Este terreno libre de dogmas (Mitos y Leyendas de la Ciencia I)
Recientemente, un conocido científico escribía un artículo en un diario nacional en el que venía a decir que la ciencia se caracteriza precisamente por tratar con verdades demostradas y que, por lo tanto, esto la hace terreno“libre de dogmas”. Tanto a él como a los como así piensen les voy a recomendar aquí dos breves lecturas del que, a pesar de ser reconocido como el principal filósofo español del siglo XX, sigue siendo un gran desconocido, cuya palabra no termina de llegar a los rincones en donde tiene algo que decir. Pienso en los rincones de la biología y me refiero a José Ortega y Gasset.
Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñas.
En el caso que nos ocupa, si enseñas que en la ciencia no hay dogmas, enseña también a dudar de ello, porque es posible que en la ciencia no sólo haya dogmas, sino que estén en la base, en sus fundamentos. Así lo podremos ver en la segunda lectura de Ortega, pero antes, vamos a consultar el diccionario.
Proposición que se asienta por firme y cierta y como principio innegable de una ciencia
y en la tercera acepción, esto:
Por lo tanto, toda ciencia ha de tener, ineludiblemente, sus dogmas, que si bien considerados como principios innegables puede que no sean muy abundantes (pero los hay), si que han de ser firmes como fundamento o punto capital. Además, toda ciencia se asienta sobre el frágil terreno de la contradicción, puesto que además de dogmas (tanto proposiciones firmes, es decir permanentes, como fundamentos capitales) ha de admitir su mutabilidad. Sin embargo, todo esto no es tan extraño puesto que a nadie le gustaría ver a las ciencias anquilosadas y nada hay más propio de y necesario para
Mientras tanto, el dogma, en la ciencia en general o en cualquiera de sus especialidades, será aquello que se enseña y no nos vengan a decir ahora que en ciencia nada se enseña y todo se demuestra, porque para demostrar cualquier cosa algo hemos de haber aprendido (enseñado) antes. Habrá dogmas que durarán más y otros menos. Habrá dogmas que se esfumen en un par de años (como el dogma central de la biología molecular) y otros que sobrevivan algo más. Algunos pasarán por ciertos mucho tiempo, otros menos. Como en las meigas, podremos creer o no creer en ellos,…..pero,…. haberlos,….. haylos.
No es una cuestión de idiomas: la definición de dogma en inglés (Webster) no contradice en nada lo expuesto:
1 a: something held as an established opinion; especially : a definite authoritative tenet b: a code of such tenets <pedagogical dogma> c: a point of view or tenet put forth as authoritative without adequate grounds.
Por lo tanto, sería impensable una ciencia sin dogmas y de ahí la proximidad entre ciencia y religión, porque la segunda acepción en inglés (Webster)de dogma es:
A doctrine or body of doctrines concerning faith or morals formally stated and authoritatively proclaimed by a church
Y la segunda en español de
Doctrina de Dios revelada por Jesucristo a los hombres y testificada por
En un magnífico post publicado recientemente en su bitácora Un Universo Invisible, decía Juanjo Ibáñez que la ciencia se asienta sobre modelos conceptuales, es decir, teorías. Pero es imposible establecer teorías si no se cree en opiniones establecidas. Por eso, y aquí entra en el terreno la segunda lectura recomendada, En su Nota de Presentación de su obra “En torno a Galileo», Ortega dejó escrito:
Al descender por debajo del conocimiento mismo, por tanto, de la ciencia como hecho genérico y descubrir la función vital que la inspira y moviliza, nos encontramos con que no es sino una forma especial de otra función más decisiva y básica-la creencia.
La creencia como base de la ciencia. Una idea interesante para desarrollar.
No en vano la palabra Teoría viene del griego……Teos,….(Les suena?). El problema puede surgir cuando hay quien no lo ve así y cree que la ciencia se sustenta sobre sí misma o sobre fundamentos todavía menos firmes, como por ejemplo,……. .