Continúa el autor comentando unas tablas inexistentes y poniéndose en evidencia en el septuagésimo noveno párrafo de El Origen de las Especies
Si en un trabajo científico es habitual presentar tablas, lo que no es tan habitual es comentar una tabla inexistente o dedicar varios párrafos a discutir una tabla que no se presenta acompañando al texto. Es lo que hace aquí el autor.
Por otra parte en la tabla imaginaria nos dice haber ordenado las plantas de veinte países. ¿Qué plantas? ¿Cuáles y cuántas?
El contenido de éste párrafo induce a engaño. Da la impresión de que la producción de especies (if we may use the expression, the manufactory of species, dice el autor de manera algo peligrosa e inconveniente) es algo cotidiano y de fácil observación (manufactory):
if we may use the expression, the manufactory of species has been active, we ought generally to find the manufactory still in action, more especially as we have every reason to believe the process of manufacturing new species to be a slow one.
si se nos permite emplear la frase- la fabricación de especies ha sido muy activa, debemos, en general, encontrar todavía la fábrica en movimiento; tanto más, cuanto que tenemos todas las razones para suponer que el procedimiento de fabricación de las especies nuevas es un procedimiento lento.
La conclusión final no es muy clara y tiene un tono perogrullesco , lo mismo que en párrafos anteriores, como una falacia:
All that we want to show is, that where many species of a genus have been formed, on an average many are still forming; and this certainly holds good.
Todo lo que queremos demostrar es que cuando de un género se han formado muchas especies, en promedio muchas se siguen formando, y esto ciertamente es válido.
¿Es ciertamente esto válido como afirma el autor? Yo opino que no, pero por otra parte, comprendo que el autor esté deseando terminar con este capítulo sobre La Variación en la Naturaleza, un tema que le resulta francamente incómodo.
79.
To test the truth of this anticipation I have arranged the plants of twelve countries, and the coleopterous insects of two districts, into two nearly equal masses, the species of the larger genera on one side, and those of the smaller genera on the other side, and it has invariably proved to be the case that a larger proportion of the species on the side of the larger genera presented varieties, than on the side of the smaller genera. Moreover, the species of the large genera which present any varieties, invariably present a larger average number of varieties than do the species of the small genera. Both these results follow when another division is made, and when all the least genera, with from only one to four species, are altogether excluded from the tables. These facts are of plain signification on the view that species are only strongly marked and permanent varieties; for wherever many species of the same genus have been formed, or where, if we may use the expression, the manufactory of species has been active, we ought generally to find the manufactory still in action, more especially as we have every reason to believe the process of manufacturing new species to be a slow one. And this certainly holds true if varieties be looked at as incipient species; for my tables clearly show, as a general rule, that, wherever many species of a genus have been formed, the species of that genus present a number of varieties, that is, of incipient species, beyond the average. It is not that all large genera are now varying much, and are thus increasing in the number of their species, or that no small genera are now varying and increasing; for if this had been so, it would have been fatal to my theory; inasmuch as geology plainly tells us that small genera have in the lapse of time often increased greatly in size; and that large genera have often come to their maxima, declined, and disappeared. All that we want to show is, that where many species of a genus have been formed, on an average many are still forming; and this certainly holds good.
Para probar la verdad de esta idea que anticipo he ordenado las plantas de veinte países y los insectos coleópteros de dos regiones en dos grupos aproximadamente iguales, poniendo a un lado las especies de los géneros mayores y a otro las de los géneros menores, y esto ha demostrado siempre que en el lado de los géneros mayores era mayor el tanto por ciento de especies que presentaban variedades, que en el lado de los géneros menores. Además, las especies de los géneros grandes que presentan variedades presentan siempre un número relativo mayor de variedades, que las especies de los géneros pequeños. Ambos resultados subsisten cuando se hace otra división y cuando se excluyen por completo de los cuadros todos los géneros muy pequeños que sólo comprenden de una a cuatro especies. Estos hechos tienen clara significación en la hipótesis de que las especies son tan sólo variedades permanentes muy caracterizadas, pues dondequiera que se han formado muchas especies del mismo género, o donde -si se nos permite emplear la frase- la fabricación de especies ha sido muy activa, debemos, en general, encontrar todavía la fábrica en movimiento; tanto más, cuanto que tenemos todas las razones para suponer que el procedimiento de fabricación de las especies nuevas es un procedimiento lento. Y esto, ciertamente, resulta exacto si se consideran las variedades como especies incipientes, pues mis cuadros muestran claramente, como regla general, que, siempre que muchas especies de un género se han formado, las especies de este género presentan un número de variedades, es decir , de especies incipientes, más allá de la media. No es que todos los géneros grandes están variando mucho, y va en aumento el número de sus especies, o que ningún genero pequeño son ahora varíe y aumente, porque si esto hubiera sido así, hubiera sido fatal para mi teoría; en la medida en que la geología nos dice claramente que los géneros pequeños, en el transcurso del tiempo a menudo han aumentado considerablemente de tamaño, y que géneros grandes a menudo han llegado a su máximo, declinan, y desaparecen. Todo lo que queremos demostrar es que cuando de un género se han formado muchas especies, en promedio muchas se siguen formando, y esto ciertamente es válido.