El autor aborda, al comienzo de éste párrafo una cuestión fundamental y que todavía está pendiente entre los darwinistas: Explicar a sus lectores qué es la selección natural. Veamos si en esta ocasión lo consigue, porque, de lo contrario, es decir en ausencia de la debida explicación, seguiremos pensando que la Selección Natural no es otra cosa que un dogma de fe algo rancio o un fantasma semántico

Puesto a explicar qué es la Selección Natural en este párrafo de la introducción, Darwin se contradice.

Su contradicción es el resultado de una estrategia habitual en él: Presentar al público la mitad de la información,  ocultando descaradamente la otra mitad.

Así, por un lado nos dice que la Selección Natural es la causa de una gran extinción de las formas menos perfeccionadas de la vida. Podría ser:

natural selection almost inevitably causes much extinction of the less improved forms of life,….

 

Pero por otro lado y de manera bien misteriosa, nos indica también que causa la divergencia del carácter:

 

……and leads to what I have called divergence of character

 

La existencia de una fuerza en la naturaleza que mantiene las características de las especies había sido reconocida desde antiguo y descrita meticulosamente por otros autores.  En cualquier caso y sea cual sea esa fuerza, no parece que Darwin haya sido su descubridor. Compárense si no éstos  dos párrafos:

 

Primero:

The last of these divisions to which I more peculiarly restrict the term variety, consists of what are, in fact, a kind of deformities, or monstrous births, the peculiarities of which, from reasons already mentioned, would very rarely, if ever, be perpetuated in a state of nature;

Segundo:

«It may be doubted whether sudden and considerable deviations of structure such as we see in our domestic productions … are ever permanently propagated in a state of nature.

 

El primero es de Edward Blyth, el segundo de Charles  Darwin. En sus publicaciones, que Darwin conoció, pero no citó, Blyth describe esa tendencia a mantener las características propias de la especie y eliminar a las «desviaciones del tipo» que ahora Darwin ha venido a llamar Selección Natural. Pero en sus publicaciones, Blyth también reconoce que en la naturaleza pueden surgir nuevas combinaciones, de modo similar a como ocurre mediante selección:

 

It is a general law of nature, for all creatures to propagate the like of themselves: and this extends even to the most trivial minutiae, to the slightest peculiarities; and thus, among ourselves, we see a family likeness transmitted from generation to generation. When two animals are matched together, each remarkable for a certain peculiarity, no matter how trivial, there is also a decided tendency in nature for that peculiarity to increase; and if the produce of these animals be set apart, and only those in which the same peculiarity is most apparent, be selected to breed from, the next generation will possess it in a still more remarkable degree; and so on, till at length the variety I designate a breed is formed, which may be very unlike the original type.

 

El doctor Andrew Bradbury piensa que Darwin  se «inspiró» en Blyth. Tanto la  conservación del tipo correspondiente a una especie, como la formación de nuevas combinaciones y tipos mediante un proceso análogo a la selección, habían sido descritas por Blyth, a quien Darwin tampoco cita adecuadamente en su obra. Pero el problema no acaba ahí. Blyth había descrito dos procesos diferentes: eliminación de desviaciones y creación de nuevas combinaciones.  Cuando Darwin, apresuradamente, presenta su obra, no sólo omite citar adecuadamente el trabajo de Blyth, sino que con-funde ambos procesos, para crear un fantasma semántico: la Selección Natural. En el noveno párrafo, último de la introducción,  nos demostrará que admitirlo o no es una pura cuestión de fe y nada tiene que ver con la ciencia. De momento leamos el octavo párrafo entero:

 

 

 

 

 

This fundamental subject of natural selection will be treated at some length in the fourth chapter; and we shall then see how natural selection almost inevitably causes much extinction of the less improved forms of life, and leads to what I have called divergence of character. In the next chapter I shall discuss the complex and little known laws of variation. In the five succeeding chapters, the most apparent and gravest difficulties in accepting the theory will be given: namely, first, the difficulties of transitions, or how a simple being or a simple organ can be changed and perfected into a highly developed being or into an elaborately constructed organ; secondly the subject of instinct, or the mental powers of animals; thirdly, hybridism, or the infertility of species and the fertility of varieties when intercrossed; and fourthly, the imperfection of the geological record. In the next chapter I shall consider the geological succession of organic beings throughout time; in the twelfth and thirteenth, their geographical distribution throughout space; in the fourteenth, their classification or mutual affinities, both when mature and in an embryonic condition. In the last chapter I shall give a brief recapitulation of the whole work, and a few concluding remarks.

 

 

Este tema fundamental de la selección natural será tratado con alguna extensión en el cuarto capítulo, y entonces veremos cómo la selección natural, casi inevitablemente, causa una gran extinción de las formas menos perfeccionadas de la vida, y conduce a lo que he llamado divergencia de caracteres. En el capítulo siguiente discutiré las leyes complejas y poco conocidas de la variación. En los cinco capítulos siguientes, las dificultades más evidentes y más graves en la aceptación de la teoría, a saber: en primer lugar, las dificultades de las transiciones, o cómo un ser sencillo o un órgano sencillo puede ser cambiado y perfeccionado en un ser altamente desarrollado o en un órgano primorosamente construido, en segundo lugar el tema del instinto o los poderes mentales de los animales, en tercer lugar, hibridismo, o la esterilidad de las especies y la fecundidad de las variedades cuando se cruzan, y en cuarto lugar, la imperfección del registro geológico. En el siguiente capítulo, consideraré la sucesión geológica de los seres orgánicos a través del tiempo, en el XII y XIII, su distribución geográfica en todo el espacio, en el siglo XIV, su clasificación y afinidades mutuas, tanto en la madurez y en un estado embrionario. En el último capítulo daré una breve recapitulación de toda la obra, y algunas observaciones finales.

 

 

Referencias

 

Blyth Edward 1835. An attempt to classify the «varieties» of animals, with observations on the marked seasonal and other changes which naturally take place in various British species, and which do not constitute “varieties». Magazine of Natural History Volume 8 pages 40-53.

Eiseley, Loren. 1979. Darwin and the misterious Mr X. New light on the evolutionists. EP Dutton. New York.

 

 

Imagen de The Darwin Papers

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