Sin noticias de Gurb: La biología invadida por el estilo de la historieta
En la novela titulada “Sin noticias de Gurb” un extraterrestre con el aspecto de Marta Sánchez anda perdido por las calles de Barcelona. Aprovechando el general desorden, uno de sus párrafos ofrece una peculiar versión del cuerpo humano y de la evolución. Escribe Eduardo Mendoza:
No hay en todo el universo chapuza más grande ni trasto peor hecho que el cuerpo humano. Sólo las orejas, pegadas al cráneo de cualquier modo, ya bastarían para descalificarlo. Los pies son ridículos; las tripas, asquerosas. Todas las calaveras tienen una cara de risa que no viene a cuento. De todo ello los seres humanos sólo son culpables hasta cierto punto. La verdad es que tuvieron mala suerte con la evolución.
Más, contrariamente a las apariencias, tan hilarante descripción no es exclusiva de la literatura de ficción, sino que para sorpresa de algunos, sigue la sólida tradición de las más altas esferas de la biología. Así muchos científicos después de hacer trabajos excelentes en el laboratorio vienen a decir cualquier cosa hablando de evolución. Por ejemplo Francois Jacob, quien ganó el Nobel de Medicina o Fisiología en 1965 junto con Jacques Monod y André Lwoff por sus trabajos sobre la regulación del control de la biosíntesis de enzimas en bacterias, seguía la tradición hilarante y se expresaba de este modo:
La selección natural no trabaja como un ingeniero, sino como un chapucero, un chapucero que todavía no sabe que va a producir, pero recupera todo lo que le cae sobre sus manos, los objetos más heterogéneos,… un chapucero que aprovecha todo lo que encuentra a su alrededor para obtener algún objeto que sea útil.
Pero,…..¿ a qué se refería aquí el Nobel con la Selección Natural?
Si fuese a una Teoría Científica, entonces la tal Selección Natural no puede trabajar, las teorías están exentas de la obligación de trabajar. Pero por otra parte si es algo que trabaja como se indica en la frase y no sólo eso sino que lo hace buscando una utilidad, entonces deberá ser mucho más que un ingeniero puesto que su campo de acción no tiene limites.
Si viniese a ser cierto que la SN trabaja en busca de una utilidad como indica la frase de Jacob, tal vez será porque hay algún plan, algún diseño, por lo menos el de encontrar algo útil…: Ingeniero, chapucero, diseñador sin diseño, diseño sin diseñador, poco importa. Lo importante es que seguimos sin saber……….¿Qué es la selección Natural?
Jacques Monod, su compañero en el Nobel de Fisiología o Medicina de 1965 no parece que sea quien nos va a sacar de dudas. A la hora de hablar de la evolución de forma ambigua o hilarante, no se quedaba atrás. En su libro el azar y la necesidad indica:
Decimos que estas alteraciones son accidentales, que tienen lugar al azar y que constituyen la única fuente posible de modificaciones del texto genético, único depositario a su vez de las estructuras hereditarias del organismo, se deduce necesariamente que solo el azar está en el origen de de toda novedad en la biósfera. El puro azar, el único azar, libertad absoluta pero ciega, en la raíz misma del prodigioso edificio de la evolución: esta noción central de la biología moderna no es ya hoy en día una hipótesis entre otras posibles o al menos concebibles. Es la sola concebible como única compatible con los hechos de observación y experiencia.
El estilo de la historieta ha invadido la biología. Y es que lamentablemente existe una larga tradición de bioquímicos que, tras hacer un portentoso trabajo de laboratorio, vienen a expresarse de cualquier manera al tratar de los aspectos más generales de la vida. El Efecto Gurb es general y tiene que ver por lo menos con dos cosas.
Primero con la enorme diferencia entre la vida y el laboratorio de la cual pocos científicos manifiestan ser conscientes en su obra. Segunda, con el efecto negativo que tienen los premios sobre el poder de expresión de los premiados.
El estudio de esta tradición de biólogos que escriben sobre la vida como si fuesen escritores de ficción o autores de historieta de kiosko promete ser fructífero desde un punto de vista de la sociología.