Algo de mayor alcance que el rancio ejemplo del cuello de la jirafa
Lamentablemente recordado en las aulas hasta la saciedad por el ejemplo que utilizó para explicar la herencia de caracteres adquiridos mediante el crecimiento del cuello de la jirafa, Lamarck, como vamos viendo, llegaba mucho más lejos que todo eso, y es que, hay que tener en cuenta que el saber del aula, va quedando en ocasiones algo rancio, cuando no llega a ser, como en otras ocasiones, fuente de error garrafal. El devaluado saber del aula, deberá permitir que sus alumnos más críticos, savia de la verdadera ciencia, analicen meticulosa y rigurosamente todo valor admitido, toda teoría científica reconocida como tal, toda opinión establecida.
Así, el pensar en Lamarck como aquel naturalista equivocado que puso el ejemplo de la jirafa para ilustrar la herencia de caracteres adquiridos más que limitarse a un saber rancio es, simplemente, ser presa de la ignorancia. Lamarck, figura polémica y padre de la biología escribió algunos párrafos de contenido verdaderamente profético. Por ejemplo este que he traducido del francés, de su obra «Système analytique des connaissances positives de l’homme, restreintes à celles qui proviennent directement ou indirectement de l’observation » (1820):