Curiosa explicación de la ausencia de razas del gato doméstico en el quincuagésimo cuarto párrafo de El Origen de las Especies
Para no variar y siguiendo la norma de todo el capítulo, el autor confunde de nuevo selección con mejora, selection con breeding: Y así cuando dice:
Aun cuando no dudo que unos animales domésticos varían menos que otros, sin embargo, la escasez o ausencia de razas distintas del gato, del asno, pavo real, del ganso, etc., puede atribuirse, en gran parte, a que no se ha puesto en juego la selección: en los gatos, por la dificultad de aparearlos……………
Porque lo que no se ha debido de poner en juego, según la opinión del autor, es un programa de mejora, del cual la selección sería parte.
Pero…..¿Acaso no existían razas de gatos en la Inglaterra victoriana? , ¿No trata el mismo autor del gato de Angora en su libro titulado The Variation of Animals and Plants Under Domestication?
¿De dónde ha sacado el autor esta información tan curiosa?:
la escasez o ausencia de razas distintas del gato, del asno, pavo real, del ganso, etc., puede atribuirse, en gran parte, a que no se ha puesto en juego la selección
¿Y esta otra que tanto indica acerca del concepto que tiene de esos «otros paises» ?:
los gatos, por sus costumbres de vagar de noche, no pueden ser apareados fácilmente, y, aunque tan estimados por las mujeres y níños, rara vez vemos una raza distinta conservada mucho tiempo; las razas que vemos algunas veces son casi siempre importadas de otros países.
With animals, facility in preventing crosses is an important element in the formation of new races–at least, in a country which is already stocked with other races. In this respect enclosure of the land plays a part. Wandering savages or the inhabitants of open plains rarely possess more than one breed of the same species. Pigeons can be mated for life, and this is a great convenience to the fancier, for thus many races may be improved and kept true, though mingled in the same aviary; and this circumstance must have largely favoured the formation of new breeds. Pigeons, I may add, can be propagated in great numbers and at a very quick rate, and inferior birds may be freely rejected, as when killed they serve for food. On the other hand, cats, from their nocturnal rambling habits, can not be easily matched, and, although so much valued by women and children, we rarely see a distinct breed long kept up; such breeds as we do sometimes see are almost always imported from some other country. Although I do not doubt that some domestic animals vary less than others, yet the rarity or absence of distinct breeds of the cat, the donkey, peacock, goose, etc., may be attributed in main part to selection not having been brought into play: in cats, from the difficulty in pairing them; in donkeys, from only a few being kept by poor people, and little attention paid to their breeding; for recently in certain parts of Spain and of the United States this animal has been surprisingly modified and improved by careful selection; in peacocks, from not being very easily reared and a large stock not kept; in geese, from being valuable only for two purposes, food and feathers, and more especially from no pleasure having been felt in the display of distinct breeds; but the goose, under the conditions to which it is exposed when domesticated, seems to have a singularly inflexible organisation, though it has varied to a slight extent, as I have elsewhere described.
En los animales, la facilidad en evitar los cruzamientos es un importante elemento en la formación de nuevas razas; por lo menos, en un país que está ya provisto de otras. En este concepto, el aislamiento del país representa algún papel. Los salvajes errantes y los habitantes de llanuras abiertas rara vez poseen más de una raza de la misma especie. Las palomas pueden ser apareadas para toda su vida, y esto es una gran ventaja para el criador, pues así muchas razas pueden ser mejoradas y mantenidas puras, aunque estén mezcladas en el mismo palomar, y esta circunstancia debe de haber favorecido mucho la formación de nuevas razas. Las palomas, debo añadir, pueden propagarse mucho en número y en progresión rapidísima, y los ejemplares inferiores pueden rechazarse sin limitación, pues muertos sirven para alimento. Por otra parte, los gatos, por sus costumbres de vagar de noche, no pueden ser apareados fácilmente, y, aunque tan estimados por las mujeres y níños, rara vez vemos una raza distinta conservada mucho tiempo; las razas que vemos algunas veces son casi siempre importadas de otros países. Aun cuando no dudo que unos animales domésticos varían menos que otros, sin embargo, la escasez o ausencia de razas distintas del gato, del asno, pavo real, del ganso, etc., puede atribuirse, en gran parte, a que no se ha puesto en juego la selección: en los gatos, por la dificultad de aparearlos; en los asnos, porque los tiene sólo en corto número la gente pobre y se presta poca atención a su cría, pues recientemente, en algunas partes de España y de los Estados Unidos, este animal ha sido sorprendentemente modificado y mejorado mediante cuidadosa selección; en los pavos reales, porque no se crían muy fácilmente y no se tienen grandes cantidades; en los gansos, por ser estimados sólo para dos objetos, alimento y plumas, y especialmente por no haber sentido gusto en la exhibición de las distintas razas; y el ganso, en las condiciones a que está sometido cuando está domesticado, parece tener una organización singularmente inflexible, aunque ha variado en pequeña medida, como he descrito en otra parte.
Imagen de Mundogatos