Comienza el resumen imposible de un capítulo lleno de extraños razonamientos en el párrafo centésimo nonagésimo tercero de El Origen de las Especies
El autor tiene una manera de razonar extraña. Su discurso le lleva a los lugares más inhóspitos:
sería un hecho el más extraordinario que no se hubiesen presentado nunca variaciones útiles a la prosperidad de cada ser, del mismo modo que se han presentado tantas variaciones útiles al hombre
Partiendo de ahí resucita como un ave Fénix para invocar de manera misteriosa al poderoso principio de la Herencia, al cual se refiere ahora por segunda vez sin indicar en qué pueda éste misterioso principio consistir y del que parece indicar que no sabe absolutamente nada, como reclamando que en la posteridad alguien se encargue de unir sus ideas con algún tipo de ley de la herencia:
Pero si las variaciones útiles a un ser orgánico ocurren alguna vez, los individuos caracterizados de este modo tendrán seguramente las mayores probabilidades de conservarse en la lucha por la vida, y, por el poderoso principio de la herencia, tenderán a producir descendientes con caracteres semejantes.
193. SUMMARY OF CHAPTER.
If under changing conditions of life organic beings present individual differences in almost every part of their structure, and this cannot be disputed; if there be, owing to their geometrical rate of increase, a severe struggle for life at some age, season or year, and this certainly cannot be disputed; then, considering the infinite complexity of the relations of all organic beings to each other and to their conditions of life, causing an infinite diversity in structure, constitution, and habits, to be advantageous to them, it would be a most extraordinary fact if no variations had ever occurred useful to each being’s own welfare, in the same manner as so many variations have occurred useful to man. But if variations useful to any organic being ever do occur, assuredly individuals thus characterised will have the best chance of being preserved in the struggle for life; and from the strong principle of inheritance, these will tend to produce offspring similarly characterised. This principle of preservation, or the survival of the fittest, I have called natural selection. It leads to the improvement of each creature in relation to its organic and inorganic conditions of life; and consequently, in most cases, to what must be regarded as an advance in organisation. Nevertheless, low and simple forms will long endure if well fitted for their simple conditions of life.
Si en condiciones variables de vida los seres orgánicos presentan diferencias individuales en casi todas las partes de su estructura- y esto es indiscutible-; si hay, debido a su progresión geométrica, una rigurosa lucha por la vida en alguna edad, estación o año -y esto, ciertamente, es indiscutible-; considerando entonces la complejidad infinita de las relaciones de los seres orgánicos entre sí y con sus condiciones de vida, que hacen que sea ventajoso para ellos una infinita diversidad de estructura, constitución y costumbres, sería un hecho el más extraordinario que no se hubiesen presentado nunca variaciones útiles a la prosperidad de cada ser, del mismo modo que se han presentado tantas variaciones útiles al hombre. Pero si las variaciones útiles a un ser orgánico ocurren alguna vez, los individuos caracterizados de este modo tendrán seguramente las mayores probabilidades de conservarse en la lucha por la vida, y, por el poderoso principio de la herencia, tenderán a producir descendientes con caracteres semejantes. A este principio de conservación o supervivencia de los más adecuados lo he llamado selección natural. Conduce este principio al perfeccionamiento de cada ser en relación con sus condiciones de vida orgánica e inorgánica, y, por consiguiente, en la mayor parte de los casos, a lo que puede ser considerado como un progreso en la organización. Sin embargo, las formas inferiores y sencillas persistirán mucho tiempo si están bien adecuadas a sus condiciones sencillas de vida.