Más ejemplos de especies dudosas, una sorpresa y otro error en el sexagésimo quinto párrafo de El Origen de las Especies

 

 

Sigue el autor con  su recuento de especies dudosas y ahora sorprende al lector cuando dice:

 

Hace muchos años, comparando y viendo comparar a otros las aves de las islas -muy próximas entre sí- del Archipiélago de los Galápagos, unas con otras y con las del continente americano, quedé muy sorprendido de lo completamente arbitraria y vaga que es la distinción entre especies y variedades.

 

Si se hubiese tratado de un naturalista profesional, no hubiese habido tal sorpresa. Para saber si se trata de una especie o de una variedad debe existir una buena cantidad de trabajo realizado. El trabajo en cuestión corresponde al campo de la taxonomía, ciencia secular que nuestro autor ni siquiera ha mencionado en un capítulo titulado precisamente sobre la Variación en la Naturaleza.

Asimismo introduce un error al decir,  en las sentencias finales de este párrafo,  lo siguiente:

 

A wide distance between the homes of two doubtful forms leads many naturalists to rank them as distinct species; but what distance, it has been well asked, will suffice if that between America and Europe is ample, will that between Europe and the Azores, or Madeira, or the Canaries, or between the several islets of these small archipelagos, be sufficient?

 

Una gran distancia entre las localidades de dos formas dudosas lleva a muchos naturalistas a clasificar éstas como dos especies distintas; pero se ha preguntado con razón: ¿qué distancia bastará?  Si la distancia entre América y Europa es cumplida, ¿será suficiente la que hay entre Europa y las Azores, o Madera, o las Canarias, o entre las varias islitas de estos pequeños archipiélagos?

El autor se podía haber ahorrado la  siguente pregunta: ¿qué distancia bastará?

Cualquiera podría decirle que el pertenecer o no a la misma especie no está en función de distancia alguna

Como de costumbre, la afirmación llega de repente,  sin cita alguna: Una gran distancia entre las localidades de dos formas dudosas lleva a muchos naturalistas …..Pero ¿a quiénes? Y,… ¿basándose en qué evidencia?  No parece adecuado pensar que se pueda resolver la pertenencia de diferentes individuos a una o dos especies basándose en su distancia geográfica. La cuestión puede verse de la siguiente manera:

Pregunta:

– ¿qué autor o autores son los que han clasificado como distintas especies a formas dudosas, basándose sólo en la separación geográfica?

Y la respuesta es inmediata:

– Ninguno.

 

 

 

 

 

 

 

65.

Many years ago, when comparing, and seeing others compare, the birds from the closely neighbouring islands of the Galapagos Archipelago, one with another, and with those from the American mainland, I was much struck how entirely vague and arbitrary is the distinction between species and varieties. On the islets of the little Madeira group there are many insects which are characterized as varieties in Mr. Wollaston’s admirable work, but which would certainly be ranked as distinct species by many entomologists. Even Ireland has a few animals, now generally regarded as varieties, but which have been ranked as species by some zoologists. Several experienced ornithologists consider our British red grouse as only a strongly marked race of a Norwegian species, whereas the greater number rank it as an undoubted species peculiar to Great Britain. A wide distance between the homes of two doubtful forms leads many naturalists to rank them as distinct species; but what distance, it has been well asked, will suffice if that between America and Europe is ample, will that between Europe and the Azores, or Madeira, or the Canaries, or between the several islets of these small archipelagos, be sufficient?

 

Hace muchos años, comparando y viendo comparar a otros las aves de las islas -muy próximas entre sí- del Archipiélago de los Galápagos, unas con otras y con las del continente americano, quedé muy sorprendido de lo completamente arbitraria y vaga que es la distinción entre especies y variedades. En las islitas de Madeira existen muchos insectos clasificados como variedades en la admirable obra de míster Wollaston, pero que seguramente serían clasificados como especies distintas por muchos entomólogos. Hasta Irlanda tiene algunos animales considerados ahora generalmente como variedades, pero que han sido clasificados como especies por algunos zoólogos. Varios ornitólogos experimentados consideran nuestra perdiz de Escocia (Lagopus scoticus) sólo como una raza muy caracterizada de una especie noruega, mientras que el mayor número la clasifica como una especie indubitable, propia de la Gran Bretaña. Una gran distancia entre las localidades de dos formas dudosas lleva a muchos naturalistas a clasificar éstas como dos especies distintas; pero se ha preguntado con razón: ¿qué distancia bastará? Si la distancia entre América y Europa es cumplida, ¿será suficiente la que hay entre Europa y las Azores, o Madera, o las Canarias, o entre las varias islitas de estos pequeños archipiélagos?

 

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