Enmendando a Lamarck con ayuda del traductor en el párrafo centésimo octogésimo séptimo de El Origen de las Especies
El autor sigue insipirándose, una y otra vez a lo largo de OSMNS, en los textos de Lamarck, quien para sus argumentos recurría a la generación espontánea. Curiosamente el autor menciona el nombre de Lamarck cuando va asociado a algún algumento que él mismo puede, o cree que puede, rebatir o superar. En otras ocasiones, cuando un argumento perteneciente a Lamarck no es rebatido, el autor de OSMNS lo copia igual, pero sin mencionar su procedencia. En este párrafo Lamarck es citado puesto que se trata de decir que él creía en la generación espontánea, una idea desacreditada por los experimentos de la época.. ..No obstante no se toma la molestia el autor de decir por qué estaba desacreditada la generación espontánea en su época. No parece muy familiar con el método científico quien afirma:
Science has not as yet proved the truth of this belief, whatever the future may reveal.
(La ciencia no ha probado todavía la verdad de esta creencia, cualquiera que sea lo que el futuro pueda revelar.)
Ya que la ciencia en ningún momento puede probar la verdad de una creencia sino la adecuación de una hipótesis con los hechos. Las creencias no pertenecen al orden de ideas que la ciencia va a probar o a refutar. Curiosamente otra vez vienen los traductores a enmendar la plana cuando escriben:
Hasta ahora, la ciencia no ha probado la verdad de esta hipótesis, sea lo que fuere lo que el porvenir pueda revelarnos.
Cambiando descaradamente creencia por hipótesis. Pero no es esto lo que el autor había escrito, sino otra cosa. Será interesante verificar si, en la traducción de éste párrafo a otros idiomas, el autor ha contado también con la misma ayuda del traductor con la que ha contado en el caso de la versión en español aquí utilizada que recordamos es la que puede consultarse aquí .
Ha de ser un consuelo muy grande para los autores mediocres (y hoy se cuentan por centenares) el contar con traductores que vienen a enmendarles la plana. Pensarán algunos que salvan así de la catástrofe algunas obras pero más posible parece que ellos mismos sean víctimas, pues la catástrofe en tales obras es inevitable: Lo que la naturaleza no da, Salamanca no lo presta.
Entretanto, quedémonos con una teoría que no necesita prueba pues todo lo explica: la selección natural. Así:
Según nuestra teoría, la persistencia de organismos inferiores no ofrece dificultad alguna, pues la selección natural, o la supervivencia de los más adecuados, no implica necesariamente desarrollo progresivo; saca sólo provecho de las variaciones a medida que surgen y son beneficiosas para cada ser en sus complejas relaciones de vida. Y puede preguntarse: ¿qué ventaja habría -en lo que nosotros podamos comprender- para un animálculo infusorio, para un gusano intestinal, o hasta para una lombriz de tierra, en tener una organización superior? Si no hubiese ventaja, la selección natural tendría que dejar estas formas sin perfeccionar, o las perfeccionaría muy poco, y podrían permanecer por tiempo indefinido en su condición inferior actual.
187.
But it may be objected that if all organic beings thus tend to rise in the scale, how is it that throughout the world a multitude of the lowest forms still exist; and how is it that in each great class some forms are far more highly developed than others? Why have not the more highly developed forms every where supplanted and exterminated the lower? Lamarck, who believed in an innate and inevitable tendency towards perfection in all organic beings, seems to have felt this difficulty so strongly that he was led to suppose that new and simple forms are continually being produced by spontaneous generation. Science has not as yet proved the truth of this belief, whatever the future may reveal. On our theory the continued existence of lowly organisms offers no difficulty; for natural selection, or the survival of the fittest, does not necessarily include progressive development—it only takes advantage of such variations as arise and are beneficial to each creature under its complex relations of life. And it may be asked what advantage, as far as we can see, would it be to an infusorian animalcule—to an intestinal worm—or even to an earth-worm, to be highly organised. If it were no advantage, these forms would be left, by natural selection, unimproved or but little improved, and might remain for indefinite ages in their present lowly condition. And geology tells us that some of the lowest forms, as the infusoria and rhizopods, have remained for an enormous period in nearly their present state. But to suppose that most of the many now existing low forms have not in the least advanced since the first dawn of life would be extremely rash; for every naturalist who has dissected some of the beings now ranked as very low in the scale, must have been struck with their really wondrous and beautiful organisation.
Pero, si todos los seres orgánicos tienden a elevarse de este modo en la escala, puede hacerse la objeción de ¿cómo es que, por todo él mundo, existen todavía multitud de formas inferiores, y cómo es que en todas las grandes clases hay formas muchísimo más desarrolladas que otras? ¿Por qué las formas más perfeccionadas no han suplantado ni exterminado en todas partes a las inferiores? Lamarck, que creía en una tendencia innata e inevitable hacia la perfección en todos los seres orgánicos, parece haber sentido tan vivamente esta dificultad, que fue llevado a suponer que de continuo se producen, por generación espontánea, formas nuevas y sencillas. Hasta ahora, la ciencia no ha probado la verdad de esta hipótesis, sea lo que fuere lo que el porvenir pueda revelarnos. Según nuestra teoría, la persistencia de organismos inferiores no ofrece dificultad alguna, pues la selección natural, o la supervivencia de los más adecuados, no implica necesariamente desarrollo progresivo; saca sólo provecho de las variaciones a medida que surgen y son beneficiosas para cada ser en sus complejas relaciones de vida. Y puede preguntarse: ¿qué ventaja habría -en lo que nosotros podamos comprender- para un animálculo infusorio, para un gusano intestinal, o hasta para una lombriz de tierra, en tener una organización superior? Si no hubiese ventaja, la selección natural tendría que dejar estas formas sin perfeccionar, o las perfeccionaría muy poco, y podrían permanecer por tiempo indefinido en su condición inferior actual. Y la Geología nos dice que algunas de las formas inferiores, como los infusorios y rizópodos, han permanecido durante un período enorme casi en su estado actual. Pero suponer que la mayor parte de las muchas formas inferiores que hoy existen no ha progresado en lo más mínimo desde la primera aparición de la vida sería sumamente temerario, pues todo naturalista que haya disecado algunos de las seres clasificados actualmente como muy inferiores en la escala tiene que haber quedado impresionado por su organización, realmente admirable y hermosa.
Imagen del blog Ciencias para el Mundo Contemporáneo