Un año con el principito
Este blog ha cumplido un año desde que comenzó con aquella frase del principito que decía:
Lo esencial es invisible a los ojos
Destacando la importancia que tienen las cosas a las que no damos importancia, bien por no verlas o porque no las sabemos apreciar. Como decía Cristian en uno de los comentarios a aquella entrada, resulta difícil creer en esta frase e intentar profundizar en su significado en un mundo tan materialista como el nuestro. Pero en ello estamos y, al parecer, no desde la más absoluta soledad.
Con sus comentarios, Mónica e Irairis apoyaban la idea contenida en la frase y explicaban su sentido. El comentario de Irairis recordaba a una frase del libro Albertina desaparecida, de Proust, que dice:
La vida es la que poco a poco, caso por caso, nos permite observar que lo que es más importante para nuestro corazón, o para nuestra mente, no nos lo enseña el razonamiento sino otros poderes. Y entonces es la propia inteligencia la que, advirtiendo la superioridad de estos últimos, abdica, por razonamiento, ante ellos, y consiente en pasar a ser su colaboradora y su esclava.
Una frase cuyo contenido, al igual que el de la frase del principito, interesa hoy mucho a los científicos y a los biólogos. Según veíamos recientemente al hablar de Koch, Cajal apoyaba también esta idea del principito puesto que, al dirigirse a los principiantes, indicaba que los temas científicos no se agotan y siempre hay algo por descubrir. Por eso en biología, como en toda la ciencia, es importante reconocer con humildad la propia ignorancia y volver, una y otra vez sobre nuestros pasos. Habrá que volver a los blog de Consuelo Ibáñez y Miguel Vicente para volver a leer sobre la tuberculosis, Mycobacterium y sobre Koch y seguro que encontramos ideas nuevas; habrá que repasar los postulados de Koch y seguro que de ellos podemos obtener nuevas e interesantes reflexiones. Habrá que retomar la lectura de algunas entradas de este mismo blog, porque seguro que lo principal se nos habrá quedado siempre en el tintero ,….y habrá que tener presente este párrafo de Emile Ferrière:
Cuando se teme a los furiosos ataques, las persecuciones y las calumnias que suscita la investigación sincera y libre de la verdad, hace falta mucho valor para poner la mano sobre el arca santa en que se guarda el valor dominante. Lavoisier fue guillotinado, no tanto por haber sido fermier general, como por haber destruido la idea del flogisto. Marat, partidario de ella, exigió que se decapitara al demostrador de su falsedad y fundador sobre sus ruinas de
Bibliografía
Emile Ferrière.
1910.
Marcel Proust. Albertine desaparecida. Trad Javier Albiñana, Ed. Anagrama Barcelona, 1998.
Antoine de Saint Exupéry. El Principito.