Más sobre los pleuronéctidos y otras curiosidades en el párrafo tricentésimo sexagésimo cuarto de El Origen de las Especies
Entre todas las citas de los distintos autores, más curiosidades que explicaciones:
en los animales superiores, aun después de la primera juventud, el cráneo cede y cambia de forma si la piel y los músculos están constantemente contraídos por enfermedad o algún accidente.
En los conejos de orejas largas, si una oreja está caída hacia delante, su peso arrastra hacia delante todos los huesos del cráneo
Malm afirma que las crías recién nacidas de las percas, salmón y varios otros peces simétricos tienen la costumbre de descansar sobre un costado en el fondo, y ha observado que entonces con frecuencia tuercen el ojo inferior para mirar hacia arriba, y de este modo su cráneo se tuerce algo
Juzgando, por analogía, la tendencia a la torsión, indudablemente tiene que aumentar por el principio de la herencia
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We should remember that the skull at this early age is cartilaginous and flexible, so that it readily yields to muscular action. It is also known with the higher animals, even after early youth, that the skull yields and is altered in shape, if the skin or muscles be permanently contracted through disease or some accident. With long-eared rabbits, if one ear flops forward and downward, its weight drags forward all the bones of the skull on the same side, of which I have given a figure. Malm states that the newly-hatched young of perches, salmon, and several other symmetrical fishes, have the habit of occasionally resting on one side at the bottom; and he has observed that they often then strain their lower eyes so as to look upward; and their skulls are thus rendered rather crooked. These fishes, however, are soon able to hold themselves in a vertical position, and no permanent effect is thus produced. With the Pleuronectidae, on the other hand, the older they grow the more habitually they rest on one side, owing to the increasing flatness of their bodies, and a permanent effect is thus produced on the form of the head, and on the position of the eyes. Judging from analogy, the tendency to distortion would no doubt be increased through the principle of inheritance. Schiodte believes, in opposition to some other naturalists, that the Pleuronectidae are not quite symmetrical even in the embryo; and if this be so, we could understand how it is that certain species, while young, habitually fall over and rest on the left side, and other species on the right side. Malm adds, in confirmation of the above view, that the adult Trachypterus arcticus, which is not a member of the Pleuronectidae, rests on its left side at the bottom, and swims diagonally through the water; and in this fish, the two sides of the head are said to be somewhat dissimilar. Our great authority on Fishes, Dr. Gunther, concludes his abstract of Malm’s paper, by remarking that «the author gives a very simple explanation of the abnormal condition of the Pleuronectoids.»
Debemos recordar que el cráneo, en esta temprana edad, es cartilaginoso y flexible, de modo que cede fácilmente a la acción muscular. También es sabido que en los animales superiores, aun después de la primera juventud, el cráneo cede y cambia de forma si la piel y los músculos están constantemente contraídos por enfermedad o algún accidente. En los conejos de orejas largas, si una oreja está caída hacia delante, su peso arrastra hacia delante todos los huesos del cráneo del mismo lado, de lo cual he dado una figura. Malm afirma que las crías recién nacidas de las percas, salmón y varios otros peces simétricos tienen la costumbre de descansar sobre un costado en el fondo, y ha observado que entonces con frecuencia tuercen el ojo inferior para mirar hacia arriba, y de este modo su cráneo se tuerce algo. Estos peces, sin embargo, pueden pronto mantenerse en posición vertical, y no se produce así efecto alguno permanente. En los pleuronéctidos, por el contrario, cuanta más edad tienen, tanto más habitual es el que permanezcan sobre un lado, debido al aplastamiento creciente de su cuerpo, y de este modo se produce un efecto permanente en la cabeza y en la posición de los ojos. Juzgando, por analogía, la tendencia a la torsión, indudablemente tiene que aumentar por el principio de la herencia. Schiödte cree, en contra de otros naturalistas, que los pleuronéctidos no son completamente simétricos en el embrión, y, si esto es así, podríamos comprender cómo es que ciertas especies, cuando jóvenes, caen y permanecen habitualmente sobre el lado izquierdo y otras sobre el lado derecho. Malm añade, en confirmación de la opinión anterior, que el Trachypterus arcticus, que no pertenece a los pleuronéctidos, permanece en el fondo sobre el lado izquierdo, y nada diagonalmente en el agua, y se dice que en este pez los lados de la cabeza son algo desiguales. Nuestra gran autoridad en peces, el doctor Günther, termina su resumen de la memoria de Malm haciendo observar que «el autor da una explicación muy sencilla de la anómala condición de los pleuronéctidos».
Lectura aconsejada:
Manual para detectar la impostura científica: Examen del libro de Darwin por Flourens. Digital CSIC, 2013. 225 páginas.