Pura especulación y poca ciencia en el párrafo sexcentésimo segundo del Origen de las Especies
Pura especulación sobre un gráfico imaginario y erróneo. ¿Esto es Ciencia? No parece
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By looking at the diagram we can see that if many of the extinct forms supposed to be embedded in the successive formations, were discovered at several points low down in the series, the three existing families on the uppermost line would be rendered less distinct from each other. If, for instance, the genera a1, a5, a10, f8, m3, m6, m9, were disinterred, these three families would be so closely linked together that they probably would have to be united into one great family, in nearly the same manner as has occurred with ruminants and certain pachyderms. Yet he who objected to consider as intermediate the extinct genera, which thus link together the living genera of three families, would be partly justified, for they are intermediate, not directly, but only by a long and circuitous course through many widely different forms. If many extinct forms were to be discovered above one of the middle horizontal lines or geological formations—for instance, above No. VI.—but none from beneath this line, then only two of the families (those on the left hand a14, etc., and b14, etc.) would have to be united into one; and there would remain two families which would be less distinct from each other than they were before the discovery of the fossils. So again, if the three families formed of eight genera (a14 to m14), on the uppermost line, be supposed to differ from each other by half-a-dozen important characters, then the families which existed at a period marked VI would certainly have differed from each other by a less number of characters; for they would at this early stage of descent have diverged in a less degree from their common progenitor. Thus it comes that ancient and extinct genera are often in a greater or less degree intermediate in character between their modified descendants, or between their collateral relations.
Mirando el cuadro podemos ver que, si en diferentes puntos de la parte inferior de la serie fuesen descubiertas muchas de las formas extinguidas, que se supone que están enterradas en las formaciones sucesivas, las tres familias vivientes que están encima de la línea superior resultarían menos distintas entre sí. Si, por ejemplo, los géneros a1, a5, a10, f8, m3, m6, m9, fuesen desenterrados, estas tres familias estarían tan estrechamente unidas entre sí, que probablemente habrían tenido que ser reunidas, formando una gran familia, casi del mismo modo que ha ocurrido con los rumiantes y ciertos paquidermos. Sin embargo, el que se opusiese a considerar como intermedios los géneros extinguidos que enlazan de este modo los géneros vivientes de tres familias, tendría en parte razón, pues son intermedios no directamente, sino sólo mediante un camino largo y tortuoso, pasando por muchas y muy diferentes formas. Si fuesen descubiertas muchas formas extinguidas por encima de una de las líneas horizontales o formaciones geológicas intermedias -por ejemplo, por encima de VI-, y ninguna por debajo de esta línea, entonces sólo dos de las familias -las de la izquierda, a14, etc., y b14, etc.-, tendrían que ser reunidas en una sola, y quedarían dos familias, que serían menos distintas entre sí de lo que lo eran antes del descubrimiento de los fósiles. Del mismo modo también, si se supone que las tres familias formadas por los ocho géneros (a14 a m14), situados sobre la línea superior difieren entre sí por media docena de caracteres importantes, en este caso, las familias que existieron en el período señalado por la línea VI habrían seguramente diferido entre sí por un número menor de caracteres, pues en este estado primitivo habrían divergido menos a partir de su antepasado común. Así ocurre que los géneros antiguos y extinguidos son con frecuencia, en mayor o menor grado, de caracteres intermedios entre sus modificados descendientes o entre sus parientes colaterales.
Lectura aconsejada:
- Manual para detectar la impostura científica: Examen del libro de Darwin por Flourens. Digital CSIC, 2013. 225 páginas.