El error crece y se mezcla con la herencia de caracteres adquiridos y la selección natural en el párrafo septuagésimo segundo de El Origen de las Especies

 

Al error que el autor había introducido peligrosamente en el párrafo anterior, es decir,  que en la naturaleza existe una gradación y que las diferencias entre especies son diferencias graduales del mismo género que las diferencias entre variedades o entre individuos, vienen ahora a  sumarse nuevos problemas:

  1. I look at individual differences, dice el autor. Pero de nada sirve mirar a diferencias individuales si se quiere estudiar la transformación de las especies. En cada especie hay miles de diferencias individuales sin importancia a tal efecto.
  2. As being the first step towards such slight varieties, sigue diciendo. De ninguna manera.  Las diferencias individuales no tienen porque ser paso hacia las variedades.
  3. I look at varieties which are in any degree more distinct and permanent, as steps toward more strongly marked and permanent varieties. Incorrecto. No todas las variedades son pasos hacia variedades más marcadas ni permanentes. No todas las variedades permanentes son intermedios hacia especies. El autor debería aportar pruebas de lo que dice.

 

El carácter acumulativo de la selección natural queda pendiente para explicación posterior en frase ya familiar de sus lectores (hereafter be explained), en la que el autor vuelve a prometer lo que nunca llegará:

the passage from one stage of difference to another may be safely attributed to the cumulative action of natural selection, hereafter to be explained

Así va la lectura: girando sobre sí misma una y otra vez  para volver siempre al  mismo punto.  Volviendo a remitirnos a una explicación futura que nunca llega, se acumula ahora este hipotético carácter acumulativo  a otras explicaciones pendientes en relación con el disparate de la selección natural.

 

La idiosincrasia del autor resplandece en los finales de párafo. Ya hemos visto algunos ejemplos de ambigüedad. Este es buena muestra de confusión:

A well-marked variety may therefore be called an incipient species; but whether this belief is justifiable must be judged by the weight of the various facts and considerations to be given throughout this work.

 

(Una variedad bien caracterizada puede, por consiguiente, denominarse especie incipiente, y si esta suposición está o no justificada, debe ser juzgado por el peso de los diferentes hechos y consideraciones que se expondrán en toda esta obra).

Tal creencia no es justificada ni justificable en éste momento de la  lectura, ya veremos si lo es más adelante. Sospechamos que tampoco,…

 

 

72.

Hence I look at individual differences, though of small interest to the systematist, as of the highest importance for us, as being the first step towards such slight varieties as are barely thought worth recording in works on natural history. And I look at varieties which are in any degree more distinct and permanent, as steps toward more strongly marked and permanent varieties; and at the latter, as leading to sub-species, and then to species. The passage from one stage of difference to another may, in many cases, be the simple result of the nature of the organism and of the different physical conditions to which it has long been exposed; but with respect to the more important and adaptive characters, the passage from one stage of difference to another may be safely attributed to the cumulative action of natural selection, hereafter to be explained, and to the effects of the increased use or disuse of parts. A well-marked variety may therefore be called an incipient species; but whether this belief is justifiable must be judged by the weight of the various facts and considerations to be given throughout this work.

 

De aquí que yo considere las diferencias individuales, a pesar de su pequeño interés para el clasificador, como de la mayor importancia para nosotros, por ser los primeros pasos hacia aquellas variedades que apenas se las considera dignas de ser consignadas en las obras de Historia Natural. Y considero yo las variedades que son en algún modo más distintas y permanentes como pasos hacia variedades más intensamente caracterizadas y permanentes, y estas últimas como conduciendo a las subespecies y luego a las especies. El tránsito de un grado de diferencia a otro puede ser en muchos casos el simple resultado de la naturaleza del organismo y de las diferentes condiciones físicas a que haya estado expuesto largo tiempo; pero, por lo que se refiere a los caracteres más importantes de adaptación, el paso de un grado de diferencia a otro puede atribuirse seguramente a la acción acumulativa de la selección natural, que se explicará más adelante, y a los resultados del creciente uso o desuso de los órganos. Una variedad bien caracterizada puede, por consiguiente, denominarse especie incipiente, y si esta suposición está o no justificada, debe ser juzgado por el peso de los diferentes hechos y consideraciones que se expondrán en toda esta obra.

 

 

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