Vuelta a las variedades, vuelta a las palomas en el párrafo septingentésimo décimo octavo de El Origen de las Especies

 

El autor salta de una idea a su contraria. A lo largo de los sucesivos capítulos del libro ha intentado quitar importancia al concepto de especie equiparándolo con el de variedad.  La obra es larga, pero utilizando esta manera de escribir podría ser interminable…

 

Unos párrafos atrás, ya en el penúltimo capítulo pretendía dar importancia al concepto de especie, ahora hablando ahora de las variedades viene a decir:

 

Al clasificar las especies, se siguen casi las mismas reglas.

 

Lo cual es rotundamente falso. Cualquier naturalista sabe que la especie se define porque es una unidad reproductiva. Las variedades, no lo son.

 

 

 

 

 

718.

 

In confirmation of this view, let us glance at the classification of varieties, which are known or believed to be descended from a single species. These are grouped under the species, with the subvarieties under the varieties; and in some cases, as with the domestic pigeon, with several other grades of difference. Nearly the same rules are followed as in classifying species. Authors have insisted on the necessity of arranging varieties on a natural instead of an artificial system; we are cautioned, for instance, not to class two varieties of the pine-apple together, merely because their fruit, though the most important part, happens to be nearly identical; no one puts the Swedish and common turnip together, though the esculent and thickened stems are so similar. Whatever part is found to be most constant, is used in classing varieties: thus the great agriculturist Marshall says the horns are very useful for this purpose with cattle, because they are less variable than the shape or colour of the body, etc.; whereas with sheep the horns are much less serviceable, because less constant. In classing varieties, I apprehend that if we had a real pedigree, a genealogical classification would be universally preferred; and it has been attempted in some cases. For we might feel sure, whether there had been more or less modification, that the principle of inheritance would keep the forms together which were allied in the greatest number of points. In tumbler pigeons, though some of the subvarieties differ in the important character of the length of the beak, yet all are kept together from having the common habit of tumbling; but the short-faced breed has nearly or quite lost this habit; nevertheless, without any thought on the subject, these tumblers are kept in the same group, because allied in blood and alike in some other respects.

 

En confirmación de esta opinión echamos una ojeada a la clasificación de las variedades que se sabe o se cree que descienden de una sola especie. Las variedades se agrupan dentro de las especies y las subvariedades dentro de las variedades, y en algunos casos, como en el de la paloma doméstica, en otros varios grados de diferencia. Al clasificar las especies, se siguen casi las mismas reglas. Los autores han insistido acerca de la necesidad de agrupar las variedades según un sistema natural, en lugar de hacerlo según un sistema artificial; estamos prevenidos, por ejemplo, para no clasificar juntas dos variedades de piña, simplemente porque su fruto, a pesar de ser la parte más importante, ocurra que sea casi idéntico. Nadie coloca juntos el colinabo y el nabo de Suecia, aun cuando sus raíces gruesas y comestibles sean tan parecidas. Una parte, cualquiera que sea, que se ve que es muy constante se emplea para clasificar las variedades; así, el gran agricultor Marshall dice que los cuernos son útiles para este fin en el ganado vacuno porque son menos variables que la forma o el color del cuerpo, etc., mientras que en los carneros los cuernos son menos útiles para este objeto, por ser menos constantes. Al clasificar las variedades observo que, si tuviésemos una genealogía verdadera, la clasificación genealógica sería universalmente preferida, y ésta se ha intentado en algunos casos: podemos estar seguros de que -haya habido poca o mucha modificación- el principio de la herencia tiene que mantener juntas las formas que sean afines en el mayor número de puntos. En las palomas volteadoras, aun cuando algunas de las subvariedades difieren en el importante carácter de la longitud del pico, sin embargo, todas están unidas por tener la costumbre de dar volteretas; pero la raza de cara corta ha perdido esta costumbre por completo o casi por completo; a pesar de lo cual, sin reparar en este punto, estas volteadoras se conservan en el mismo grupo, por ser consanguíneas y parecidas por otros conceptos.

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