El sopicharco, base nutritiva del materialismo
“Las condiciones de las aguas del océano primitivo durante aquellos tiempos remotos se parecían bastante a las condiciones que reproducimos en un laboratorio hoy en día. Lo que nos hace pensar que en cualquier parte de aquel océano, laguna o charco, debieron formarse unas sustancias orgánicas complejas iguales a las creadas en el matraz de Butlerov, en la vasija de Baj o en experimentos similares.”
Alexander Oparin. El origen de la vida (p 123).
Nada sospechoso de idealismo o de inspiración religiosa, el diccionario de Neolengua (spanish version) dice esto de Oparin:
Según el profesor Loren S. Graham en su ensayo Science, philosophy, and human behavior in the Soviet Union. New York: Columbia University Press Oparin recibió el impulso para comenzar sus investigaciones en un intento de demostrar el materialismo dialéctico en el contexto de la guerra fría en la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Pero ninguno de los dos, ni Loren Graham ni la versión española del diccionario de Neolengua indica en qué consistieron las investigaciones de Oparin. Basta con acudir a la versión inglesa para darse cuenta de que no existen. El texto de Oparin es escritura libre. Su apoyo experimental, nulo:
While Oparin himself was unable to do extensive experiments to investigate any of these ideas, scientists were later able to………..
¿Qué es por lo tanto la obra de Oparin? Un apoyo teórico al materialismo dialéctico.
¿Por qué un manifiesto se mantiene y se considera en la base del pensamiento acerca de la evolución? Porque apoya el paradigma que conviene a la sociedad materialista.
En la antigua Unión Soviética, para Bodganov la Ciencia es la experiencia organizada de la sociedad humana (Constructivismo social) de acuerdo con el empirismo radical de Mach: La Ciencia como instrumento para la economía del conocimiento (Roll-Hansen, 2005).
Oparin nació en 1894 y publicó “El origen de la vida” en ruso en Moscú (1924). Colaboró con Lysenko, cuya reputación en el entorno occidental corrió, sin duda, peor suerte. En su obra, Oparin muestra a Engels como modelo y apoya manifiestamente a Darwin (“Charles Darwin estableció en el Origen de las Especies los fundamentos biológicos de la evolución” se lee en alguna parte) lo cual confirma de nuevo a la obra de Darwin como apoyo fundamental del materialismo dialéctico.
“El origen de la vida” es un manifiesto a favor del materialismo. Dicho de otro modo: Un panfleto. Su capítulo primero se titula “El materialismo enfrentado al idealismo y la religión en torno al emocionante y polémico problema del origen de la vida” y en él se parte explícitamente de que la vida es de naturaleza material, si bien no queda claro lo que esto sea. Sus capítulos sobre el origen de las moléculas, la estructuración del protoplasma vivo y el origen de los organismos primitivos son un conjunto de disparatadas especulaciones carentes de base científica. Por ejemplo leemos (p 76-77):
Si partimos de que la vida es de naturaleza material, estudiando las leyes que la rigen debemos hacer lo que esté en nuestras manos por cambiar de forma consciente y en el sentido deseado a los seres vivos. Si por el contrario, un principio espiritual es el creador de todo aquello que está vivo, y nos es imposible conocer su esencia, no podremos hacer otra cosa que contemplar de forma pasiva la naturaleza viva, incapaz ante fenómenos que nuestro conocimiento no puede entender, y a los que se atribuye un origen sobrenatural que huye de la racionalidad característica del ser humano………
Y un poco más adelante:
La observación, la experiencia más objetiva y la práctica de la naturaleza viva constituirán los parámetros del materialismo para dar una respuesta racional a la cuestión de la vida
Bibliografía
Nils Roll-Hansen, The Lysenko Effect: The Politics of Science. New York: Humanity Books,
2005. Pp. 335. ISBN 1-59102-262-2. £17.99 (paperback). doi:10.1017/S0007087407009739
Oparin A. El Origen de la vida. Clásicos Universales Fontana 1998.
Imagen: Cuadro de Hugo Fontela.