Siguen los experimentos con semillas en el sexcentésimo trigésimo noveno párrafo del Origen de las Especies

Explica el autor que, inspirado por sus experimentos, M. Martens hizo otros semejantes. Tampoco parece que M. Martens hiciese muchas repeticiones para sus experimentos.

 

El interés científico brilla por su ausencia:

 

El resultado fue que 18/98 de sus semillas de diferentes clases flotaron cuarenta y dos días, y luego fueron capaces de germinar;

 

Pero, ¿Cuáles son esas clases? Y ¿Qué tienen en común entre ellas?

 

 

 

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Subsequently to my experiments, M. Martens tried similar ones, but in a much better manner, for he placed the seeds in a box in the actual sea, so that they were alternately wet and exposed to the air like really floating plants. He tried ninety-eight seeds, mostly different from mine, but he chose many large fruits, and likewise seeds, from plants which live near the sea; and this would have favoured both the average length of their flotation and their resistance to the injurious action of the salt-water. On the other hand, he did not previously dry the plants or branches with the fruit; and this, as we have seen, would have caused some of them to have floated much longer. The result was that 18/98 of his seeds of different kinds floated for forty-two days, and were then capable of germination. But I do not doubt that plants exposed to the waves would float for a less time than those protected from violent movement as in our experiments. Therefore, it would perhaps be safer to assume that the seeds of about 10/100 plants of a flora, after having been dried, could be floated across a space of sea 900 miles in width, and would then germinate. The fact of the larger fruits often floating longer than the small, is interesting; as plants with large seeds or fruit which, as Alph. de Candolle has shown, generally have restricted ranges, could hardly be transported by any other means.

 

Después de mis experimentos, míster Martens hizo otros semejantes; pero de un modo mucho mejor, pues colocó las semillas dentro de una caja en el mismo mar, de manera que estaban alternativamente mojadas y expuestas al aire como plantas realmente flotantes. Ensayó 98 semillas, en su mayor parte diferentes de las mías, y eligió muchos frutos grandes, y también semillas de plantas que viven cerca del mar, lo cual tenía que ser favorable, tanto para el promedio de duración de la flotación como para la resistencia a la acción nociva del agua salada. Por el contrario, no hacía secar previamente las plantas o ramas con los frutos, y esto, como hemos visto, hubiera hecho que algunas de ellas hubiesen flotado mucho más tiempo. El resultado fue que 18/98 de sus semillas de diferentes clases flotaron cuarenta y dos días, y luego fueron capaces de germinar; aunque no dudo que las plantas sometidas a la acción de las olas flotarían durante menos tiempo que las protegidas contra los movimientos violentos, como ocurre en nuestros experimentos. Por consiguiente, quizá sería más seguro admitir que las semillas de 10/100 aproximadamente, de las plantas de una flora, podrían, después de haberse secado, atravesar flotando un espacio de más de 900 millas de ancho, y germinarían luego. El hecho de que los frutos grandes muchas veces floten más tiempo que los pequeños es interesante, pues las plantas con semillas o frutas grandes, que, como ha demostrado Alph. Candolle, tienen generalmente distribución geográfica limitada, difícilmente pudieron ser transportadas por otros medios.

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