De nuevo sólida, pero insuficiente, objeción de Mivart en el párrafo tricentésimo septuagésimo cuarto de El Origen de las Especies
No es, como dice Mivart, que estructuras semejantes no puedan haberse formado en especies muy distintas por acción de la selección natural. Es más sencillo: Ninguna estructura se produce jamas por acción de la selección natural. Siempre hay, sin excepción, otras explicaciones.
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Mr. Mivart adduces this case, chiefly on account of the supposed difficulty of organs, namely the avicularia of the Polyzoa and the pedicellariae of the Echinodermata, which he considers as «essentially similar,» having been developed through natural selection in widely distinct divisions of the animal kingdom. But, as far as structure is concerned, I can see no similarity between tridactyle pedicellariae and avicularia. The latter resembles somewhat more closely the chelae or pincers of Crustaceans; and Mr. Mivart might have adduced with equal appropriateness this resemblance as a special difficulty, or even their resemblance to the head and beak of a bird. The avicularia are believed by Mr. Busk, Dr. Smitt and Dr. Nitsche—naturalists who have carefully studied this group—to be homologous with the zooids and their cells which compose the zoophyte, the movable lip or lid of the cell corresponding with the lower and movable mandible of the avicularium. Mr. Busk, however, does not know of any gradations now existing between a zooid and an avicularium. It is therefore impossible to conjecture by what serviceable gradations the one could have been converted into the other, but it by no means follows from this that such gradations have not existed.
Míster Mivart aduce este caso, principalmente, en apoyo de la supuesta dificultad de que en divisiones muy distantes del reino animal se hayan desarrollado por selección natural órganos -como los avicularios de los polizoos y los pedicelarios de los equinodermos- que él considera como «esencialmente semejantes»; pero, por lo que se refiere a la estructura, no sé ver semejanza alguna entre los pedicelarios tridáctilos y los avicularios. Estos últimos se parecen algo más a las quelas o pinzas de los crustáceos, y míster Mivart pudo, con igual fundamento, haber aducido como una especial dificultad esta semejanza, y aun la semejanza con la cabeza y pico de un ave. Míster Busk, el doctor Smitt y el doctor Nitsche, naturalistas que han estudiado cuidadosamente este grupo, creen que los avicularios son homólogos de los zooides y sus celdas, que componen el zoófito, correspondiendo el labio u opérculo móvil de la celda a la mandíbula inferior movible del aviculario. Míster Busk, sin embargo, no conoce ninguna gradación, existente actualmente, entre un zooide y un aviculario. Es, por consiguiente, imposible conjeturar mediante qué gradaciones útiles pudo el uno convertirse en el otro; pero en modo alguno se sigue de esto que tales gradaciones no hayan existido.
Lectura aconsejada:
Manual para detectar la impostura científica: Examen del libro de Darwin por Flourens. Digital CSIC, 2013. 225 páginas.