Para entender la selección natural: El falso algoritmo y el cuento del león del bosque
Al discutir hoy la entrada titulada La Selección Natural se opone al diseño, en la sección blog del día de Madrimasd, un comentario indicaba que la selección natural sería un algoritmo. Sus palabras, en medio de un discurso confuso, eran exactamente estas:
“Por tanto la selección natural de Darwin no es más que un simple algoritmo o procedimiento para evaluar diseños que se irian obteniendo por crossover y/o mutación, generación tars generación, hasta encontrar uno óptimo o cuasi-óptimo.”
Tal frase presenta la equivalencia falsa entre algoritmo y procedimiento. Mientras que algoritmo es un conjunto de operaciones definidas que permite hallar la solución de un problema, procedimiento es cualquier acción. El primero es matemático y metódico, la segunda no tiene por qué serlo. Así, el comentario en cuestión erraba por ambiguo ya que la selección natural puede ser definida como procedimiento, más no como algoritmo. Mucho menos como “simple algoritmo”. Entender esto es sencillo conociendo el ejemplo del león que relato a continuación.
Dos exploradores van por la selva cuando de repente aparece un león. El explorador A piensa: voy a echar a correr, así el león se comerá a mi compañero (explorador B) y yo me salvaré.
Ante tal panorama pueden ocurrir varias soluciones:
- El explorador A acierta y se salva. Es en este caso el más adaptado.
- El explorador A se equivoca. Al león le gusta correr tras su presa antes de comérsela. En tal caso el más adaptado es B.
- El león se come a ambos. Ninguno de ellos es más adaptado.
- El león no tiene hambre y no se come a ninguno. Ambos son bien adaptados.
En los cuatro casos, la selección natural habrá obrado (procedimiento), en ninguno de forma predecible. Conclusión: La selección natural puede ser definida como procedimiento, no como algoritmo.
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