En la base de la ciencia contemporánea: La banca
Sobre una base sólida hemos de ir edificando pisos. Si comparamos uno de los pisos, por ejemplo, el tercero, con la ciencia contemporánea, ¿qué estructuras deberíamos hacer corresponder con los dos primeros? Inspirados en el texto de Comellas comentado entonces, cabría responder así: La industria y la banca.
La ciencia contemporánea depende de ambas, la industria y la banca, que están en su base y forman sus cimientos. El análisis de la historia en España viene a mostrar este panorama; análisis semejantes en cualquier otro pais de nuestro entorno darían los mismos resultados. En España, la revolución de 1868 prepara el terreno para su industrialización. El establecimiento de un sistema bancario es fundamental y paralelo a la industrialización. En su libro sobre La Institución Libre de Enseñanza, Antonio Jiménez Landi explica:
El gran alarde de nuestra incipiente industrialización, tiene lugar en 1888, cuando se inaugura la Exposición Internacional de Barcelona. La banca privada surge entonces, en su mayor parte, o se fusiona con la ya existente. Dos fechas nos importa señalar a este respecto: la de 1856, en que se regulan las sociedades financieras y el Banco de San Fernando pasa a ser Banco de España, y la de 1874, en que don José Echegaray, ministro de Hacienda, le concede a dicho banco el monopolio para emitir billetes por treinta años prorrogables. Por estas calendas nacen el Crédito Mobiliario Español (1856), el Banco de Bilbao (aprobado en 1857), el Banco de Santander (1857) y los catalanes Banco de Barcelona y Banco Arnús, a los que luego se añaden el Banco Hispano Colonial, que funda el Marqués de Comillas, y los de Güell, Bertrand y Batlló. Cada una de estas entidades financia, lógicamente la expansión industrial de sus respectivas regiones. La pérdida de las colonias provoca la caida del Banco Hispano Colonial y de algunos otros, en Cataluña, y el auge de los del Norte y Madrid, especialmente el de Bilbao. Pasada la crisis, aparecen el Banco Hispano Americano (1900), el de Vizcaya (1901) y el Español de Crédito (1902), que absorbe al de Crédito Mobiliario Español. Al final de la guerra de 1914 nacen dos más de los principales bancos: El Urquijo (1918) y el Central (1919). El Estado, por su parte, funda, con fines muy concretos, el Banco Hipotecario de España (1875), el de Crédito Industrial y el de Crédito Local, cuyas diferencias con los privados va a definir la ley de ordenación bancaria debida al ministro Cambó, en 1921.
Una banca consolidada es fundamento indispensable para que pueda tener lugar la industrialización. La ciencia institucionalizada es fruto de ambas y no su fundamento como a veces se nos viene indicando. En el Triángulo de Sábato, tal y como lo describe Wikipedia (enciclopedia de la neolengua), falta un elemento importante.
Bibliografía
Jiménez Landi, Antonio. La Institución Libre de Enseñanza, II. Periodo Parauniversitario. Ediciones Taurus. Madrid 1987.