La biología es producto de una ciencia institucionalizada. La primera razón que explica el pasado darwinista de la biología es la existencia de fuertes intereses económicos involucrados. Por eso sus objetivos se han dirigido tradicionalmente hacia la obtención de resultados aplicados, basados en el conocimiento de las funciones biológicas. Sin embargo, la descripción de la naturaleza necesita tanto la comprensión de las formas como de las funciones.

Otra razón que explica el pasado darwinista de la biología es que se trata de una ciencia especializada y, como tal tiende a atribuir funciones específicas a sus objetos de estudio: Órganos, tejidos, células y moléculas. Así, el organismo se viene convirtiendo tradicionalmente en un objeto “diluido” y las cuestiones principales que atañen a aspectos globales se convierten en “inoportunas”, inadecuadas y hasta imposibles de resolver bajo las perspectivas habituales. La Teoría Celular propone el modo de contemplar a los objetos de la naturaleza como formados por unidades, pero no propone medios para responder acerca de los mecanismos globales mediante los cuales las células se comunican entre sí para configurar y dar forma a un indivíduo. Las enzimas actúan en extractos libres de células permitiendo la investigación de sus mecanismos de acción, pero no hay garantía de que dicha acción sea la misma exactamente bajo las condiciones experimentales que dentro de las células de un organismo vivo. Las moléculas de DNA y de RNA contienen y transfieren la información genética, pero es cada vez más claro que sus modificaciones por otras moléculas (metilación, acetilación), pueden contribuir en aspectos esenciales de dicha función.

Development, not evolution, could be considered as the central theoretical framework for biology. In this case Baer and not Darwin would become the central historical figure in theoretical biology

El panorama histórico de una ciencia institucionalizada y especializada tiene consecuencias importantes en el modo en que la biología se enfrenta y responde a cuestiones fundamentales. Por ejemplo, ante la cuestión: ¿Cómo se configura y se regula la forma de un organismo?, la respuesta puede referirse a la combinación de su genoma y de su ambiente. Siendo correcta desde un punto de vista académico, esta respuesta no proporciona la mejor posición de partida para abrir vías originales que permitan ampliar el conocimiento y el análisis; entre otras razones, porque el ambiente es extremadamente complejo para definirlo, y el genoma una entidad plástica en constante interacción con muchos factores ambientales insuficientemente definidos. Es, ante este panorama de una biología secuestrada por el capital, por el paradigma neodarwinista, cuando se impone un cambio hacia una biología post-darwinista. Las propuestas incluyen: Lectura de textos de autores anteriores a Darwin o contemporáneos. Ya hemos hablado por ejemplo de Agassiz o de la propuesta de Máximo Sandín centrada en el retorno a Lamarck. Otro de los autores olvidados o proscritos es von Baer. También, muy recomendable en este sentido es la propuesta del autor Kalevi Kull, estonio como el propio von Baer, quien arranca su texto con esta frase poderosa: «Development, not evolution, could be considered as the central theoretical framework for biology. In this case Baer and not Darwin would become the central historical figure in theoretical biology» (Salthe, 1993:247).

Imagen tomada del blog Mesa Revuelta

Referencia

Salthe, S. N. 1993. Should prediction or historical uniqueness be the central focus of biology? – Folia Baeriana, 6: 247-260.

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Un comentario

  1. El dinero lo puede todo hasta de convencer que la tierra es cuadrada cuando en éllo se juega uno el sueldo mensual o el poder político. En el caso Galileo la Iglesia se jugaba el prestigio social, la amistad de los príncipes…no se entiende por otro motivo el resbalón histórico.

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