El lavado de cerebro ya ha tenido efecto en el párrafo ducentésimo sexagésimo cuarto de El Origen de las Especies

Cuando dice el autor:

 

but the very process of natural selection constantly tends, as has been so often remarked, to exterminate the parent forms and the intermediate links.

 pero el mismo proceso de selección natural tiende constantemente, como tantas veces se ha hecho observar, al exterminio de las formas madres y de los eslabones intermedios.

 

Demuestra que ya no necesita demostrar nada. Se ha convencido a  sí mismo y espera haber convencido al lector de que cualquier cosa la realizará la selección natural; cualquier dificultad la superará la selección natural y cualquier duda quedará resuelta pro nuestra fe en la selección natural. Amén.

 

No en vano Thompson decía:

 

Darwin no presentó en el Origen que las especies se hubiesen originado por la selección natural, sino que simplemente demostró, sobre la base de ciertos hechos y suposiciones, cómo esto podría haber sucedido, y así como él se había convencido a sí mismo, así también fue capaz de convencer a los demás  (Thompson. , WR, “Introducción”, en Darwin CR, “El Origen de las Especies Mediante la Selección Natural”, Sexta Edición, 1872, Biblioteca Everyman, JM Dent & Sons: Londres, 1967, reimpresión, p.xi)

 

  

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Lastly, looking not to any one time, but at all time, if my theory be true, numberless intermediate varieties, linking closely together all the species of the same group, must assuredly have existed; but the very process of natural selection constantly tends, as has been so often remarked, to exterminate the parent forms and the intermediate links. Consequently evidence of their former existence could be found only among fossil remains, which are preserved, as we shall attempt to show in a future chapter, in an extremely imperfect and intermittent record.

 

Finalmente, considerando, no un tiempo determinado, sino todo el tiempo, si mi teoría es cierta, tienen que haber existido innumerables variedades intermedias que enlacen estrechamente todas las especies del mismo grupo; pero el mismo proceso de selección natural tiende constantemente, como tantas veces se ha hecho observar, al exterminio de las formas madres y de los eslabones intermedios. En consecuencia, sólo pueden encontrarse pruebas de su pasada existencia en los restos fósiles, los cuales, como intentaremos demostrar en uno de los capítulos siguientes, están conservados en registros sumamente imperfectos e interrumpidos.

 

 

 

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