El número de huevos de la mosca en el párrafo nonagésimo tercero de El Origen de las Especies
Efectivamente, el número de indivíduos de una especie no depende sólo del número de huevos.
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The only difference between organisms which annually produce eggs or seeds by the thousand, and those which produce extremely few, is, that the slow breeders would require a few more years to people, under favourable conditions, a whole district, let it be ever so large. The condor lays a couple of eggs and the ostrich a score, and yet in the same country the condor may be the more numerous of the two. The Fulmar petrel lays but one egg, yet it is believed to be the most numerous bird in the world. One fly deposits hundreds of eggs, and another, like the hippobosca, a single one. But this difference does not determine how many individuals of the two species can be supported in a district. A large number of eggs is of some importance to those species which depend on a fluctuating amount of food, for it allows them rapidly to increase in number. But the real importance of a large number of eggs or seeds is to make up for much destruction at some period of life; and this period in the great majority of cases is an early one. If an animal can in any way protect its own eggs or young, a small number may be produced, and yet the average stock be fully kept up; but if many eggs or young are destroyed, many must be produced or the species will become extinct. It would suffice to keep up the full number of a tree, which lived on an average for a thousand years, if a single seed were produced once in a thousand years, supposing that this seed were never destroyed and could be ensured to germinate in a fitting place; so that, in all cases, the average number of any animal or plant depends only indirectly on the number of its eggs or seeds.
La sola diferencia entre los organismos que anualmente producen huevos y semillas por millares y los que producen muy pocos es que los que crían lentamente requerirían algunos años más para poblar en condiciones favorables un distrito entero, aunque fuese grandísimo. El cóndor pone un par de huevos, y el avestruz de América una veintena, y, sin embargo, en el mismo país, el cóndor puede ser el más numeroso de los dos; el petrel, Fulmarus glacialis, no pone más que un huevo, y, no obstante, se cree que es el ave más numerosa del mundo. Una especie de mosca deposita centenares de huevos, y otra, como la Hippobosca, uno solo; pero esta diferencia no determina cuántos individuos de la misma especie pueden mantenerse en una comarca. Un gran número de huevos tiene alguna importancia para las especies que dependen de una cantidad variable de comida, pues esto les permite aumentar rápidamente en número; pero la verdadera importancia de un gran número de huevos o semillas es compensar la mucha destrucción en algún período de la vida, y este período, en la gran mayoría de los casos, es un período temprano. Si un animal puede de algún modo proteger sus propios huevos y crías, pueden producirse un corto número, y, sin embargo, el promedio de población puede mantenerse perfectamente; pero si son destruidos muchos huevos y crías, tienen que producirse muchos, o la especie acabará por extinguirse. Para mantener el número completo de individuos de una especie de árbol que viviese un promedio de mil años sería suficiente el que se produjese una sola semilla una vez cada mil años, suponiendo que esta semilla no fuese nunca destruida y que tuviese seguridad de germinar en un lugar adecuado. Así, pues, en todos los casos el promedio de un animal o planta depende sólo indirectamente de sus huevos o semillas.