Epíteto mal traducido y eterna promesa de una explicación futura en el sexagésimo párrafo de El Origen de las Especies

El autor no pone mucho cuidado en distinguir lo que son diferencias individuales de las diferencias entre especies, pero esto no nos sorprende porque las categorías taxonómicas es algo que no le preocupa lo más mínimo. Si su definición de especie es peregrina, la de género,  familia, orden o clase,  no aparecen por ningún lado.

Donde  en inglés dice:

in which species present an inordinate amount of variation

Se ha traducido a veces:

en los cuales las especies presentan una extraordinaria variación

 

Pero la  traducción correcta del epíteto inordinate es inmoderado o excesivo, con lo cual en español la frase es:

en los cuales las especies presentan una inmoderada variación

 

O bien:

en los cuales las especies presentan una variación excesiva

Pero,…….: ¿Quién puede aspirar a la objetividad si encuentra en la naturaleza aspectos inmoderados o excesivos?

Lo correcto sería decir simplemente:

 

in which species present a great amount of variation

en los cuales las especies presentan una gran variación

 

Esto sería más exacto, pero iría contra la retórica pomposa del autor a quien como en otros casos,  una traducción justa habría puesto en evidencia, revelando la incorrección.  El autor habla de la naturaleza como quien habla de una obra humana. A un edificio, a una granja, a un cuartel se pueden aplicar los epítetos inmoderado o excesivo; a una obra de la naturaleza, no. Ni el Kilimanjaro es inmoderado ni el Nilo excesivo.

 

La frase final tiene mucha gracia y nos deja en suspense en espera de una explicación que nunca llegará:

 

I am inclined to suspect that we see, at least in some of these polymorphic genera, variations which are of no service or disservice to the species, and which consequently have not been seized on and rendered definite by natural selection, as hereafter to be explained.

 

Me inclino a sospechar que, por lo menos en algunos de estos géneros polimorfos, vemos variaciones que no son ni de utilidad ni de perjuicio para la especie, y que, por consiguiente, la selección natural no ha recogido ni precisado, según se explicará más adelante.

 

There is one point connected with individual differences which is extremely perplexing: I refer to those genera which have been called «protean» or «polymorphic,» in which species present an inordinate amount of variation. With respect to many of these forms, hardly two naturalists agree whether to rank them as species or as varieties. We may instance Rubus, Rosa, and Hieracium among plants, several genera of insects, and of Brachiopod shells. In most polymorphic genera some of the species have fixed and definite characters. Genera which are polymorphic in one country seem to be, with a few exceptions, polymorphic in other countries, and likewise, judging from Brachiopod shells, at former periods of time. These facts are very perplexing, for they seem to show that this kind of variability is independent of the conditions of life. I am inclined to suspect that we see, at least in some of these polymorphic genera, variations which are of no service or disservice to the species, and which consequently have not been seized on and rendered definite by natural selection, as hereafter to be explained.

 

Existe un punto relacionado con las diferencias individuales que es en extremo desconcertante: me refiero a aquellos géneros que han sido llamados proteos o polimorfos, en los cuales las especies presentan una extraordinaria variación. Por lo que se refiere a muchas de estas formas, difícilmente dos naturalistas se ponen de acuerdo en clasificarlas como especies o como variedades. Podemos poner como ejemplo Rubus, Rosa y Hieracium, entre las plantas; algunos géneros de insectos y de braquiópodos. En la mayor parte de los géneros polimorfos, algunas de las especies tienen caracteres fijos y definidos. Los géneros que son polimorfos en un país parecen ser, con pocas excepciones, polimorfos en otros países, y también -a juzgar por los braquiópodos- en períodos anteriores. Estos hechos son muy desconcertantes, porque parecen demostrar que esta clase de variabilidad es independiente de las condiciones de vida. Me inclino a sospechar que, por lo menos en algunos de estos géneros polimorfos, vemos variaciones que no son ni de utilidad ni de perjuicio para la especie, y que, por consiguiente, la selección natural no ha recogido ni precisado, según se explicará más adelante.

 

 

Imagen: Polyommatus icarus, una especie, al parecer, polimorfa. Tomada de  Asturnatura.com

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