La ciencia puede aprender de la poesía

 

En el prefacio a su libro ”La caja negra de Darwin” dice Michael J. Behe:

 

“La ciencia moderna ha aprendido que la vida, en última instancia, es un fenómeno molecular: Todos los organismos están constituidos por moléculas que actúan como las tuercas y tornillos, los engranajes y las poleas de los sistemas biológicos………

…En consecuencia, la ciencia de la bioquímica tiene por misión la exploración del fundamento mismo de la vida.”

 

Y más adelante:

 

“las partes más importantes de los seres vivientes son demasiado pequeñas para ser vistas”

 

Y sin embargo Rainer Maria Rilke en su obra Los apuntes de Malte Laurids Brigge explica:

 

Cierto domingo por la mañana, el libro estaba con seguridad cerrado a su lado, pero parecía más que nunca ocupada con las grosellas, de las que separaba con un tenedor los granos. Debía ser una de esas horas matinales, nuevas y reposadas, que se dan en julio, y durante las cuales no suceden más que cosas alegres e irreflexivas. Millones de pequeños movimientos irreprimibles componían un mosaico de la vida más convincente; las cosas vibran las unas en las otras, y arriba en la atmósfera; su frescura hace claras las sombras, presta al jardín un brillo ligero y espiritual. No hay entonces en el jardín nada esencial; todo está por todas partes, y sería necesario estar en todo a la vez para no perder nada.

 

An dem einen Sonntagmorgen lag das Buch zwar geschlossen neben ihr, aber sie schien mehr als genug mit den Johannisbeeren beschäftigt, die sie vorsichtig mittels einer Gabel aus ihren kleinen Trauben streifte. Es muß dies eine von jenen Tagesfrühen gewesen sein, wie es solche im Juli giebt, neue, ausgeruhte Stunden, in denen überall etwas frohes Unüberlegtes geschieht. Aus Millionen kleinen ununterdrückbaren Bewegungen setzt sich ein Mosaik überzeugtesten Daseins zusammen; die Dinge schwingen ineinander hinüber und hinaus in die Luft, und ihre Kühle macht den Schatten klar und die Sonne zu einem leichten, geistigen Schein. Da giebt es im Garten keine Hauptsache; alles ist überall, und man müßte in allem sein, um nichts zu versäumen.

 

 

Rainer Maria Rilke. Los apuntes de Malte Laurids Brigge Alianza Editorial 1981.

 

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