Como un fantasma (semántico): sorprendente entrada de la Selección Natural junto a la descripción de un razonamiento circular en el párrafo quincuagésimo noveno de El Origen de las Especies

 

Después de una breve pero impresionante introducción al segundo capítulo, tres párrafos a partir del quincuagésimo noveno tratan de las diferencias individuales. Curiosa manera de describir de la variación en la naturaleza, puesto que otros aspectos merecerían tal vez considerarse antes que las diferencias individuales.

Aquí si que se toma la molestia el autor de dar una definición, aunque algo cuestionable puesto que las diferencias individuales ni tienen por qué darse en una localidad confinada, ni tienen por qué darse en la descendencia de los mismos parentales, ni tampoco tienen por que ser las más ligeras.

 

Las diferencias individuales son las que tienen lugar entre individuos, viene a decir.  O ,….más exactamente en otra de sus frases lapidarias:

 

No one supposes that all the individuals of the same species are cast in the same actual mould

Es decir:

Nadie supone que todos los individuos de la misma especie estén fundidos absolutamente en el mismo molde

 

Cierto. Decir lo contrario habría sido equivalente a admitir el círculo cuadrado o el negroblanco. Aunque puede ser que todos los individuos de una misma especie respondan a la misma idea, compartan características o se parezcan, no es correcto decir que todos están fundidos en el mismo molde.  Al menos,  no antes de haber visto el molde.  Siendo tal visión improbable, tal y como ocurre el desarrollo de los organismos, parece acertado el autor al indicar ausencia de moldes.   Otra cosa son, como digo, las ideas, terreno muy lejano al autor, quien sigue así con su costumbre de introducir un tema de manera obvia, para luego pasar a los disparates. Una manera de solipsismo, o de hablar consigo mismo. Boxeando con su propia sombra,  pero en terrenos peligrosos en los que  fácilmente se pasa de la obviedad al error porque leemos:

 

These individual differences are of the highest importance for us, for they are often inherited, as must be familiar to every one; and they thus afford materials for natural selection to act on and accumulate, in the same manner as man accumulates in any given direction individual differences in his domesticated productions.

 

Es decir:

 

Estas diferencias individuales son de la mayor importancia para nosotros, porque frecuentemente, como es muy conocido de todo el mundo, son hereditarias, y aportan así materiales para que la selección natural actúe sobre ellas y las acumule, de la misma manera que el hombre acumula en una dirección dada las diferencias individuales de sus producciones domésticas

 

Y esto es una sarta de disparates. En primer lugar, las diferencias individuales no tienen por qué ser hereditarias. Además,  el hombre no acumula diferencias individuales mediante selección, sino mediante mejora (selección y mejora son cosas diferentes; mejora, además de selección incluye apareamiento con descendencia). La selección es según la RAE, Acción y efecto de elegir a una o varias personas o cosas entre otras, separándolas de ellas y prefiriéndolas. Acción y efecto de elegir,  voluntariamente y con una finalidad, en el caso de la mejora genética.

Si la naturaleza no es favorable, no hay mejora y toda selección es inútil. Selección implica intención, voluntad. En la naturaleza no hay intención y, por lo tanto,  en la naturaleza no hay selección. La idea de selección natural se ha introducido ilícitamente como consecuencia de que el autor no entiende el significado de selección (acción voluntaria humana) y tampoco entiende que la selección es parte del proceso de mejora.

 

Párrafos atrás el autor había dicho que el tipo de condiciones es de importancia secundaria en comparación a la naturaleza del organismo en la determinación de cada forma particular de variación. Cierto. Pues ahora debería haber tenido en cuenta que el hombre no puede mejorar sólo mediante selección puesto que después de la selección vendrá un proceso de cruzamientos dirigidos (este es el plan de un programa de mejora, actividad que incluye la selección, pero que va más allá de ella, mientras que el autor confunde ambas).

Al final del párrafo se incluye un buen ejemplo de razonamiento circular, con lo cual podemos deducir que  el autor sabía bien lo que hacía al introducir la tautología de la selección natural y que, por lo tanto,   aplica un rasero diferente, más estricto para otros autores y menos estricto,  más relajado para sí mismo. No será la única vez que, en esta obra, observemos tal contradicción, tan ajena a la ciencia y muy propia del discurso ideológico o autoritario. Pero para tratar acerca del discurso ideológico o autoritario necesitaremos acudir a otros autores y lo haremos en próximas ocasiones. Entretanto, no se pierdan la frase a que me refiero, es la última del párrafo:

 

 

 

59.

 

The many slight differences which appear in the offspring from the same parents, or which it may be presumed have thus arisen, from being observed in the individuals of the same species inhabiting the same confined locality, may be called individual differences. No one supposes that all the individuals of the same species are cast in the same actual mould. These individual differences are of the highest importance for us, for they are often inherited, as must be familiar to every one; and they thus afford materials for natural selection to act on and accumulate, in the same manner as man accumulates in any given direction individual differences in his domesticated productions. These individual differences generally affect what naturalists consider unimportant parts; but I could show, by a long catalogue of facts, that parts which must be called important, whether viewed under a physiological or classificatory point of view, sometimes vary in the individuals of the same species. I am convinced that the most experienced naturalist would be surprised at the number of the cases of variability, even in important parts of structure, which he could collect on good authority, as I have collected, during a course of years. It should be remembered that systematists are far from being pleased at finding variability in important characters, and that there are not many men who will laboriously examine internal and important organs, and compare them in many specimens of the same species. It would never have been expected that the branching of the main nerves close to the great central ganglion of an insect would have been variable in the same species; it might have been thought that changes of this nature could have been effected only by slow degrees; yet Sir J. Lubbock has shown a degree of variability in these main nerves in Coccus, which may almost be compared to the irregular branching of the stem of a tree. This philosophical naturalist, I may add, has also shown that the muscles in the larvae of certain insects are far from uniform. Authors sometimes argue in a circle when they state that important organs never vary; for these same authors practically rank those parts as important (as some few naturalists have honestly confessed) which do not vary; and, under this point of view, no instance will ever be found of an important part varying; but under any other point of view many instances assuredly can be given.

 

 

 

 

Las muchas diferencias ligeras que aparecen en la descendencia de los mismos padres, o que puede presumirse que han surgido así por haberse observado en individuos de una misma especie que habitan una misma localidad confinada, pueden llamarse diferencias individuales. Nadie supone que todos los individuos de la misma especie estén fundidos absolutamente en el mismo molde. Estas diferencias individuales son de la mayor importancia para nosotros, porque frecuentemente, como es muy conocido de todo el mundo, son hereditarias, y aportan así materiales para que la selección natural actúe sobre ellas y las acumule, de la misma manera que el hombre acumula en una dirección dada las diferencias individuales de sus producciones domésticas. Estas diferencias individuales afectan generalmente a lo que los naturalistas consideran como partes sin importancia; pero podría demostrar, mediante un largo catálogo de hechos, que partes que deben llamarse importantes, tanto sí se las mira desde un punto fisiológico como desde el de la clasificación, varían algunas veces en los individuos de una misma especie. Estoy convencido de que el más experimentado naturalista se sorprendería del número de casos de variación, aun en partes importantes de estructura, que podría recopilar autorizadamente, como los he recopilado yo durante el transcurso de años. Hay que recordar que los sistemáticos están lejos de complacerse al hallar variabilidad en caracteres importantes, y que no hay muchos hombres que laboriosamente hayan examinado los órganos internos e importantes, y los hayan comparado en muchos ejemplares de la misma especie. Nunca se habría esperado que las ramificaciones de los nervios principales cerca del gran ganglio central de un insecto fuesen variables en la misma especie, sino que podría haberse pensado que cambios de esta naturaleza podría haber sido efectuada sólo por lentas gradaciones; sin embargo, Sir J. Lubbock ha mostrado un grado de variabilidad de estos nervios principales en Coccus, que casi se puede comparar a la ramificación irregular del tronco de un árbol. Este naturalista filosófico, puedo agregar, también ha demostrado que los músculos de las larvas de algunos insectos distan de ser uniformes. Los autores argumentan a veces en círculo cuando afirman que no varían los órganos más importantes, ya que los mismos autores clásifican esas partes tan importantes (como pocos naturalistas han confesado con sinceridad) como aquellas que no varían, y, bajo este punto de vista, ningún caso se se encontrará de una parte importante que varía, pero bajo cualquier otro punto de vista, seguramente se pueden dar muchos casos.

 

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