Más contradicción en el párrafo tricentésimo vigésimo primero de El Origen de las Especies

 

 

Vuelve a hablar aquí el autor de las leyes de variación y de crecimiento. que, según nos dice, puede que no aporten ventaja alguna. Estas misteriosas leyes deberían ser el objeto de un estudio científico que excluiría entidades extrañas como la Selección Natural.  Pero no, a estas leyes el autor sólo se refiere de pasada y en lugar de dar ejemplos concretos,  habla constantemente de órganos o partes indeterminadas. Es a los productos de su imaginación a los que puede aplicar con mayor éxito la selección natural que nada pinta en el mundo real.

Cierra el párrafo una gran contradicción, pues nada puede haberse adquirido por la selección natural.

 

321

 

In many cases we are far too ignorant to be enabled to assert that a part or organ is so unimportant for the welfare of a species, that modifications in its structure could not have been slowly accumulated by means of natural selection. In many other cases, modifications are probably the direct result of the laws of variation or of growth, independently of any good having been thus gained.  But even such structures have often, as we may feel assured, been subsequently taken advantage of, and still further modified, for the good of species under new conditions of life. We may, also, believe that a part formerly of high importance has frequently been retained (as the tail of an aquatic animal by its terrestrial descendants), though it has become of such small importance that it could not, in its present state, have been acquired by means of natural selection.

 

En muchos casos nuestra ignorancia es demasiado grande para que podamos afirmar que un órgano o parte es de tan poca importancia para la prosperidad de una especie, que no puedan haberse acumulado lentamente modificaciones en su estructura por medio de la selección natural. En otros muchos casos, las modificaciones son probablemente resultado directo de las leyes de variación y de crecimiento, independientemente de que se haya conseguido así alguna ventaja.  Pero aun estas conformaciones, muchas veces, han sido después aprovechadas y modificadas todavía de nuevo, para bien de la especie, en nuevas condiciones de vida. Podemos también creer que un órgano que fue en un tiempo de gran importancia se ha conservado con frecuencia -como la cola de un animal acuático en sus descendientes terrestres-, aun cuando haya llegado a ser de tan poca importancia, que no pudo haber sido adquirido en su estado actual por selección natural.

 

 

Lectura aconsejada:

 Manual para detectar la impostura científica: Examen del libro de Darwin por Flourens. Digital CSIC, 2013. 225 páginas.

Compartir:

Deja un comentario