Charles Darwin, o el origen de la máquina incapaz de distinguir
Stat rosa pristina nomine, nomina nuda tenemus Así termina la novela El nombre de la rosa, de Umberto Eco: permanece el nombre de la rosa prístina, lo que tenemos son las palabras desnudas, única vía para entendernos y comprender al mundo. Curiosamente, en estos tiempos en los que la Ciencia pone todo su empeño en la aplicación y la rentabilidad de sus resultados es cuando se demuestra que nada hay más útil que una refl exión acerca…