diferentes, no siempre impiden el que puedan injertarse una en otra. Lo mismo que en la hibridación, también en el injerto la capacidad está limitada por la afinidad sistemática, pues nadie ha podido injertar uno en otro árboles pertenecientes a familias completamente distintas y, por el contrario, especies muy afines y variedades de la misma especie pueden, por lo común, aunque no siempre, ser injertadas con facilidad unas en otras. Pero esta capacidad, lo mismo que ocurre en la hibridación, no está, en modo alguno, regida por la afinidad sistemática. Aun cuando muchos géneros distintos de la misma familia han sido injertados mutuamente, en otros casos especies del mismo género no prenden unas en otras. El peral puede ser injertado mucho más fácilmente en el membrillero, que se clasifica como un género distinto, que en el manzano, que pertenece al mismo género. Hasta las diferentes variedades del peral prenden, con distintos grados de facilidad, en el membrillero, y lo mismo ocurre con diferentes variedades de albaricoquero y melocotonero en ciertas variedades de ciruelo.
Lectura aconsejada:
- Manual para detectar la impostura científica: Examen del libro de Darwin por Flourens. Digital CSIC, 2013. 225 páginas.