Las obras de Dios en el confuso ducentésimo cuadragésimo quinto párrafo de El Origen de las Especies
El que crea que cada especie equina fue creada independientemente, comienza este párrafo. Pero: ¿Quién cree eso y qué tiene que ver con la ciencia que alguien lo crea?
Admitir esta opinión es, a mi parecer, desechar una causa real por otra imaginaria, o, por lo menos, por otra desconocida
¿Desechar una causa real? ¿A qué causa se refiere?
Esta opinión convierte las obras de Dios en una pura burla y engaño dice el autor a mitad del párrafo. Pero entonces en qué quedamos: ¿Son las especies obra de Dios como parece indicar el autor en esta frase o no lo son como indicaba en la anterior?. ¿Cuál es la causa real a la que este confuso autor se ha referido a mitad del párrafo?
Todo son misterios trabalenguas, juegos de palabras. El capítulo se acaba y nada nuevo sobre los leyes de la variación, salvo, ya saben, lo que el autor ha copiado de Lamarck.
245
He who believes that each equine species was independently created, will, I presume, assert that each species has been created with a tendency to vary, both under nature and under domestication, in this particular manner, so as often to become striped like the other species of the genus; and that each has been created with a strong tendency, when crossed with species inhabiting distant quarters of the world, to produce hybrids resembling in their stripes, not their own parents, but other species of the genus. To admit this view is, as it seems to me, to reject a real for an unreal, or at least for an unknown cause. It makes the works of God a mere mockery and deception; I would almost as soon believe with the old and ignorant cosmogonists, that fossil shells had never lived, but had been created in stone so as to mock the shells now living on the sea-shore.
El que crea que cada especie equina fue creada independientemente afirmará, supongo yo, que cada especie ha sido creada con tendencia a variar, tanto en la naturaleza como en domesticidad, de este modo especial, de manera que con frecuencia se presente con rayas, como las otras especies del género, y que todas han sido creadas con poderosa tendencia -cuando se cruzan con especies que viven en puntos distantes del mundo- a producir híbridos que por sus rayas se parecen, no a sus propios padres, sino a otras especies del género. Admitir esta opinión es, a mi parecer, desechar una causa real por otra imaginaria, o, por lo menos, por otra desconocida. Esta opinión convierte las obras de Dios en una pura burla y engaño; casi preferiría yo creer, con los antiguos e ignorantes cosmogonistas, que las conchas fósiles no han vivido nunca, sino que han sido creadas de piedra para imitar las conchas que viven en las orillas del mar.