Lo que tenemos y lo que no tenemos en el párrafo cuadrigentésimo cuadragésimo sexto de El Origen de las Especies

La mitad de este párrafo es cierta pero antigua: Aquella en la que expone lo que tenemos.

 

La otra mitad es nueva, pero falsa:

 

Por consiguiente, no sé ver gran dificultad en que un carácter llegue a ser correlativo de la condición estéril de ciertos miembros de las sociedades de los insectos: la dificultad descansa en comprender cómo se han acumulado lentamente, por selección natural, estas modificaciones correlativas de estructura.

 

 

Más que la dificultad, se trata de algo imposible.

 

Del diccionario de Neolengua, entrada dedicada a Haughton, tomo lo siguiente:

 Darwin later commented in his autobiography that this was the only response to the papers, summarising Haughton’s verdict as ‘all that [was] new in there was false, and what was true was old’

 

 

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First, let it be remembered that we have innumerable instances, both in our domestic productions and in those in a state of nature, of all sorts of differences of inherited structure which are correlated with certain ages and with either sex. We have differences correlated not only with one sex, but with that short period when the reproductive system is active, as in the nuptial plumage of many birds, and in the hooked jaws of the male salmon. We have even slight differences in the horns of different breeds of cattle in relation to an artificially imperfect state of the male sex; for oxen of certain breeds have longer horns than the oxen of other breeds, relatively to the length of the horns in both the bulls and cows of these same breeds. Hence, I can see no great difficulty in any character becoming correlated with the sterile condition of certain members of insect communities; the difficulty lies in understanding how such correlated modifications of structure could have been slowly accumulated by natural selection.

 

En primer lugar, recuérdese que tenemos innumerables ejemplos, tanto en nuestras producciones domésticas como en las naturales, de toda clase de diferencias hereditarias de estructura, que están en relación con ciertas edades o con los sexos. Tenemos diferencias que están en correlación, no sólo con un sexo, sino con el corto período en que el aparato reproductor está en actividad, como el plumaje nupcial de muchas aves y las mandíbulas con garfio del salmón macho. Tenemos ligeras diferencias hasta en los cuernos de las diferentes razas del ganado vacuno, en relación con un estado artificialmente imperfecto del sexo masculino; pues los bueyes de ciertas razas tienen cuernos más largos que los bueyes de otras, relativamente a la longitud de los cuernos, tanto de los toros como de las vacas de las mismas razas. Por consiguiente, no sé ver gran dificultad en que un carácter llegue a ser correlativo de la condición estéril de ciertos miembros de las sociedades de los insectos: la dificultad descansa en comprender cómo se han acumulado lentamente, por selección natural, estas modificaciones correlativas de estructura. 

 

 

Lectura aconsejada:

 


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