La palabra Biología III: Su significado actual y real
Ya decíamos en una de las primeras entradas del blog que se equivocan de medio a medio quienes, al escribir sus historias de la biología, encuentran material en cualquier momento histórico. La biología es una ciencia experimental que no pudo existir sin un Método Científico bien desarrollado.
En su libro “Las palabras y las cosas” (1969), Michel Foucault lo explica claramente:
“Se quieren hacer historias de la biología en el siglo XVIII, pero no se advierte que la biología no existía y que su corte del saber, que nos es familiar desde hace más de ciento cincuenta años, no es válido en un período anterior. Y si la biología era desconocida, lo era por una razón muy sencilla: la vida misma no existía. Lo único que existía eran los seres vivientes que aparecían a través de la reja del saber constituida por la historia natural,….”
Y también:
“Hay Historia Natural porque lo Mismo y lo Otro sólo pertenecen a un único espacio; algo así como la biología se hace posible cuando esta unidad de plan empieza a deshacerse y surgen las diferencias en un fondo de una identidad más profunda y como más seria que aquélla.”
Es decir, la biología comienza a vislumbrarse cuando los motivos de igualdad entre los seres vivos comienzan a imponerse a las diferencias: La Teoría Celular, la evolución, la identidad en los principios de la bioquímica y de la genética…, sientan las bases que, de una vez por todas, la hacen posible.
Cuvier (1769-1832) era un naturalista y su visión de la Naturaleza (clasificación, taxonomía) impregna todos los tratados de Historia Natural del siglo XIX. Aunque sean contemporáneos suyos e incluso algo mayores que él, Goethe (1749-1832), Lamarck (1744-1829), y, por otro lado, Geoffroy Saint Hilaire (1772-1844), son quienes colocan las primeras piedras del edificio de la biología. Cuvier tiene sin lugar a dudas un papel importante en el desarrollo de la ciencia del que habrá que volver a tratar con detenimiento, pero no es un biólogo.
Lamarck es el padre de la biología. Goethe y Geoffroy poseen esos puntos de vista geniales de quienes dan a luz a ideas ciento cincuenta años antes de que existan las herramientas necesarias para demostrarlas. Y ahora ya podemos decir quien no acierta en su definición de biología. Es Ernst Mayr, pontífice máximo de la religión darwinista, quien en su libro con el ostentoso título de “The Growth of Biological Thought” afirma cosas tan disparatadas como que la biología se puede dividir en el estudio de las causas próximas y las causas últimas en párrafos tan desafortunados como éste:
Actually, biology is diversified and heterogenous in several important ways. For thousand of years biological phenomena were subsumed under two labels, medicine (physiology) and natural history. This was actually a remarkably perceptive division, far more penetrating than such later labels of convenience as zoology, botany, mycology, cytology, or genetics. For biology can be divided in the study of proximate causes, the subject of the physiological sciences (broadly conceived), and the study of ultimate (evolutionary) causes, the subject matter of natural history (Mayr, 1961).
No. Cien veces no y rotundamente, no. No podemos llamar biología a cualquier cosa que alguien en el pasado haya pensado o hecho a partir de los seres vivos. La biología, como Mayr bien reconoce es hija tardía del siglo XIX. Fue en el siglo XIX cuándo se gestó, pero su alumbramiento no tuvo lugar hasta el límite entre el XIX y el XX y su madurez pertenece ya a finales del siglo XX. Mayr acierta en que si no hay palabra para una ciencia es que esa ciencia no existe, pero,…… sorprendentemente, entonces los fenómenos biológicos, que son los que la biología experimentalmente estudia, no pueden ser más viejos que la biología. Este es un aspecto sutil pero crucial de la biología. La imposibilidad de experimentar con el pasado se relaciona con una visión de la historia de la biología que está ausente en el texto de Mayr y es fundamental para su comprensión. Si la biología es una disciplina que, poco a poco va surgiendo en los siglos XIX y XX y que, para su desarrollo, sigue el Método Científico, entonces no podemos hablar de miles de años de estudio de fenómenos biológicos, pero es que ni siquiera podemos hablar de miles de años de fenómenos biológicos. Se tratará, en todo caso de miles de años de fenómenos, que la biología intentará interpretar a la luz de sus resultados contemporáneos. Los hechos del pasado no pertenecen a la biología; su interpretación teórica a la luz de resultados experimentales, si. Seamos inteligentes y veamos cuáles pueden ser las ventajas en una situación de enorme complejidad y confusión. Si queremos hacer una aproximación a la biología y a su historia, la ventaja es que se trata de algo muy reciente. Procuremos no perder el tiempo en disquisiciones vanas. La biología es inconcebible sin la aplicación del Método Científico (experimental) a los seres vivos.
Los experimentos pondrán a prueba hipótesis que servirán para interpretar el pasado, pero este nunca volverá para someterse a verificación. Quizás aquí la diferencia es sutil, pero para entenderla basta con pensar que ni la medicina ni la Historia Natural tuvieron ninguna relación con la biología antes de que esta apareciese como una disciplina independiente. Pretender, como lo hace Mayr, que la biología se puede dividir en el estudio de las causas próximas y las causas últimas es un error garrafal. Incluir en un texto sobre el pensamiento biológico, como él lo hace en su libro “The Growth of Biological Thought”, a Aristóteles (p 87-91), al mundo cristiano (91-94) y al Renacimiento, Descartes incluido en un capítulo de seis páginas (91-99) va más lejos y es claramente inducir a la confusión. Hablando de biología, todo esto y mucho más (Biology in the enlightenment,…….), sobra. La biología no pudo haber existido hasta después de expuesta la Teoría Celular, hasta después de Claude Bernard, de Mendel y de los Buchner. Pero sobre todo no puede existir la biología hasta, como el propio Mayr reconoce, no haber tenido un nombre. Nos quedamos así, en puertas de decir en qué consiste el significado actual y real de la biología que viene implícito en el título de la siguiente entrada que aquí anticipo: La biología es una ciencia experimental.