El autor advierte al creyente del riesgo de abandonar las regiones de la ciencia en el párrafo tricentésimo nonagésimo noveno

En un tono algo amenazante y clerical, como corresponde a su verdadera formación, el autor advierte al lector para que este no se vaya a perder en las regiones del milagro abandonando así  las de la ciencia.  Esto,  que parece a primera vista un consejo razonable,  tiene mucha miga y requiere una explicación.

 

Evidentemente ningún científico va a defender a los milagros como explicación de algo.  Eso es obvio hoy y hace cien o doscientos años.  El problema es que tampoco un científico puede admitir a los juegos de palabras como explicación de algo.  El autor puede descansar tranquilo: Sus lectores no saldremos de los terrenos rectos y bien medidos de la ciencia. Al menos no podemos salir de ellos puesto que, a lo largo de la lectura de OSMNS, nunca hemos entrado en ellos.  Nada hubiéramos deseado más que entrar en los terrenos limpios y aseados de la Ciencia a lo largo de nuestra lectura lectura, pero,….. no! Esto no ha sido posible. No saldremos de ellos  pero no porque creamos en los milagros, como parece sospechar el autor, sino porque no hemos visto  argumentos científicos a lo largo de nuestra lectura.

 

Acaba así de una vez este capítulo VII tortuosamente redactado para la cuarta edición en el que se nos han presentado una serie de objeciones misceláneas a la Teoría de Selección Natural.  Ni en este capítulo ni en el sexto, titulado Dificultades de la Teoría, se ha presentado la principal dificultad u objeción, a saber:

 

Que la Teoría de Selección Natural no es teoría alguna sino un juego de palabras, un fantasma semántico.

 

 

 

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He who believes that some ancient form was transformed suddenly through an internal force or tendency into, for instance, one furnished with wings, will be almost compelled to assume, in opposition to all analogy, that many individuals varied simultaneously. It cannot be denied that such abrupt and great changes of structure are widely different from those which most species apparently have undergone. He will further be compelled to believe that many structures beautifully adapted to all the other parts of the same creature and to the surrounding conditions, have been suddenly produced; and of such complex and wonderful co-adaptations, he will not be able to assign a shadow of an explanation. He will be forced to admit that these great and sudden transformations have left no trace of their action on the embryo. To admit all this is, as it seems to me, to enter into the realms of miracle, and to leave those of science.

 

 

El que crea que alguna forma antigua, mediante una tendencia o fuerza interna, se transformó de repente, por ejemplo, en otra provista de alas, estará casi obligado a admitir, en oposición a toda analogía, que variaron simultáneamente muchos individuos; y es innegable que estos cambios de estructura, grandes y bruscos, son muy diferentes de los que parecen haber experimentado la mayor parte de las especies. Estará, además, obligado a creer que se han producido repentinamente muchas conformaciones admirablemente adaptadas a todas las otras partes del mismo ser y a las condiciones ambientes; y no podrá presentar ni una sombra de explicación de estas complejas y portentosas adaptaciones. Estará forzado a admitir que estas grandes y bruscas transformaciones no han dejado huella alguna de su acción en el embrión. Admitir todo esto es, a mi parecer, entrar en las regiones del milagro y abandonar las de la Ciencia.

 

 

Lectura aconsejada:

 

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