Ancho es el paraguas del autor en el párrafo ducentésimo octogésimo octavo de El Origen de las Especies

El autor admite todo y, una vez admitido lo incluye como parte de su propia teoría. Si lo que el proponía es la supervivencia de los más aptos resulta muy difícil de entender de dónde puede proceder la vejiga natatoria de los peces, puesto que él mismo indica que se ha construido el órgano con esa finalidad, pero la supervivencia de los más aptos rechaza tal finalidad. Admitida ahora esta finalidad para la formación de la vejiga natatoria, lo cual es contrario con su teoría de supervivencia de los más aptos, ahora el autor viene a indicar que  los pulmones procederán de la vejiga natatoria. Resulta difícil creer que quien escribe todo esto está intentando incluirlo en su teoría de la supervivencia de los más aptos, pero parece que el autor no ve inconveniente y que todo puede admitirlo bajo el ancho paraguas de su “teoría”

 

 

 

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According to this view it may be inferred that all vertebrate animals with true lungs are descended by ordinary generation from an ancient and unknown prototype which was furnished with a floating apparatus or swim-bladder. We can thus, as I infer from Professor Owen’s interesting description of these parts, understand the strange fact that every particle of food and drink which we swallow has to pass over the orifice of the trachea, with some risk of falling into the lungs, notwithstanding the beautiful contrivance by which the glottis is closed. In the higher Vertebrata the branchiae have wholly disappeared—but in the embryo the slits on the sides of the neck and the loop-like course of the arteries still mark their former position. But it is conceivable that the now utterly lost branchiae might have been gradually worked in by natural selection for some distinct purpose: for instance, Landois has shown that the wings of insects are developed from the trachea; it is therefore highly probable that in this great class organs which once served for respiration have been actually converted into organs for flight.

 

De acuerdo con esta opinión, puede inferirse que todos los animales vertebrados con verdaderos pulmones descienden por generación ordinaria de un antiguo prototipo desconocido que estaba provisto de un aparato de flotación o vejiga natatoria. Así podemos comprender, según deduzco de la interesante descripción que Owen ha dado de estos órganos, el hecho extraño de que toda partícula de comida o bebida que tragamos tenga que pasar por encima del orificio de la tráquea con algún peligro de caer en los pulmones, a pesar del precioso mecanismo mediante el cual se cierra la glotis. En los vertebrados superiores, las branquias han desaparecido por completo; pero en el embrión, las hendeduras a los lados del cuello y el recorrido, a modo de asa, de las arterias, señala todavía su posición primitiva. Pero se concibe que las branquias, en la actualidad perdidas por completo, pudieron ser gradualmente modificadas para algún fin distinto por la selección natural; por ejemplo, Landois ha demostrado que las alas de los insectos provienen de las tráqueas, y es, por consiguiente, muy probable que, en esta extensa clase, órganos que sirvieron en un tiempo para la respiración, se hayan convertido realmente en órganos de vuelo.

 

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