¿Qué versión del libro de Darwin había leído Flourens?

 Pierre Flourens, un Académico de brillante trayectoria, leyó la primera edición francesa del libro de Darwin, en la traducción de Clémence Royer. El título de la  primera edición francesa (1962) es: DE L’ORIGINE DES ESPÈCES OU DES LOIS DU PROGRÈS CHEZ LES ÊTRES ORGANISÉS y la obra se encuentra disponible en Darwin online y en Google Books.  Merece la pena una lectura de su  prefacio, ejemplo de fe en la ciencia y de fundamentalismo científista, que comienza así de bravamente:

Oui, je crois à la révélation, mais à une révélation permanente de l’homme à lui-même et par lui-même, à une révélation rationnelle qui n’est que la résultante des progrès de la science et de la conscience contemporaines, à une révélation toujours partielle et relative qui s’effectue par l’acquisition de vérités nouvelles, et plus encore par l’élimination d’anciennes erreurs. Il faut même avouer que le progrès de la vérité nous donne autant à oublier qu’à apprendre, et nous apprend à nier et à douter aussi souvent qu’à affirmer.

(Sí, creo en la revelación, pero en una revelación permanente del hombre a sí mismo y por sí mismo, en  una revelación racional que es sólo la resultante de los progresos de la ciencia y de la conciencia contemporáneas, en una revelación siempre parcial y relativa que se efectúa por la adquisición de las verdades nuevas, y más todavía por la eliminación de antiguos errores. Hasta hay que reconocer que el progreso de la verdad nos da tanto para  olvidar como para aprender, y nos enseña  a negar y a dudar tan a menudo como a afirmar.)

El dogmatismo y la falta de formación científica de la traductora están patentes a lo largo de todo el prólogo.

En la segunda edición francesa, de 1866, titulada De l’Origine des espèces par sélection naturelle ou des lois de transformation des êtres organisés (se conoce que alguien hizo ver al menos la total inconsistencia del título anterior)  , y disponible en Google books,   la traductora introduce además de su osado prefacio a la primera edición, un avant-propos, en el que cita ni más ni menos que cuatro veces a Pierre Flourens.  Además, lo cita también una quinta vez en una nota a pie de página en el texto.

Veamos estas cinco desafortunadas citas que una atrevida traductora se permite hacer en referencia a un académico de tan larga y prestigiosa trayectoria científica:

1 y 2. Discute la traductora el término sélection que ha decidido emplear en esta edición en lugar de élection. Nos dice:

En abandonnant le mot élection, que nous avions employé dans notre première édition [cf. Royer, De l’origine des espèces1, 114, 121, etc.], nous avons fait, nous l’avouons, à l’opinion du grand nombre, un sacrifice, au sujet duquel, notre conscience n’est pas très‑tranquille. Car, toute l’Académie des sciences, avec M. Flourens , un des contradicteurs les plus écoutés des idées darwiniennes en France, notamment grâce à sa critique d’une « personnification » de la nature à travers le terme d’élection naturelle utilisé quelque temps en France à la place de celui de sélection, nous dirait que la nature, même organisée, même vivante, n’étant pas intelligente, ne peut élire, parce qu’une élection suppose un choix volontaire ; nous demanderions à l’Académie des sciences et à M. Flourens en particulier, pourquoi la nature inorganique, brute, morte, inerte, tout ce qu’on voudra, est capable, en chimie, d’affinités électives. Mais nous consentons à céder volontiers quelque chose sur les mots, pourvu qu’on nous permette de ne rien céder sur les idées.

(Abandonando la palabra elección, que habíamos empleado en nuestra primera edición [cf. Royer, Del origen de los espèces1, 114, 121, etc.], hicimos, lo reconocemos, a la opinión del gran número, un sacrificio, respecto al cual, nuestra conciencia no está muy-tranquila. Porque, toda la Academia de las ciencias, con Sr. Flourens, uno de los contradictores de las ideas darvinianas más escuchados en Francia, particularmente gracias a su crítica de una «personificación» de la naturaleza a través del término de elección natural utilizado por un tiempo en Francia en lugar del de selección, nos diría que la naturaleza, hasta organizada, hasta viva, no siendo inteligente, no podía elegir, porque una elección supone una elección voluntaria; preguntarímos a la Academia de las ciencias y a Sr. Flourens en particular, por qué la naturaleza inorgánica, bruta, muerta e inerte, todo lo que se quiera, es capaz, en química, de afinidades electivas. Pero consentimos a ceder de buena gana algo sobre las palabras, con tal que se nos permita no ceder nada sobre las ideas.

Efectivamente, la traductora reconoce la autoridad de Flourens y le da la razón en que la elección natural es una personificación, que supone en la naturaleza un acto voluntario. El concepto de afinidades electivas en química es un concepto también propio de una personificación del siglo XVIII como Flourens reconoce en su libro. Pues bien, exactamente lo mismo ocurre con el término selección. La frase final es demoledora:  Consiente en ceder algo sobre las palabras, siempre que se le consienta no ceder en nada sobre las ideas. Pero no se trata de permitir o de consentir, sino simplemente de reconocer las cosas como son: La naturaleza no elige. La naturaleza no selecciona.

3 y 4. Dice la autora de este Avant-Propos que es más que nada un Despropósito:

La lutte n’a pas cessé sitôt cependant. Quelques adversaires du système, tels que M. Flourens, ne semblent que parodier les arguments de Leibnitz contre le système de Newton, en accusant M. Darwin de diviniser la nature et d’inventer des puissances occultes sous les noms de sélection naturelle et de concurrence vitale. Leibnitz, accusant Newton d’inventer des dieux appelés attraction, farce centripète et force centrifuge n’a pas plus empêché la gravitation universelle de devenir un dogme scientifique, que les efforts séniles de M. Flourens ne parviendront à empêcher le monde savant de croire à la transformation progressive des formes organiques.

(La lucha no cesó sin embargo tan pronto. Algunos adversarios del sistema, tales como M. Flourens, parecen sólo parodiar los argumentos de Leibnitz contra el sistema de Newton, acusando a M. Darwin de divinizar la naturaleza y de inventar potencias ocultas bajo los nombres de selección natural y de competencia vital. Leibnitz, acusando a Newton de inventar a dioses apelados atracción, fuerza centrípeta y fuerza centrífuga no impidió más que  la gravitación universal se convirtiese en un dogma científico, que los esfuerzos seniles de Sr. Flourens llegarán a impedir al mundo sabio creer en la transformación progresiva de las formas orgánicas.)

O sea que ahora Flourens parece parodiar los argumentos de Leibnitz. ¿Está usted de broma Mlle Royer? ¿Acaso no acaba usted de reconocer que la naturaleza no elige? El argumento dado arriba de las afinidades electivas es el mismo  que el propio Darwin utiliza en uno de los párrafos más desafortunados de su obra y es precisamente en ese párrafo donde Clemence Royer vuelve a citar a Flourens:

Cette page est la complète réfutation du petit livre de lf. Flourens sur le Darwinisme.

(Esta página es la refutación completa del pequeño libro de lf. Flourens sobre el Darvinismo.)

Pero lo que ocurre es justamente lo contrario. En esa página. En ese terrible y desafortunado párrafo que ya he comentado aquí y aquí  se encuentra la refutación que hace Darwin de su propia teoría. Es en ella donde dice:

Dans le sens littéral du mot, il n’est pas douteux que le terme de sélection naturelle ne soit un contresens;

(En el sentido literal de la palabra, sin duda la selección natural es un contrasentido).  Una expresión falsa en la traducción en español; false term en la edición original.

 

A Clémence Royer,  que no tenía formación científica alguna, se refieren los siguientes párrafos del Diccionario de Neolengua:

Manifestant une foi aveugle dans le progrès, elle traduit et rédige une préface à l’Origine des espèces de Charles Darwin dans laquelle elle développe ses propres idées évolutionnistes dans le domaine des siences sociales. Elle dénonce notamment une société où le faible prédomine sur le fort sous prétexte d’une « protection exclusive et inintelligente accordée aux faibles, aux infirmes, aux incurables, aux méchants eux-mêmes, à tous les disgraciés de la nature ».

 Es decir:

 Mostrando una fe ciega en el progreso, tradujo y escribió un prefacio de El Origen de las Especies de Charles Darwin en el que desarrolla sus propias ideas evolucionistas en el campo de la ciencia social. Denuncia una sociedad donde el débil predomina sobre el fuerte con el pretexto de la «protección exclusiva y poco inteligente dada a los débiles, los enfermos, incurables, los mismos malos, a todos los desgraciados de la naturaleza.»

Pero sigamos leyendo……:

Par ses idées, elle sera le précurseur des théories de l’eugénisme, du racisme et du darwinisme social.

Co-fondatrice de la première obédience maçonnique mixte, « Le Droit humain »,

Por sus ideas, que será precursora de las teorías de la eugenesia, el racismo y el darwinismo social.

Co-fundadora de la primera masónica mixta, «El Derecho Humano»

La página da, tanto en su versión francesa como en la inglesa,  detalles muy curiosos de sus traducciones de la obra de Darwin.  Por ejemplo:

Francés:

Dans sa préface, véritable pamphlet positiviste consacré au triomphe du progrès de la science sur l’obscurantisme, elle s’attaque vigoureusement aux croyances religieuses et au christianisme, argumente en faveur de l’application de la sélection naturelle aux races humaines et s’alarme de ce qu’elle considère comme les conséquences négatives résultant de la protection accordée par la société aux faibles.

Inglés:

Royer went beyond her role as a translator and included a long (60 page) preface and detailed explanatory footnotes. In her preface she challenged the belief in religious revelation and discussed the application of natural selection to the human race and what she saw as the negative consequences of protecting the weak and the infirm.

Mi traducción al español de la versión inglesa:

Royer fue más allá de su papel como traductora e incluyó un largo prefacio (60 páginas) y notas explicativas detalladas. En su prefacio desafió la creencia en la revelación religiosa y debatió la aplicación de la selección natural a la especie humana y lo que vio como las consecuencias negativas de la protección de los débiles y los enfermos.

Su prefacio es un ejemplo de pseudociencia  e incluye entre sus temas favoritos el de la revelación humanitaria (La révélation humanitaire), a la que se refiere su autora en estos términos:

C’est comme un courant électrique qui décrit sans cesse, vite comme la foudre, ses spirales infinies, et qui jaillit en éclairs aux points où il est interrompu.

Es decir que ella vio nítidamente las consecuencias humanitarias de la obra de Darwin:

C’est donc surtout dans ses conséquences humanitaires, dans ses conséquences morales que la théorie de M. Darwin est féconde. Ces conséquences, je ne puis que les indiquer ici; elles rempliraient à elles seules tout un livre que je voudrais pouvoir écrire quelque jour.

Con las que en algún momento pensó escribir un libro. Al enterarse de ello escribió nuestro autor lo siguiente en carta a su amigo Asa Gray:

I received 2 or 3 days ago a French translation of the Origin by a Melle. Royer, who must be one of the cleverest & oddest women in Europe: is ardent deist & hates Christianity, & declares that natural selection & the struggle for life will explain all morality, nature of man, politics &c &c!!!. She makes some very curious & good hits, & says she shall publish a book on these subjects, & a strange production it will be.

He recibido hace 2 o 3 días una traducción francesa de El Origen de un Mlle. Royer, que debe ser una de las mujeres más inteligentes y más raras en Europa: es deísta ardiente y odia el cristianismo, y declara que la selección natural y la lucha por la vida explican toda la moralidad, la naturaleza del hombre, la política, etc., etc. !!!. Hace algunos golpes muy curiosos y buenos, y dice que publicará un libro sobre estos temas, que extraña producción será.

A Claparède, que revisó la versión que Royer hizo de la obra de Darwin, no debió de gustarle mucho puesto que se expresaba en estos términos en una carta a Darwin:

Sa traduction est lourde, indigeste, parfois incorrecte et les notes qui l’accompagnent ne seront certainement point de votre goût. J’ai usé de toute mon influence auprès de Mlle. Royer pour la décider à se borner au simple rôle de traducteur, mais mes efforts n’ont pas été couronnés de succès. Je dois dire cependant à l’éloge de Mlle. Royer qu’elle a supprimé sans exception toutes les notes que j’ai qualifiées d’absurdes et de contre sens scientifiques. En revanche elle en a imprimé un très grand nombre (la majeure partie de celles qui illustrent son traduction) qui ne m’avaient point été soumises.

Mlle. Royer est une personne singulière, dont les allures ne sont point celles de son sexe. Toutefois l’éducation semi-masculine qu’elle s’est donnée à force de travail a été puisée avant tout à une école philosophique exclusivement déductive et sa manière de penser s’en ressent.f6 Elle avait imaginé, en traduisant votre ouvrage, d’y introduire des corrections de son propre chef, corrections qui vous auraient étrangement et désagréablement surpris. J’ai cependant réussi à la détourner de cette manière de faire en lui montrant que <    > manquer de délicatesse à votre égard.— <La> nature de ces corrections était vraiment interessante en montrant combien les méthodes d’un esprit comme celui de Mlle. Royer sont opposées à la marche des Sciences naturelles. Je vous en citerai deux exemples.

Dans le chapitre sur l’instinct des abeilles, Mlle. Royer avait remplacé partout dans sa traduction les termes de pyramide trièdre (pour la base des alvéoles) par celui de pyramide hexaèdre, parceque affirmait-elle les abeilles ne pouvaient pas terminer un prisme hexagone autrement que par un point hexagonal.f7 L’idée ne lui était point venue, avant d’introduire une modification aussi capitale, de jeter elle-même un coup d’oeil sur un rayon de miel.

Le second exemple est de même force. Mlle. Royer n’avait imaginé rien de mieux que de faire descendre dans la traduction tous les poissons électriques d’un ancêtre commun ayant un organe électrique. Comme elle n’a pas de notions de Zoologie non plus que d’anatomie comparée, j’ai eu beaucoup de peine à lui faire comprendre que vous aviez eu vos raisons pour ne pas émettre une idée aussi simple. J’ai cependant réussi à la convaincre tant bien que mal par une description des organes électriques de la torpille, du gymnote, du malaptérure, du mormyre et des nerfs que s’y rendent que ces organes bien qu’identiques au point de vue du tissu ne sont cependant point morphologiquement homologues.f8

Quelqu’imparfaite que soit donc la traduction de Mlle. Royer, quelque déplacées que soient certaines parties de sa préface et de ses notes, je m’applaudis cependant d’avoir empêché qu’elle défigurât plus complètement votre œuvre. Mais si le grand ouvrage sur les espèces dont vous nous annoncez la publication pour un avenir un peu éloigné vient, comme je l’espère, à être publié, je lui souhaite un traducteur plus versé dans les sciences naturelles et moins désireux de faire remarquer sa propre personalité!

Que, traducido al español, viene a decir:

 

Su traducción es pesada, indigesta, a veces incorrecta. Las notas que la acompañan no serán de su agrado. Usé toda mi influencia con la señora Royer para  que se limitase al simple papel de traductora, pero mis esfuerzos no tuvieron éxito. Debo decir, sin embargo, en su elogio,  que la señora Royer ha eliminado sin excepción, todas las notas que yo había descrito como absurdas y contrarias al sentido científico. Sin embargo se ha impreso un número muy grande de ellas (la mayoría de las que muestran la traducción) que no se me habían presentado.

La Sra. Royer es una persona singular, cuyas costumbres no son las de su sexo. Sin embargo, la educación semi-masculina que ha recibido a fuerza de trabajo le  ha elaborado principalmente una escuela filosófica exclusivamente deductiva y su  manera de pensar se resiente de ello.  Se había imaginado, durante la traducción de su libro, que podría introducir correcciones por su cuenta, lo que le ocasionaría a usted una extraña y desagradable sorpresa. Sin embargo, me las arreglé para separarla de esta actuación mostrándole que eso constituiría una falta de delicadeza para con usted -. La Naturaleza de estas correcciones fue muy interesante al mostrar cómo los métodos de una mente como la de la señorita Royer se oponen a la marcha de las Ciencias Naturales. Voy a citar dos ejemplos.

En el capítulo sobre el instinto de las abejas, la señora Royer había sustituidoen su traducción a todos los términos  » pirámide triedro» (para las células de base) por el pirámide hexaedro , porque ella decía que las abejas no pueden terminar un prisma hexagonal que no sea en un punto hexagonal. Pero no se le ocurrió, antes de introducir un cambio tan capital, echar  un vistazo en un panal.

El segundo ejemplo es de la misma fuerza. La Sra. Royer no había imaginado nada mejor que incluir en  la traducción que todos los peces eléctricos descienden de un ancestro común con un órgano eléctrico. Como ella no tiene ni idea de Zoología ni tampoco de anatomía comparada, tuve grandes dificultades para hacerle entender que usted había tenido sus razones para no emitir una idea tan simple. Sin embargo, me las arreglé para convencerla de alguna manera por una descripción de los órganos eléctricos de los torpedos, anguilas, el malaptérurus,  de los  mormyridos y de sus nervios correspondientes,  que estos organismos,  aunque idénticos en términos de tejido, sin embargo,  no son morfológicamente  homologos.

Por imperfecta que sea la  traducción d Mlle. Royer, por desplazadas que estén algunas partes de su prefacio y notas, me aplaudo, sin embargo, por haber impedido que ella desfigurase  su trabajo más completamente . Pero si la gran obra sobre  las especies,  cuya  publicación anuncia usted en un futuro próximo, llegase a buen término como espero,   le deseo un traductor más versado en las ciencias naturales y menos dispuesto a hacer notar su propia personalidad.

 

 

 Flourens detectó tantos defectos formales y tan intolerables errores en el libro de Darwin que escribió el suyo para indicarlos..¿Qué errores  vió  Flourens en el libro de  Darwin?,  ¿En qué basa la  crítica contenida en el Examen…..?

 

 Manual para detectar la impostura científica: Examen del libro de Darwin por Flourens. Digital CSIC, 2013. 225 páginas.

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