Secuestro en la torre de cristal, la reina amenazada
Eugeni d’Ors, quien como veíamos había descubierto allá por los cuarenta del siglo XX el idioma darwiniano o darvinés y su perniciosa influencia en la Historia, indicaba con cierta frecuencia en sus escritos que Darwin, lejos de ser un científico experimental al uso, tendía más bien a ser ejemplo de un sportsman o un cazador.
En cualquier caso y después de haber dado sin lugar a dudas prioridad a su propia herencia antes que a ningún tipo de transmisión de caracteres al uso en la Ciencia, el caso es que los escritos de Darwin se multiplicaron y, ni su exagerada difusión ni la excesiva celebración de sus aniversarios, se acompañan del análisis cuidadoso de sus contenidos.
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