La divulgación científica: Un ejemplo lamentable y tres consejos
Uno de los problemas con que se enfrenta hoy la Ciencia es la debilidad de su divulgación. Una de las posibles causas consiste en que los científicos hemos descuidado tradicionalmente este aspecto. Encerrados en la torre de marfil, seguimos pensando que la manera en que los resultados de nuestro trabajo lleguen al público no-especializado no es parte importante del mismo; puesto que, la Ciencia, contiene una importancia intrínseca que lo fundamenta y garantiza su continuidad.
Pero no es así. Si no cuenta con una divulgación adecuada, el trabajo del científico corre el riesgo de quedar en agua de borrajas….. O todavía peor, en manos de un periodista incompetente, los resultados de la investigación científica se convierten en armas arrojadizas que ponen en peligro la credibilidad de la investigación y, por lo tanto, su desarrollo, porque una investigación no creíble es una investigación con un porvenir marcado.
Hoy no hablaré aquí de ningún trabajo científico sino de la lamentable divulgación que de uno de ellos se ha hecho en el periódico “El Mundo”, en su suplemento de Castilla y León del 12 de Julio.
El periodista comenta resultados de una investigación reciente que han sido publicados en PNAS (Proceedings of the Nacional Academy of Science, USA). El artículo original se titula “Rhizobium cellulase CelC2 is essential for primary symbiotic infection of legume host roots”, y sus autores pertenecen a los departamentos de Microbiología y Genética y Centro Hispano Luso de Investigaciones Agrarias, Universidad de Salamanca; Grupo de Ecología Genética de la Rizosfera, Estación Experimental del Zaidín, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Granada y Department of Microbiology and Molecular Genetics, Michigan State University, East Lansing, USA.
En dicho artículo original, los autores describen los resultados, fruto del buen quehacer de sus laboratorios que consisten en la purificación, caracterización bioquímica, análisis genético, actividad biológica y función simbiótica de una celulasa bacteriana (CelC2), un enzima de Rhizobium leguminosarum bv. trifolii, implicada en la nodulación del trébol.
El periodista renuncia a explicar esto a un público profano y opta por tirar por el camino de enmedio. Echando todas las campanas al vuelo, titula su noticia con grandes letras: Identificado el gen que puede evitar el uso de fertilizantes químicos agrarios (subtitulado: Una investigación de la Universidad de Salamanca ha permitido el hallazgo).
A lo largo de la noticia se leen joyas para esa enciclopedia monumental que está todavía por hacer y que será la “Antología del Disparate del Periodismo de Divulgación Científica” como las siguientes:
Una investigación de la Universidad de Salamanca…..ha conseguido identificar la molécula clave en nutrición de las plantas, para que debidamente manipulada, se convierta en un fertilizante natural y evitar el uso de los fertilizantes químicos agrarios actuales
La fijación biológica (de nitrógeno) está considerada, después de la fotosíntesis como el proceso bioquímico más importante en el mantenimiento de la vida en la Tierra
El hallazgo supone un importante paso en el impulso del uso de biofertilizantes en los cultivos agrícolas en detrimento de los químicos, puesto que su potenciación en la agricultura aminoraría el gasto que representa la fertilización nitrogenada
El autor de la reseña no aclara si se refiere en ella al artículo publicado en PNAS o a algún otro resultado de investigación. En los resultados del primero, no se trata de aplicación agrícola; si se refiere a algún otro resultado, debería indicarlo en la reseña. Además no hay nada en el mundo que pueda llamarse “la molécula clave en nutrición de las plantas” y tampoco es correcto clasificar los procesos bioquímicos en más y menos importantes.
En resumen, los editores del diario El Mundo, en su edición de Castilla y León, deberían poner mucho más cuidado en la redacción de las noticias y asegurarse de que lo que cuentan en sus reseñas se ajusta a la realidad. Para ello, y para que no cometan este tipo de disparates, les mando tres consejos:
- Antes de redactar la noticia piensen de qué va a tratar. Si de un artículo publicado, de una patente o de la historia resumida de un grupo de investigación.
- Tengan presente que los grupos de investigación se mueven hoy en día por objetivos bien definidos y enmarcados dentro de líneas que tienen un contexto histórico y académico. Ningún grupo trabaja aislado. Los resultados principales de la investigación son de dos tipos: Publicaciones y patentes. Si su reseña periodística se refiere a una publicación o a una patente o a un conjunto de ellas, deberán haber leído las mismas y estar seguros de que saben en qué consisten.
- En ningún caso es recomendable echar las campanas al vuelo y poner titulares fantásticos como el del ejemplo. Los resultados de una investigación seria no pueden servir para engañar al público. Los menos interesados en que la investigación se malinterprete somos los propios autores.
Manual para detectar la impostura científica: Examen del libro de Darwin por Flourens. Digital CSIC, 2013. 225 páginas.