Claude Bernard en el laboratorio I. El conejo carnívoro y el significado de la palabra Hipótesis
Nadie explicará mejor el pensamiento y la obra de Claude Bernard que él mismo. Por eso el texto contenido en esta y en las dos entradas siguientes, está tomado directamente del libro:
Primer ejemplo:
Di a comer hierbas a los conejos y, algunas horas después, sus orinas se habían vuelto turbias y alcalinas. Sometí después a los mismos conejos a abstinencia y después de veinticuatro o de treinta y seis horas, a lo más, sus orinas habían vuelto a ser claras y fuertemente ácidas; luego se les volvió a dar hierba y volvieron a ser alcalinas, y así sucesivamente. Repetí esta experiencia tan sencilla un gran número de veces sobre los conejos, siempre con el mismo resultado. La repetí en seguida en el caballo, animal herbívoro, que tiene la orina igualmente turbia y alcalina, y encontré que la abstinencia produjo, como en el conejo, una rápida acidez de la orina, con un aumento relativamente muy considerable de la urea, al grado que cristalizaba a veces espontáneamente la orina ya fría. Llegué así, como resultado de mis experiencias, a esta proposición general que entonces no era conocida: que en ayunas todos los animales se nutren de carne, de suerte que los herbívoros tienen entonces orinas semejantes a los carnívoros. Se trata aquí de un hecho particular muy sencillo, que permite seguir fácilmente la evolución del razonamiento experimental. Cuando se ve un fenómeno que no se tiene el hábito de ver, precisa siempre preguntarse a qué puede obedecer, o, dicho de otro modo, cuál es su causa próxima; en consecuencia, se presenta al espíritu una respuesta o una idea que hay que someter a la experiencia. Al ver la orina ácida en los conejos, me pregunté instintivamente cuál podría ser la causa de ello. La idea experimental consistió en el acercamiento, que mi espíritu hizo espontáneamente, de la acidez de la orina del conejo y del estado de abstinencia, que consideraba como una verdadera alimentación de carnívoro. El razonamiento inductivo que hice implícitamente es el siguiente silogismo: las orinas de los carnívoros son ácidas; es así que los conejos que tengo a la vista tienen las orinas ácidas; luego son carnívoros, se entiende, en ayunas. Esto era lo que precisaba establecer por la experiencia.